CATEDRALES DE ESPAÑA
La imagen de Santa María la Real de Pamplona es una talla románica de madera policromada del siglo XII y cubierta en plata en el XIV que representa a la Virgen María, con añadidos posteriores como el trono y el niño Jesús. Se conserva en la Catedral de Santa María de la Asunción de Pamplona.
Santa María la Real | ||
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![]() Talla románica de Santa María la Real | ||
Veneración | Iglesia católica | |
Santuario | Catedral de Pamplona | |
Festividad | 15 de agosto | |
Simbología | Sedes sapientiae | |
Patrona de | Navarra | |
Fecha de la imagen | siglo XII | |
Estilo | Arte románico (Virgen) y renacentista (niño) |
La imagen[editar]
Se considera a Santa María la Real como una de las tallas marianas más antiguas que se conserva en Navarra, junto con la del monasterio de Irache. Data del siglo XII, y está fechada con anterioridad a 1175-1185.1
Se trata de una imagen sedente sobre trono (que fue añadido en el siglo XVI junto con el niño), con Jesús sentado sobre su pierna izquierda, una representación por tanto de Sedes Sepientae, en la que María sirve de trono a su hijo. Toda la talla, de 93 cm. de altura, fue chapada en planta a excepción de rostro y manos, como era habitual en aquella época, por encargo de Carlos II en el siglo XIV.
Ha sido algo habitual durante varios siglos, que se vistiera la imagen con capas bordadas, velos y mantillas en fechas señaladas del calendario litúrgico. Existen grabados de época barroca en los que se puede observar cómo la imagen era totalmente cubierta y vestida, así como la del niño Jesús. Esta costumbre sigue haciéndose hoy en día en fechas importantes aunque con ciertas modificaciones. Desde su coronación canónica, en dichas fechas, se le coloca una impresionante corona real con ocho diademas de filigrana en oro, diamantes de diferentes tallas y esmeraldas, y al niño se le coloca otra corona abierta, con igual pedredería. Ambas fueron realizadas en el siglo XVIII y modificadas en 1946, con motivo de su coronación.2
Es notable la colección de mantos bordados en oro y plata que se guardan de la Virgen. Era costumbre ya desde el XVI, que obispos, prelados y particulares, donasen diferentes piezas, como coronas, mantos, diademas… para ennoblecer las tallas de la virgen y el niño.3
Su título y denominación[editar]
A lo largo de los tiempos, se ha ido denominando de diferente forma a la titular de la catedral pamplonesa. David Ascorbe, técnico del Archivo Catedral y del Archivo Diocesano de Pamplona,4 afirma que «la imagen titular de la seo pamplonesa ha sido conocida, a lo largo de los siglos, por numerosas advocaciones» para, a continuación, enumerar aquellas que han dejado una huella documental como son: Nuestra Señora del Sagrario, Santa María la Real, Santa María de Pamplona, Santa María la Blanca, Nuestra Señora de los Reyes y la Virgen del Medio Agosto.5
Antiguamente, en época románica y gótica era conocida simplemente como Santa María6 o Santa María de Pamplona.7
En los siglos posteriores, se le denominó Virgen del Sagrario. La primera referencia de este nombre data del XVII. El origen del nombre es el resultado de la colocación de la figura en el nuevo retablo manierista en el presbiterio de la catedral, ya que la imagen pasó a ocupar un habitáculo de formas similares a un sagrario, que en el siglo siguiente se ennobleció con la construcción de un templete con puertas que podía ocultar la imagen. Esta no era mostrada más que en grandes ocasiones y las fiestas más importantes.3
Fue a mediados del XX, cuando tras su coronación canónica, llevada a cabo con gran fausto en 1946 en la Plaza del Castillo de Pamplona, paso a denominarse Santa María la Real. Este nuevo nombre también recuerda el hecho de que a sus pies eran coronados los reyes de Navarra.8
Veneración[editar]
El 20 de abril de 1798, bajo la advocación de Santa María del Sagrario -denominación en esos años de Santa María la Real- se constituyó en la catedral de Pamplona, la Confradía de los Esclavos de María. Diariamente, a las 7:30 de la tarde, se reza en la catedral el conocido como Rosario de los Esclavos.
El día de la Asunción de la Virgen, la imagen es colocada en unas andas, y ricamente engalanada, se lleva en procesión por las naves de la iglesia catedral y por el claustro.
La catedral de Santa María, llamada también Catedral Primada de España, es un templo católico de arquitectura gótica en Toledo, considerado por algunos como el opus magnum1 de este estilo en España. Su construcción comenzó en 1226 bajo el reinado de Fernando III el Santo y las últimas aportaciones góticas se dieron en siglo xv cuando en 1493 se cerraron las bóvedas de los pies de la nave central, en tiempos de los Reyes Católicos. Está construida con piedra blanca de Olihuelas (en el término de Olías del Rey).
Se la conoce popularmente como Dives Toletana (con el sentido de la rica toledana).a Es sede de la archidiócesis de Toledo.
Catedral de Santa María | ||
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![]() | ||
Localización | ||
País | España | |
División | Castilla-La Mancha Toledo | |
Localidad | Toledo | |
Dirección | Plaza del Ayuntamiento | |
Coordenadas | 39°51′25″N 4°01′26″O | |
Información religiosa | ||
Culto | Iglesia católica | |
Diócesis | Toledo | |
Orden | Clero secular | |
Advocación | Santa María | |
Patrono | Virgen María | |
Historia del edificio | ||
Fundación | 1226 | |
Construcción | 1226-1493 | |
Arquitecto | Petrus Petri y el Maestro Martín | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Catedral | |
Estilo | Gótico | |
Año de inscripción | 14 de mayo de 1909 | |
Longitud | 120 metros | |
Anchura | 59 metros | |
Altura | 92 metros | |
Bien de Interés Cultural Patrimonio histórico de España | ||
País | ![]() | |
Código | RI-51-0000097 | |
Declaración | 14 de mayo de 1909 |
Historia[editar]
Orígenes[editar]
Durante muchos años, la tradición popular no escrita ha venido contando que hubo en este mismo lugar donde se encuentra la actual catedral un primer templo de la época del primer obispo Eugenio. Este templo fue consagrado por segunda vez el año 587, después de haber sufrido algunas alteraciones, como lo atestigua la inscripción aparecida en el xvi que se conserva en el claustro y dice:
En el nombre del Señor fue consagrada la Iglesia de Santa María en católico, el día primero de los idus de abril, en el año felizmente primero del reinado de nuestro gloriosísimo rey Flavio Recaredo, Era 625 [13 de abril de 587]
La ciudad había sido sede obispal de la Hispania visigoda. Los numerosos Concilios de Toledo atestiguan su importante pasado eclesiástico.2 También la abjuración del arrianismo por parte de Recaredo había tenido en ella su lugar y tiempo. La invasión musulmana no eliminó de inmediato la impronta cristiana y el obispado se trasladó y quedó establecido en la iglesia de Santa María de Alfizén.3
Se cree que el edificio obispal visigodo fue transformado nuevamente para convertirse en la mezquita mayor de la ciudad de Toledo. Algunos investigadores apuntan que la sala de oración de la mezquita se corresponde con el cuerpo de las cinco naves de la actual catedral: el sahn (o patio) coincidiría con una parte del actual claustro y de la capilla de San Pedro y el alminar con la torre de campanas. Entre los datos arqueológicos actuales es posible observar algunos vestigios de la construcción musulmana: una columna islámica empotrada dentro de la capilla de Santa Lucía; los fustes marmóreos que guarnecen el exterior del coro son un aprovechamiento de una antigua construcción musulmana; los arcos entrecruzados de estilo califal en el triforio de la capilla mayor y en el de la girola, coinciden con la tradición constructora musulmana de Córdoba, si bien evidentemente su estructura es de traza cristiana.4
La catedral de Alfonso VI[editar]
La ciudad de Toledo fue conquistada por Alfonso VI, rey de León y Castilla en 1085. Uno de los puntos de las capitulaciones que hicieron posible la entrega de la ciudad sin derramamiento de sangre fue la promesa de este rey de conservar y respetar los edificios de culto, las costumbres y la religión tanto de musulmanes como de la gran población cristiano-mozárabe; naturalmente, la mezquita mayor se hallaba comprendida en ese compromiso. Poco después, el rey tuvo que ausentarse por cuestiones de Estado, quedando al frente de la ciudad su esposa Constanza y el abad del monasterio de Sahagún Bernard de Sedirac (o Bernardo de Cluny), que había sido elevado al rango de arzobispo de Toledo. Estos dos personajes, de mutuo acuerdo y aprovechando la ausencia del rey, protagonizaron un hecho desafortunado que, según cuenta el padre Mariana en su Historia General de España, a punto estuvo de provocar una rebelión y un levantamiento no deseado y la ruina de la ciudad recién conquistada.5 6
El asunto fue que el día 25 de octubre de 1087, el arzobispo (de acuerdo con la reina Constanza) envió gente armada para que se adueñara por la fuerza del recinto de la mezquita. Después de este lance, instalaron un altar provisional y colocaron una campana en el alminar, siguiendo la costumbre cristiana para «arrojar las suciedades de la ley de Mahoma».7 Cuenta el padre Mariana que el rey Alfonso VI se enfadó tanto cuando se enteró de lo acontecido que ni el arzobispo ni la reina consiguieron aplacarle y que dictó sentencia de muerte para casi todos los implicados.8 La leyenda narra que fueron los musulmanes los verdaderos intermediarios para conseguir la paz, con la figura del negociador y alfaquí Abu Walid quien llevó al rey un mensaje de tolerancia en el que se decía que aceptaban como legítima la usurpación.9 En recuerdo y gratitud de este gesto, el Cabildo catedralicio del siglo XV le dedicó un homenaje y encargó su efigie para colocarla en uno de los pilares de la capilla mayor, perpetuando de esta manera su recuerdo.10 Este hecho no está documentado y muchos historiadores de arte ven en la efigie un sacerdote de aspecto musulmán. Como consecuencia de aquel suceso, la mezquita toledana quedó consagrada y convertida en catedral cristiana, sin hacer apenas cambios en su estructura.11 6
No se conservan los planos de lo que fue la mezquita ni se sabe cómo era esta construcción, pero teniendo en cuenta los vestigios conservados en otras ciudades (Sevilla, Jaén, Granada, Málaga y la propia Mezquita de Córdoba) puede suponerse que sería un edificio columnario, con arquería de herradura sobre columnas tal vez aprovechadas de otras construcciones romanas y visigodas. Es posible que se pareciese bastante a la iglesia de El Salvador de Toledo, antigua mezquita.12
El rey Alfonso VI hizo importantes donaciones al nuevo templo.9 El 18 de diciembre de 1086 fue puesta la catedral bajo la advocación de María y se le concedieron villas, aldeas, molinos y un tercio de los ingresos de todas las demás iglesias de la ciudad.13 El primer privilegio real que se conserva reza en latín en su inicio:
Ego, disponente Deo, Adefonsus Esperie imperator condeco sedi metropolitane scilicet Sancte Marie urbis Toletane honorem integrum, ut decent abere pontificalem sedem, secundum quod preteritis fuit constitutum a sanctis patribus...Yo, por la disposición de Dios, Alfonso Emperador de España doy a la silla metropolitana de Santa María de la ciudad de Toledo entera honra como conviene la tenga la silla pontifical, según que en los tiempos pasados fue ordenado por los santos padres.14
Se hicieron las obras necesarias para establecer el culto cristiano romano, entre otras el cambio de orientación del presbiterio y capilla mayor.15 Urbano II le reconoció en 1088 su condición de catedral primada sobre las demás del reino.16 La mezquita-catedral se mantuvo casi intacta hasta el siglo xiii, año de 1222, en que una bula del papa Honorio III autorizó a emprender las obras de la nueva fábrica que se iniciaron en 1224 (o 1225) y cuya ceremonia oficial de colocación de la primera piedra tuvo lugar en 1226 (otras fuentes dicen 1227), con la presencia del rey Fernando III el Santo.17 A lo largo del siglo XIII se aumentaron las rentas catedralicias al integrarse en su patrimonio Alcalá de Henares.b
La catedral del arzobispo Ximénez de Rada[editar]
El edificio de la catedral tal y como hoy se contempla es obra del xiii, época del arzobispo de Toledo Rodrigo Ximénez de Rada y del rey Fernando III el Santo. La ceremonia oficial de la puesta de la primera piedra se retrasó con respecto al comienzo de las obras, en espera a que el rey pudiera hacer acto de presencia (1227).8 Ximénez de Rada había sido elegido arzobispo de Toledo en 1209 y desde el principio de su mandato defendió ante el papa la primacía de la sede toledana. En su mente estaba la construcción de una gran catedral digna de esta ciudad que él gobernaba. Por entonces, la mezquita-catedral se mostraba bastante vieja y ruinosa; incluso algunas secciones habían sido demolidas por su antecesor. La mezquita-catedral disponía de un amplio espacio, pero era de poca altura y le faltaba la esbeltez de otros templos de similar importancia. Ximénez de Rada fue el entusiasta promotor de la nueva catedral que se edificaría al gusto de la época, en estilo gótico. Tan entusiasta fue con el proyecto y tanto se involucró en él, que se llegó a decir que fue el autor-arquitecto de las trazas de la nueva catedral; afirmación totalmente fuera de lugar según los historiadores y arquitectos. El arzobispo pasó unos años manteniendo y reforzando el antiguo templo a la espera de que su sueño fuera realizado.8
El edificio de la catedral actual[editar]
La estructura del edificio tiene gran influencia del mejor gótico francés del siglo xiii aunque adaptado al gusto español.18 Mide 120 m de longitud por 59 m de ancho. Consta de cinco naves más crucero y doble girola. Las naves externas presentan una anomalía extraña al ser algo más anchas que las otras dos. La parte más antigua del templo es la cabecera que mantiene en su arquitectura los triforios originales que se extendían a lo largo de las naves de donde fueron suprimidos en una de tantas reformas y evoluciones que sufrió la catedral. Todavía en época del gótico, estos triforios fueron sustituidos por los grandes ventanales-vidrieras. Los que se conservan de la cabecera son de influencia mudéjar. El más bajo está compuesto de arcos apuntados y el alto presenta una bóveda de crucería. No se sabe si estos temas mudéjares existían en la anterior mezquita y fueron copiados como recuerdo o bien se añadieron en una de las mejoras y enriquecimiento de la fábrica, como algo original y de buen gusto.19
En la cabecera se encuentra la girola que es doble como corresponde a una planta de cinco naves. Esta doble girola es de proporciones grandiosas y está enriquecida por elementos arquitectónicos y por un original abovedamiento.
Los tramos de la girola correspondientes a las distintas capillas se solucionaron con plantas alternativas de rectángulos y triángulos, lo que hizo que cada capilla fuera de distinto tamaño, más grandes las rectangulares y más pequeñas las triangulares. Esta manera de distribuir la cabecera puede verse en las catedrales francesas de Notre Dame en París, Bourges y Le Mans, siendo esta última la más parecida aunque las tres son más esbeltas en conjunto que la española.20 Las distintas reformas que se hicieron a través del tiempo alteraron la disposición de algunas de las capillas; en algún caso se reconstruyó una sola capilla en un espacio de tres (véase capilla de Santiago nº 7 en el plano y capilla de San Ildefonso nº 8 en el plano).19
Las bóvedas de las naves son cuatripartitas excepto en el crucero y capilla mayor en que se refuerzan con terceletes.20
Los maestros constructores y sus mecenas[editar]
Durante siglos se tuvo la total seguridad de que el primer maestro arquitecto de la catedral de Toledo fue Petrus Petri (Pedro Pérez). Tal certeza se basaba en el único testimonio existente sobre la autoría, testimonio grabado sobre una lápida, bien a la vista donde se puede ver esta leyenda escrita en un latín no muy culto:21
«Petrus Petri, fallecido en 1291, maestro de la iglesia de Santa María de Toledo, cuya fama cundió por sus buenos ejemplos y costumbres, el cual construyó este templo y aquí descansa, pues quien tan admirable edificio hizo, no sentirá la cólera de Dios»
A mediados del siglo xx, el obispo de Ciudad Real investigó a fondo en este tema y sacó a la luz una serie de documentos que vinieron a demostrar la existencia de un primer maestro anterior a Petrus Petri llamado maestro Martín, casado con María Gómez, seguramente de origen francés, mandado llamar por Ximénez de Rada. Uno de los documentos está fechado en 1227 y nombra a «un maestro Martín de la obra de Santa María de Toledo». En otro documento donde se da la lista de rentas percibidas por la catedral en 1234 figura de nuevo el nombre de «Maestro Martín de la obra», de quien se dice ser además inquilino de una casa perteneciente a la catedral. En escrituras de años posteriores aparecen los nombres de Martín (albañil) y Juan Martín (maestro de albañiles), que se cree serían parientes suyos. No han aparecido nuevos documentos, de manera que por el presente se tiene a este maestro Martín como primer arquitecto. A estos argumentos hay que añadir que la fecha del comienzo de la construcción cuadraba mal con la edad de Petrus Petri que por aquellos años debía ser demasiado joven para ser arquitecto.22
Los estudios realizados después de este hallazgo indican que el maestro Martín sería el autor de las capillas de las girolas y que al desaparecer por muerte o por ausencia tomó el peso de la dirección de las obras el maestro Petrus que terminó las girolas y construyó los triforios al estilo toledano. A finales del siglo xiii estaba concluida la cabecera y dos tramos de las naves del lado sur.23
A finales del siglo xiv aparece documentada la figura del maestro Rodrigo Alfonso, que puso la primera piedra del claustro en 1389, bajo el patronazgo del arzobispo Pedro Tenorio que murió diez años después.24 Este arzobispo se ocupó de bastantes obras de la catedral, como la capilla de San Blas en el claustro que es famosa por la riqueza artística de sus frescos de la escuela de Siena.10
El siguiente maestro de quien se tiene noticia fue Alvar Martínez (otras veces González), que fue aparejador de las canteras de Olihuelas en el término de Olías del Rey. Es el autor de la fachada de poniente que se comenzó a construir en 1418. Las reformas hechas en 1787 hacen que esta fachada no se pueda contemplar cómo era realmente en su origen. También fue el autor de la única torre de la catedral, en tiempos del arzobispo Juan Martínez de Contreras, cuyos escudos figuran en el friso que corona el primer cuerpo.25 La coronación de la torre fue hecha por otro gran maestro: Hannequin de Bruselas, que plasmó las armas del siguiente arzobispo Juan de Cerezuela. Con Hannequin llegó un grupo de maestros ilustres: Egas Cueman, Enrique Egas, Juan Guas, que trabajaron en portadas, capillas y obras suntuarias dando fin con su labor a la obra gótica. Las bóvedas de los pies de la nave central se cerraron en 1493, bajo la dirección de Juan Guas y Enrique Egas, con el mecenazgo y supervisión del cardenal Pedro González de Mendoza.26
Grandes mecenas del siglo XVI. Obras y artistas[editar]
Durante los siglos xvi, xvii y xviii se van sucediendo distintas obras en la catedral, de acuerdo con los nuevos estilos, obras arquitectónicas (puertas, capillas, altares) y obras suntuarias de escultura y pintura. El siglo xvi es el siglo de oro para Toledo que es llamada la Ciudad Imperial. Los mejores y más activos mecenas viven durante este siglo. Son los arzobispos-gobernadores, que en ausencia de los reyes cuidan de la ciudad y su magnificencia.27 En 1493, a final del siglo xv, el cardenal Mendoza supervisó las obras de cerramiento de las últimas bóvedas de la catedral y expresó en su testamento su deseo de ser enterrado en el presbiterio. En la primera década del siglo xv se construyó el sepulcro en estilo renacentista.28
Después ocupó la plaza el cardenal Cisneros; bajo su influencia y patrocinio se hicieron importantes obras (quizás la más importante fue la capilla Mozárabe), realizadas por maestros de la talla de Juan Francés (reja de la capilla mozárabe), Enrique Egas, Juan de Borgoña (pinturas de la capilla mozárabe) y su maestro mayor Pedro de Gumiel. Cisneros mandó construir además el magnífico retablo mayor obra de Diego Copín de Holanda y el claustro alto para la comunidad canónica, más la librería (biblioteca).29 Le sucedió Guillermo de Croy, flamenco, que no residió nunca en Toledo. Alfonso de Fonseca y Acevedo (que había sido arzobispo de Santiago de Compostela) fue el impulsor de la capilla de los Reyes Nuevos, obra del arquitecto Covarrubias con pinturas de Maella (siglo xviii).
Con el arzobispo Juan Tavera el renacimiento toledano se encuentra en su gran esplendor. Bajo su gobierno se construyó el magnífico coro de Alonso Berruguete y Felipe Vigarny, las fachadas interiores del crucero, la capilla de San Juan o del Tesoro y otras portadas y adornos. Con Juan Martínez Siliceo la catedral se vio adornada con la espléndida reja de la capilla mayor, obra de Francisco de Villalpando.28
El cardenal Gaspar de Quiroga fue el responsable del complejo arquitectónico de la capilla del Sagrario, Relicario, sacristía]] y patio y casa del tesorero. Las trazas y planos fueron del maestro mayor Nicolás de Vergara el Mozo. Para construir este complejo se destruyó el Hospital del Rey que se volvió a levantar frontero y cuyas obras se llevaron a cabo por el gran cardenal Bernardo de Sandoval y Rojas y el arquitecto Nicolás de Vergara, entrado ya el siglo xvii.30
Exterior de la catedral[editar]
Fachada principal y grandes puertas[editar]
Da la cara a una plaza irregular donde se encuentra el Ayuntamiento y el Palacio Arzobispal. A la izquierda del espectador se encuentra la torre campanario que está rematada por una flecha; tiene dos cuerpos: el inferior, de planta cuadrada, fue diseñado por Alvar Martínez; el superior, octogonal, corresponde a Hannequin de Bruselas. A la derecha puede verse el cuerpo saliente de la capilla mozárabe que ocupa el lugar donde se iba a levantar la segunda torre. Fue mandada edificar por el cardenal Cisneros.
La cúpula que se ve a la derecha pertenece a la capilla mozárabe mandada edificar por el cardenal Cisneros. 0px| Puerta del Perdón]] La fachada principal tiene tres portadas, Puerta del Perdón en el centro, Puerta del Juicio Final a la derecha y Puerta del Infierno a la izquierda. La puerta del Perdón es del siglo XV: se comenzó, bajo la dirección de Alvar Martínez, en 1418. Se llama así porque hubo un tiempo en que se concedían indulgencias a los penitentes que entraban por ella. Esta puerta en la actualidad está siempre cerrada y se abre en las grandes ocasiones y cuando el nuevo arzobispo toma posesión de la catedral primada. Tiene un gran arco con seis arquivoltas góticas. Sigue la iconografía clásica del gótico, con la figura del Salvador en el mainel y un apostolado en las jambas, y en el tímpano aparece la Virgen imponiendo la casulla a San Ildefonso, tema muy especial de esta catedral que se repetirá en el interior en capillas y pinturas.31 Las hojas de la puerta miden más de 5 m de altura y están chapadas en bronce y muy trabajadas; son del siglo xiv. La del Juicio Final es la más antigua, y representa, como su nombre indica, la escena del Juicio Final.31
La Puerta del Infierno, en cambio, no presenta motivos iconográficos reseñables, sino solo decoración de tipo vegetal. Se la conoce también como puerta de la Torre o de las Palmas porque antiguamente se reservaba para la entrada de la procesión de las palmas en el Domingo de Ramos.32
La fachada fue modificada en 1787 por el arquitecto Eugenio Durango bajo el mandato del cardenal Lorenzana. El escultor fue Mariano Salvatierra. Las obras fueron necesarias por deterioro de la piedra que no era de muy buena calidad. Es posible que las puertas avanzaran entre contrafuertes en lugar de la disposición actual pero no se sabe con certeza.33
Puerta del Reloj[editar]
Es la más antigua de comienzos del siglo xiv y se encuentra en la fachada del lado norte. Recibe además los siguientes nombres:34
- de la Feria porque daba salida a la calle donde antaño se celebraba la feria.
- de la Chapinería por ser frontera a la calle que lleva ese nombre, lugar donde se fabricaban y vendían los chapines.
- de las Ollas, porque en su decoración pueden verse algunos de estos utensilios.
El tímpano está dividido en cuatro fajas horizontales, en las que se muestran escenas de la vida de Cristo: la Anunciación, la Natividad, la Adoración de los Reyes Magos, la Degollación de los Inocentes, la Huida a Egipto, la Circuncisión, Jesús entre los doctores, la Presentación de Jesús en el Templo, el Bautismo y las Bodas de Caná. En la parte superior del tímpano se representa el Tránsito de la Virgen. El parteluz o mainel está decorado con la imagen de la Virgen y el Niño. En las jambas hay imágenes de reyes y santas, todo ello obra del escultor Juan Alemán que trabajó también en la portada de los Leones.35
Por encima de esta portada se aprecia la obra posterior de Durango, en estilo neoclásico del siglo xviii, igual que en la fachada principal. Es obra de consolidación por el mal estado en que se encontraba la piedra. El intercolumnio central está ocupado por la esfera del reloj que da nombre a esta puerta. Las figurillas del carrillón son de Diego Copín.c La puerta y su entorno forman un espacio muy agradable con un pequeño compás cerrado por una reja gótica, obra de Juan Francés, con barrotes muy simples, un pequeño friso de separación en el centro, labrado, y una crestería muy sencilla y armoniosa.37
En un lugar recóndito de la Puerta del Reloj, en el intradós del arco de la puerta, se muestra una escena tallada en relieve, que, según la investigadora Teresa Pérez Higuera, podría representar una antigua leyenda toledana sobre los amores de Carlomagno y la princesa Galiana. Esta leyenda sirve de argumento a un poema francés el s.XII, titulado “Mainet” que, según Ramón Menéndez Pidal, fue escrito en Toledo por el juglar de Mainet, probablemente uno de los muchos francos avecindados en la ciudad. La talla muestra a dos jinetes luchando a campo abierto, rodeados a izquierda y derecha de un caballero amado y de una pareja abrazada; y representaría el momento en que Mainat (nombre encubierto de Carlomagno) lucha contra el moro Bramant, que ha sitiado Toledo porque desea casarse con Galiana, a lo que se oponen ésta y su padre, el rey Galafre. Mainet se encuentra sirviendo al rey musulmán, apartado de la Corte por desavenencias con su padre, el rey Pipino de Francia. En el combate, Mainet consigue arrebatarle la espada Durandart a Bramant, a quien persigue hasta darle muerte en un paraje “entre Olías y Cabañas”. De vuelta a Francia y coronado rey, se casa con Galiana, previamente bautizada. La leyenda acabó convertida en poema épico con nuevas versiones en Francia, y no es extraño que aparezca incluido en el programa iconográfico de la Puerta del Reloj, edificada por canteros franceses a finales del siglo XIII.38
- Interior de la puerta del Reloj
Pueden verse diversos medallones; los mejores son los de la Virgen de la Anunciación de Nicolás de Vergara el Mozo y del Arcángel san Gabriel de Juan Bautista Vázquez. Se adorna también con cuadros y escudos. Arriba está el rosetón del siglo xiii que contiene las vidrieras más antiguas de la catedral. Los batientes interiores de la puerta son del siglo XVIII, obra de Raimundo Chapuz, mientras que los batientes exteriores, en bronce, son obra de dos escultores: Zureño (el de la izquierda) y Antonio Domínguez (el de la derecha).39
Puerta de los Leones[editar]
De los siglos XV y XVI. Es la más moderna de las grandes puertas. Se llama así por los leones que coronan las columnas de la reja que cierra el pequeño compás. Tiene además otros dos nombres:40
- Puerta Nueva, al ser la última que se construyó.
- Puerta de la Alegría, en alusión a la celebración de la Asunción de la Virgen que está representada en el testero del fondo, tras las arquivoltas.
Se construyó entre los años 1460-1466, bajo el mandato del arzobispo Alonso Carrillo de Acuña; con trazas de Hannequin de Bruselas y Egas Cueman en colaboración con los escultores flamencos Pedro y Juan Guas y Juan Alemán, autor del Apostolado. Estos artistas estaban al frente de un gran taller que contaba con prestigiosos canteros y entalladores.40
La estatuaria de la puerta es uno de los mejores conjuntos hispano flamencos del siglo xv, sobre todo la Virgen del parteluz y las estatuas de las jambas.41 Los querubines y ángeles músicos que acompañan la subida de María a los cielos son obras de arte ejecutadas con gran delicadeza. La fachada fue alterada por Durango y Salvatierra en el siglo xviii, igual que en las otras puertas, para consolidar el edificio. Los once medallones situados por encima de la última arquivolta representan a profetas y patriarcas; el del centro representa a la Virgen María. Remata la puerta una gran estatua de San Agustín orante.40
Los batientes de bronce de las puertas son una obra maestra de Francisco de Villalpando, que hizo una gran labor en los 35 tableros o planchas. Están ocultas a la vista, protegidas con paneles de madera. Por encima puede verse el gran rosetón de vidrieras policromadas.
- Interior de la puerta de los Leones
El interior de la puerta corresponde al gran frontis del crucero en su lado meridional sobre el que descansa el balconcillo con balaustrada renacentista que soporta la tribuna donde está el órgano del Emperador, el más antiguo de la catedral, de mediados del siglo xvi, con la caja ejecutada en piedra. Es tradicional que suene este órgano en la festividad del Corpus Christi al regreso de la procesión. También se utiliza en otras ocasiones solemnes o en conciertos.39
Más arriba se ve el gran rosetón, enmarcado en un cuadrado cuyas enjutas están labradas con rosáceas. En la parte baja del gran frontis está la puerta dividida por parteluz. Sobre la puerta se ve el tímpano esculpido con temas de la genealogía de la Virgen (árbol de Jesé), cuyos autores fueron los mismos que trabajaron en el exterior de esta puerta. Por encima del tímpano puede verse la obra plateresca en cuyo centro hay un gran medallón de la Coronación de la Virgen, obra de Gregorio Pardo (hijo mayor de Felipe Vigarny). A ambos lados se ven las estatuas de David y Salomón, atribuidas a Esteban Jamete.42
A derecha e izquierda de este frontis, abajo, se hallan dos sepulcros. El de la derecha estuvo vacío hasta el 10 de diciembre de 1993 en que fueron trasladadas desde Roma las cenizas del arzobispo fray Bartolomé de Carranza,d por expreso deseo del cardenal Marcelo González Martín;44 el de la izquierda guarda los restos del canónigo Alfonso de Rojas, representado en una estatua orante.45
- La reja exterior de la puerta de los Leones
Se ejecutó esta obra un siglo después de las grandes rejas de la capilla mayor y del coro, en un estilo completamente distinto del de aquellas, que daba paso a la solidez y utilidad más que al gusto por la ornamentación demostrado en el siglo anterior. Su autor fue Juan Álvarez de Molina, natural de Úbeda (Jaén), que realizó la reja en la ciudad de Toledo en 1647. Los documentos conservados al respecto dicen que el rejero recibió 8.504 reales y 12 maravedíes, más los 27.000 que le habían sido dados con anterioridad. El documento da cuenta del coste del hierro empleado por el rejero que ascendía a prácticamente la cantidad recibida por el trabajo.46
Otras puertas y portadas de la catedral[editar]
Puerta Llana[editar]
De estilo neoclásico, año 1800, es obra de Ignacio Haan. Se trata de la única puerta de entrada a la catedral a ras de suelo, sin escalones, de ahí su nombre. Está formada por un edículo con frontón triangular, pilastras laterales y dos columnas con fuste liso y capiteles jónicos a modo de entrada in antis. Por esta puerta acostumbran a salir las procesiones. En la actualidad es el acceso de visitantes.47
Portada de Santa Catalina[editar]
Es una de las dos puertas que se abren al claustro. De estilo gótico tardío. Sus arquivoltas están labradas con motivos vegetales de hojarasca y follaje. El pilar que hace de mainel está muy trabajado en sus caras laterales, con castillos y leones. En su interior presenta dos secciones. La más alta está ornamentada con una serie de estatuas con doseletes. En el tímpano sobre el arco gótico hay una pintura de Luis de Velasco representando la Anunciación.48
Puerta de la Presentación[editar]
De tiempos del cardenal Tavera; de rica talla y miniaturas de imaginería en estilo plateresco elaboradas en buena piedra muy blanca. Es la otra puerta que conduce al claustro. El medallón es obra de Pedro Martínez Castañeda (1568) y representa la Presentación de Nuestra Señora.49
Torre[editar]
En origen, el proyecto fue levantar dos torres, una a cada lado de la fachada occidental, pero solo llegó a elevarse una, la de la esquina noroeste, mientras que de la opuesta solo se levantaron los primeros tramos, siendo este el lugar donde más tarde se construiría la capilla mozárabe.
La torre fue diseñada y construida por Alvar Martínez, cuyo trabajo llegó hasta la culminación del 4º cuerpo en 1422; no dejó trazas ni dibujos para continuar la coronación.
Es gótica, con alguna influencia mudéjar. Tras una elevada base de planta cuadrada (en cuyo interior se aloja la capilla del Tesoro) se superponen cuatro cuerpos y por encima un quinto cuerpo de menor altura. En el segundo cuerpo tenía su vivienda el campanero y el tercero sirvió de prisión eclesiástica.50 Entre el primer cuerpo y el segundo se desarrolla horizontalmente un friso de mármol negro donde se ven realzados en mármol blanco los escudos del arzobispo Juan Martínez de Contreras, cuyo mandato fue desde 1422 hasta 1438. La altura total alcanza los 92 m.51
El remate de la torre con el cuerpo octogonal fue obra del arquitecto Hanequin de Bruselas que llegó para trabajar en esta catedral junto con un grupo de grandes figuras: Egas Cueman, Enrique Egas y Juan Guas entre otros. El cuerpo octogonal está acompañado de pináculos y arbotantes y se remata con una flecha que soporta tres coronas imitando una tiara.52
La campana de San Eugenio[editar]
El 8 de diciembre de 1755 sonó el tañido inaugural de la campana de San Eugenio, popularmente conocida como «la campana Gorda». Su primer sonido defectuoso ya mostró signos de incipiente rotura, consecuencia de un defecto de fundición que acabaría agrietándola hasta presentar el aspecto actual. El pueblo toledano había esperado durante dos años para ver fundida la mayor campana de España, que con sus casi 18 toneladas sólo era superada en el mundo por la gran campana moscovita del Zar y la de la catedral de Colonia. El promotor de esta campana fue Luis Antonio de Borbón, el arzobispo-cardenal toledano, hijo de Felipe V, quien invirtió una enorme cantidad de dinero en este proyecto. Pero ni este gasto ni los solemnes actos litúrgicos celebrados para rogar por el éxito de su fundición en un taller cercano a la plaza de San Justo, impidieron que la campana resultase un fracaso. Pese al contundente diagnóstico inicial del aparejador de la catedral atribuyendo su mal sonido y la fisura de la campana a un defecto de fundición, la honrilla local, la historiografía coetánea y las leyendas populares se confabularon para culpar de su rotura al descomunal tamaño de su badajo de bronce, que de inmediato fue sustituido por otro más pequeño, sin que esto impidiese que su grieta de agrandara. Toda la responsabilidad fue del renombrado campanero cántabro Alejandro Gargollo, artífice de la Gorda, quien ya había fundido otras campanas defectuosas con anterioridad e incluso fue incapaz de cumplir la cláusula del contrato que le obligaba al traslado y subida de la campana a la torre, tarea que resultó harto costosa y complicada.
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