jueves, 2 de noviembre de 2023

HISTORIA DE ESPAÑA

 ESCULTURAS DE ESPAÑA

El retablo de Nuestra Señora de La Antigua es un retablo barroco español de la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora de Lequeitio, en Vizcaya.

La devoción a Nuestra Señora de La Antigua ha sido manifestada a través de los siglos por los lequeitianos y los pueblos circundantes, lo que llevó a la construcción de este retablo en la parte izquierda de la girola de la basílica. La Virgen de La Antigua, una de las advocaciones de la Virgen María, es una de las imágenes más apreciadas de la basílica lequeitiana, siendo la única imagen mariana de su época que sigue recibiendo culto público. Anteriormente, se la veneraba en un altar adosado a la pared que cerraba la nave lateral izquierda del templo, junto al ábside.

Arquitectura y escultura[editar]

El retablo es de autoría Andrés de Lecumberri, vecino de ElgóibarGuipúzcoa. Artífice más enriquecedor como ejemplo de la vida de los artistas de la época que por su obra con ser esta muy interesante, su documentación informa que fue alcalde de Elgóibar en 1690 y que emigró a América, fenómeno más frecuente entre los artistas del sur de España.

  • Las esculturas: Cuando ordenaron examinar el dorado del retablo se acordó hacer los bultos laterales.

Pintura y policromía[editar]

  • El retablo: Autor, Nicolás de Oxinaga, pintor-dorador, vecino de Lequeitio. El 17-09-1683 los patronos de la iglesia ordenaron que se revisase el trabajo.
  • Las esculturas: La obra del dorado pudo ser tachada por Miguel de Brevilla, pintor-dorador, vecino de Ondárroa.

Estructura y decoración[editar]

La estructura consta de bancocuerpo y ático, dividido en tres calles con soportes salomónicos con vides y machones en el remate. El movimiento lo logra a través del avance de los soportes y el retroceso de las calles. Hornacina central abierta, cuadrada la del ático y las laterales reducidas a simples marcos de hojarasca. Machón curvo sobre la caja del cimal.

  • La decoración: Estilizada con jarrones, aletones laterales con remate de espejo con marco vegetal, cartelas , tallos y hojas enroscados simétricamente.
  • Sagrario: Pieza de planta cuadrada y dos pisos inserto en el banco. La puerta se sitúa dentro de un marco acodillado y carece de decoración.

Iconografía[editar]

  • Las esculturas: San Joaquín, Virgen de La Antigua, Santa Ana y encima de ellos San José con el Niño de la mano.











Los retablos de la Capilla del Santo Cristo de Orense son dos obras escultóricas de los siglos xvii y xviii realizadas por Francisco de Castro Canseco. Están ubicados en la Catedral de Orense, en Galicia (España).

Historia[editar]

Los retablos fueron contratados con Castro Canseco el 18 de marzo de 1696, realizándose entre los años 1698 y 1700 una comisión al mismo escultor para que los prolongase con un sobre cuerpo a base de relieves alusivos a las respectivas titularidades de los retablos; en el encargo se especificaba además que las obras debían tener «doce cuartas de ancho y dieciocho de alto con dos columnas salomónicas cada una y cornisamento tallado». Emplazados a ambos lados del acceso al camarín del Santo Cristo, junto con la prolongación se encargó también a Castro Canseco la elaboración de un cuerpo que enmarcase el arco de entrada con un relieve de la Santa Cruz y el Juicio Final, todo ello sostenido por un ángel acompañado de varios serafines con trompetas y cartelas llamando a los muertos: «HOC SIGNUM CRUCIS ERIT IN COELU CUM DOMINUS AD IUDICANDUM VENERIT. SVRGITE MORTI VENITE AD IVDICIVM» («este signo de la cruz aparecerá en el Cielo cuando el Señor venga a juzgar. Levantaos muertos y venid a Juicio»).1: p. 87 

Descripción[editar]

Los retablos, de un cuerpo con una sola calle, banco y ático, consisten en hornacinas de medio punto en el cuerpo con policromía dorada y ornamentadas con casetones en el intradós y rocalla en las paredes. Disponen cada una de seis ménsulas en el interior y dos columnas salomónicas cubiertas de racimos de uvas enmarcando el espacio. Por su parte, el ático se halla repleto de motivos ornamentales propios del churrigueresco y del barroco portugués, destacando frontones partidos curvos en la cúspide.

Retablo de Nuestra Señora la Blanca[editar]

Situado a la derecha, la imagen principal es una talla en alabastro policromado de Nuestra Señora la Blanca, copia de la Virgen de Trapani la cual fue regalada por un devoto en 1697. Con esta imagen guarda relación el relieve de la zona superior, el cual muestra la Asunción de María con ángeles portando cartelas en las que se muestran los siguientes mensajes: «GAUDENT ANGELI» («los ángeles se alegran») y «ASSUMPTA EST/MARIA IN COELUM» («María fue llevada al Cielo»). Las otras cinco imágenes que completan el conjunto son de menor tamaño y no guardan relación iconográfica entre sí: María Magdalena (siglo xviii), de escuela madrileña la cual consiste en una copia a menor escala de la obra de Pedro de Mena conservada en el Museo Nacional de EsculturaSanta Teresa de Ávila y San Pedro de Alcántara (siglo xvii), también de escuela madrileña; y San Justo y San Pastor, bustos de poca calidad a modo de falsos relicarios, obsequio de Doña Mariana de Boán en el siglo xvii.1: pp. 87-88 

Retablo de San José[editar]

Emplazado a la izquierda, la imagen titular, obra madrileña del siglo xvii, muestra a San José con el Niño Jesús en su regazo. Al igual que en el caso de Nuestra Señora la Blanca, la talla de San José está vinculada al relieve de la parte superior, el cual representa los Desposorios de la Virgen junto con cartelas explicativas de la escena plasmada: «CUN GAUDIO/CELEBREMUS Y DESPONSATIONEM VIRGINES MARIAE» («con alegría celebremos los Desposorios de la Virgen María»). El conjunto escultórico se remata con cinco tallas: Santa AnaSan Joaquín y la Virgen Niña, obras de Juan de Ávila hacia 1705; y dos bustos del siglo xviii en terracota de gran calidad y posible procedencia napolitana los cuales representan a los Santos Inocentes.


Retablos de la Capilla del Santo Cristo
AutorFrancisco de Castro Canseco
Creación1700-1702
UbicaciónCapilla del Santo CristoCatedral de Orense (GaliciaEspaña)
Estilobarroco
Materialmadera policromada









Santa Teresa es una talla realizada por Juan Rodríguez de Carmona hacia 1682. Está ubicada en la Iglesia de San Juan de Ávila (Castilla y LeónEspaña).

Historia[editar]

Contexto[editar]

Santa Teresa de Jesús adquirió gran relevancia tras su canonización por parte del papa Gregorio XV el 12 de marzo de 1622; este hecho trajo consigo una revivificación de la figura de la monja carmelita así como de sus escritos y su labor reformadora. En el apartado artístico fueron numerosos los pintores y escultores que reprodujeron su efigie con motivo de la alta demanda por parte de los fieles, deseosos de contar con una imagen de la santa en sus iglesias para poder venerarla. Es probable que Santa Teresa sea una de las religiosas más representadas en la historia del arte (sobre todo en el barroco) al tiempo que es una de las que más variantes artísticas ofrece, encajando su personalidad perfectamente en el arte del siglo xvii. Las ideas de la santa se ajustaban a su vez a aquellas que inspiraban a artistas de la talla de Gian Lorenzo Bernini, cuya obra cumbre es el grupo Éxtasis de Santa Teresa (1647-1652), constituyendo sus momentos de fantasía mística y trance espiritual el arquetipo de la temática religiosa de entonces. El taller de Gregorio Fernández produjo las tallas de mayor calidad de la santa abulense, con el maestro como el mejor escultor al momento de plasmar el misticismo de la religiosa, siendo las dos obras más insignes de este apartado según Juan José Martín González la imagen de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen Extramuros (1614) y la talla del Museo Nacional de Escultura (c. 1624), las cuales sentaron las bases para las representaciones posteriores de otros artistas,1: 365  si bien muchas de las características que definen este modelo fueron introducidas realmente en el grupo Santa Isabel y el Pobre (1621), custodiado en la iglesia del Convento de Santa Isabel de Valladolid.2

Juan Rodríguez de Carmona[editar]

Carmona fue el más importante de los maestros escultores que trabajaron en Ávila entre finales del siglo xvii y principios del xviii, existiendo la posibilidad de que fuese pariente de Juan Rodríguez, tallista vallisoletano que participó en la hechura de las puertas de la Catedral Nueva de Salamanca. Por un tiempo trabajó al servicio de la Catedral de Ávila, siendo nombrado escultor catedralicio en 1712. Son varias las obras que se conservan de este artista, entre las que sobresalen las tallas que elaboró para el retablo mayor de la Iglesia de San Pedro de Ávila, el tornavoz del púlpito de la Iglesia de San Nicolás, también en Ávila; los grandes ángeles ubicados en el retablo mayor de la Basílica de San Vicente, y varias esculturas de santos destinadas a la Iglesia de San Pedro Apóstol en San Pedro del Arroyo. Fiel seguidor del estilo de Fernández (poseía gran manejo de la gubia y obraba buenos pliegues), pudo ser el padre de otro entallador de idéntico nombre que desarrollaría su oficio en Ávila años después de Carmona.1: 366 

Talla de Santa Teresa[editar]

Ávila, tierra natal de Santa Teresa, es tal vez la zona que acumula más imágenes de la religiosa, con múltiples iglesias ornamentadas con figuras de la monja carmelita. Una de las más destacadas es la expuesta al culto en el templo donde fue bautizada, la Iglesia de San Juan, obra de Carmona en torno a 1682 (ya en 1971 Martín González situó acertadamente su hechura en el último tercio del siglo xvii). Se sabe que la imagen costó 210 reales que fueron pagados en dos plazos (el primer pago de 100 reales y el segundo de 110) gracias a las cuentas de fábrica de los años 1682-1723 (conservadas en el Archivo Diocesano de Ávila), ya que en los libros correspondientes al periodo 1682-1684 figura que se «da en datta cien reales de vellón pagados a Juan Rodríguez de Carmona vecino desta ciudad maestro de ensamblaje en virtud de libramiento de dicho cura que se le estaban deviendo de la echura de nuestra madre Theresa de Jesus que hizo para mas hornato de dicha iglesia que hizo por no aberla en dicha iglesia y necesitar de ella», mientras que en las cuentas de los años 1684-1686 consta que «se le pasan en quenta 110 reales que por libranza del cura a pagado a Juan de Carmona vecino desta ciudad maestro de ensamblaje para acavar de pagar la echura de una imagen de nuestra Santa Madre Theresa de Jesus que se hizo para dicha iglesia que tubo de costa 210 reales».1: 365–366 

Descripción[editar]

Talla[editar]

Descrita por Martín González como una «preciosa escultura»3: 75  y considerada por el Doctor en Geografía e Historia Francisco Vázquez García como una de las imágenes más bellas de Ávila en base a su calidad artística, empaque y compostura,1: 367  Carmona logró plasmar a Santa Teresa de manera acertada. La talla, a tamaño natural, está realizada en madera de pino y figura en contrapposto al tener la pierna derecha ligeramente flexionada, con lo que el peso recae en la pierna izquierda. La cabeza posee una leve inclinación y exhibe un rostro con buena encarnadura y dotado de brillo en el que resaltan unos pómulos muy marcados. La forma de la cara es redondeada, aspecto típico en la imaginería que Fernández creó para Ávila, siendo la nariz recta con muy buena trazada y la boca, entreabierta, de pequeño tamaño en la que se dibuja tímidamente una sonrisa de arrobamiento. La mirada, cargada de gran misticismo (aunque no tanto como en la obra de Bernini), está elevada y aporta iluminación al rostro gracias a la expresividad y viveza de los ojos, mientras que las manos, de notable belleza y muy femeninas, sostienen con elegancia una pluma la derecha y un libro la izquierda como si de un atril se tratase. La religiosa viste el hábito marrón del Carmelo, plagado de filigranas geométricas a base de finas líneas blancas a pincel. El escapulario posee una orla policromada con espirales mientras que el interior se halla ornamentado con los mismos adornos que el hábito. Por su parte, la capa es de color blanco y luce estampado y cenefa al igual que el escapulario, destacando un velo negro cubriendo la cabeza. Respecto al plegado, las dobleces de los paños son verticales y de poco volumen tanto en el hábito como en el escapulario, siendo onduladas en las mangas y con muy poco relieve, mientras que en la capa poseen gran movimiento e irregularidad, sobre todo en la sección presente bajo el brazo izquierdo. Tal y como afirma Martín González, en la imagen de Carmona no se aprecian las quebraduras propias de la escuela de Fernández, lo que acelera el movimiento,3: 75  destacando los estofados por la particularidad de encuadrarse en el barroquismo puro, con los dibujos de los paños de un perfil marcadamente irregular; el interior de las formas es punteado mientras que el espacio existente entre las figuras está rayado, predominando tonos rojos y azules a punta de pincel en las orlas.1: 366 

Retablo[editar]

La imagen de Santa Teresa se halla presidiendo un retablo emplazado en el lado de la epístola de la nave principal. Está fechado a finales del siglo xvii tal y como consta en una inscripción ubicada en la zona superior del banco, no siendo legible la parte central de la leyenda a causa de la reforma efectuada a finales del siglo xviii para colocar la imagen de Carmona: «Diola de limosna [...] desta ciudad 1680». La reforma se llevó a cabo debido a que el retablo estuvo destinado originalmente a albergar un cuadro en la caja principal; tras optarse por instalar allí la talla de Santa Teresa se hizo necesario colocar una hornacina y una ménsula para poder cobijar la escultura, encargándose la obra al maestro abulense Lorenzo Galván tal y como figura en los libros de cuentas correspondientes al periodo 1773-1783, donde se halla una partida de 1800 reales «del coste del Asamblaje, talla, dorado y asiento de Sta. Theresa en su retablo consta de tres recibos». La estructura es de pequeñas dimensiones y cuenta con banco, dos cuerpos de una sola calle y ático. En el banco destacan pequeñas pinturas flanqueadas por dos cartelas en los extremos, mientras que el primer cuerpo exhibe a los lados columnas salomónicas decoradas con sarmientos, todo ello presidido por la imagen de la santa en una hornacina de medio punto. El segundo cuerpo, igual de ancho que el primero, contiene un nicho enmarcado a ambos lados por machones festoneados y presidido por la figura de un santo obispo, consistiendo el ático en una pequeña caja situada entre arbotantes avolutados y formas piramidales ornamentadas con esferas, donde recibe culto un cuadro de la Virgen.1: 367 

Este retablo resulta idéntico a otro dedicado a Santiago y emplazado frente a él, en el cual se puede leer la siguiente leyenda: «Diole de limosna Agustín de Santiago Tesorero de alcabala y Zientos y su partido año 1681». La proximidad de la fecha de este retablo con la presente en el de Santa Teresa hace factible que Agustín de Santiago fuese también el benefactor de este último. El retablo de Santiago no experimentó cambio alguno ni a nivel estructural ni tampoco en la imaginería que contiene, mostrando como principal ornamento un lienzo del apóstol obra de Antonio van de Pere.


Santa Teresa
AutorJuan Rodríguez de Carmona
Creaciónc. 1682
UbicaciónIglesia de San Juan de Ávila (Castilla y LeónEspaña)
Estilobarroco
Materialmadera policromada

No hay comentarios:

Publicar un comentario