ESCULTURAS DE ESPAÑA
El Santísimo Cristo de Ciudadela, también llamado Santísimo Cristo de los Paraires es una escultura de madera policromada que representa a Jesucristo de Nazaret crucificado y que se venera en la Iglesia del Santo Cristo de Ciudadela, situada en el casco antiguo de la ciudad de Ciudadela, la antigua capital de la isla de Menorca (Islas Baleares, España).
Historia[editar]
La talla es de autor anónimo de 126 cm de altura, y se fecha a mediados del siglo xvii.1 Por esas fechas, la imagen presidía la sala de juntas del gremio de los "paraires" o cardadores de lana. No consta tampoco donde ni cuándo fue adquirida esta imagen. La primera mención que se tiene acerca de ella se refiere a que el 12 de marzo de 1661 fue conducida procesionalmente a la iglesia rural de Sant Joan d´Artruig con motivo de unas rogativas que se realizaron para implorar la lluvia.
Se cree que la imagen del Santo Cristo de Ciudadela fuese obra de un artista que se inspirase en una imagen de Cristo crucificado existente en la parroquia de Santa Cruz en Palma de Mallorca. Ambas son de autor desconocido y representan a Jesús después de haber expirado, teniendo la cabeza inclinada sobre el lado derecho del cuerpo con una actitud de suave reposo y de majestuosa serenidad.
En 1661 sucedió el prodigio del sudor de la figura del Cristo, que se repitió en hasta cinco ocasiones y que despertó una devoción intensa hacia la sagrada imagen.
El 29 de julio de 1936 la iglesia del Santo Cristo fue profanada, y la utilizaron más adelante como almacén de objetos militares. La venerada imagen fue arrebatada de la cruz y tirada al suelo. Los brazos quedaron separados del resto del cuerpo y se deterioraron algunas otras partes. El escultor Jaume Bagur Arnau la restauró y el 12 de marzo de 1939 el Santo Cristo volvió a su sede.
En el año 2007 la imagen fue de nuevo restaurada íntegramente. La limpieza de humos y grasas, así como de una capa de pintura más basta que le daba un aspecto oscuro, ha puesto de manifiesto la calidad artística y antigüedad de la escultura.
Iglesia del Santo Cristo[editar]
La Iglesia del Santo Cristo de Ciudadela está ubicada en el casco antiguo de la ciudad, no muy lejos de la Catedral de Santa María de Ciudadela, que es la iglesia catedral de la isla de Menorca.
La iglesia fue comenzada a construir en 1662 (al año siguiente del milagro del sudor de la talla) y fue concluida en mayo del 1667. Consta de una predela con un relieve de piedra, de un cuerpo central donde se sitúa el camarín del Cristo, y del cuerpo superior que tiene en el centro la pintura de un velo con el santo rostro de Cristo.2
Devoción[editar]
El Santísimo Cristo de Ciudadela es la principal devoción cristológica de Menorca y la imagen religiosa más venerada de la isla, tras la Virgen de Monte Toro (Patrona de Menorca).
Su fiesta se celebra el 14 de marzo,1 día en que se conmemora la primera de las cinco sudoraciones milagrosas de la imagen. Precisamente, en 2011 se celebró el 350 aniversario de este milagro y entre los actos que se celebraron para conmemorar tal efeméride destacó una procesión extraordinaria de la imagen hasta la catedral.
El Santísimo Cristo de la Victoria de Serradilla es una imagen de Jesucristo que se venera en el convento de las madres agustinas recoletas de Serradilla (Cáceres) España.
Es una escultura de madera policromada, realizada en Madrid por el escultor madrileño Domingo de Rioja, alrededor de 1635, por encargo de la Beata Francisca de Oviedo y fue retenida en la capilla del Real Alcázar de Madrid por orden del rey Felipe IV y más tarde en la Iglesia parroquial de san Martín de Plasencia, por deseo del obispo don Plácido Pacheco, pero finalmente la voluntad y la fe de la beata lograron que la talla llegase a Serradilla el sábado 13 de abril de 1641.
La imagen representa a la vez el dolor de la Pasión junto al carácter victorioso del Redentor. Muestra a Cristo de pie, abrazando una gran cruz, pisando una calavera con su pie izquierdo y apoyando el peso sobre la pierna derecha. Oprime la mano derecha contra su corazón, símbolo del amor que inspiró su sacrificio, y una serpiente se desliza a sus pies. La emotividad de la imagen se realza por la intensidad de la mirada de Jesús y la abundancia de sangre que brota de sus heridas. El éxito popular que despertó la imagen determinó que se creasen numerosas réplicas y variantes, siendo una de las iconografías más repetidas de la escultura barroca española. Destaca en este sentido, la imagen del Cristo de Tacoronte (Tenerife) atribuido también a Domingo de Rioja.1

El Santo Cristo de la Victoria conocido en Serradilla como el Cristo Bendito o Cristu Benditu goza de mucha devoción en toda Extremadura y España entera, y hasta su santuario llegan miles de devotos anuales para rezarle y pedirle gracias.
El Santo Cristo de la Victoria de Serradilla fue restaurado en 1992 por Mariano Nieto Pérez, Conservador-Restaurador del Museo Nacional de Escultura.
Salidas procesionales[editar]
El Santísimo Cristo de la Victoria de Serradilla sale en contadas ocasiones, y casi siempre lo ha hecho solo en casos de sequía extrema. Para que el Cristo de Serradilla salga en procesión, es necesario un largo tiempo de novenas, y rituales tradicionales que preparan al pueblo para ese acontecimiento histórico. La imagen ha recorrido las calles del pueblo cacereño un total de 15 ocasiones desde 1641, en que llegó a Serradilla.
Las salidas en procesión de que hoy día se tienen constancia son las siguientes: 1ª en 1648, con motivo la acción de gracias por la terminación de la obra y el traslado a la nueva iglesia que para la imagen se construyó. 2ª en 1685, fue la primera ocasión en que salió para pedir el milagro de la lluvia. 3ª en 1700. 4ª en 1705, solo 5 años después y también en acción de gracias por haberse terminado de pintar los frescos de los murales que adornan su santuario, así como los dorados de su retablo. 5ª en 1794, siendo este el período más largo (que se sepa) en que la imagen no salió de su templo. 6ª en 1802; 7ª en 1836; 8ª en 1844; 9ª en 1874; 10.ª en 1896. Todas ellas están datadas documentalmente y se supone que fueron para pedir el milagro de la lluvia. A partir de aquí llegan las SALIDAS EN EL SIGLO XX: 11.ª en marzo de 1907. 12.ª el 1 de mayo de 1921. (Se afirma que llegaron 13 000 personas) 13.ª el 24 de abril de 1941, con motivo de la conmemoración del TRICENTENARIO (tercer centenario) de su llegada. Siendo además el único centenario celebrado hasta ahora. 14.ª el 3 de mayo de 1970, debido a la sequía. 15.ª el 15 de febrero de 1981, también por extrema sequía. (Aquel día la población elevó su número, contándose más de 20.000 forasteros)
Aunque la gran mayoría de las procesiones hechas por la imagen del Stmo. Cristo de la Victoria han sido solicitando de Él el milagro de la lluvia, al menos en tres ocasiones ha salido de su Santuario por otros motivos, como está documentado.
Fue el 6 de diciembre de 2015, cuando en la celebración de las Bodas de plata sacerdotales del Padre Jesus Díaz Alonso Superior general de la Sagrada Familia e hijo predilecto de Serradilla, el párroco de la villa D. José Luis García Franco anunció a todo el pueblo, una fecha que marcó un antes y un después en el s. XXI tanto en el pueblo como en Extremadura, y es que la imagen de su Cristo, saldría en procesión el 16 de abril de 2016, tras 35 años sin salir, debido al 375 aniversario de su llegada a Serradilla coincidiendo con el Jubileo extraordinario de la Misericordia.
Santo Cristo de la Victoria | ||
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Autor | Domingo de Rioja | |
Creación | 1635 | |
Ubicación | Santuario del Cristo de la Victoria (Serradilla) | |
Estilo | Barroco | |
Material | Talla policromada |
Sillería del coro de la Catedral de Málaga
Sillería del coro de la Catedral de Málaga | ||
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Bien de interés cultural Patrimonio histórico de España | ||
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Localización | ||
País | ![]() | |
Localidad | Málaga, España | |
Datos generales | ||
Categoría | Bien mueble | |
Declaración | 2012 | |
Construcción | 1633 - 1662 | |
Estilo | Barroco | |
La sillería del coro de la Catedral de Málaga tiene sus orígenes en el año 1590, cuando el cabildo catedralicio decidió dotar al templo de un coro que, junto con la capilla mayor, será una de las piezas más representativas del mismo.
Las primeras trazas de esta espectacular obra fueron dadas por Juan de Minjares, maestro mayor de la Lonja de Sevilla, con la participación de otros maestros. En 1592 la dirección de la obra recayó en el arquitecto Diego de Vergara, hijo, que entonces era maestro de la Catedral de Málaga, y bajo la supervisión del maestro mayor de la Catedral de Córdoba, Hernán Ruiz III. Posteriormente, se hizo cargo de la obra Pedro Díaz de Palacios que retomó los proyectos de Juan de Minjares y Francisco de Mora, quedando inaugurada la sillería en 1631.
A partir de 1633 se comenzó con la obra escultórica de la sillería, adjudicada en un primer momento al escultor jiennense Luis Ortiz de Vargas, relacionado con la familia de los escultores Ocampo, que realizó la arquitectura lignaria del conjunto; posteriormente, José Micael y Alfaro intervino en la realización del Apostolado y los bustos de los santos que rematan la sillería y que son fiel reflejo del estilo manierista malagueño; y finalmente, Pedro de Mena, bajo el episcopado de Diego Martínez de Zarzosa y gracias a una donación del obispo de mil ducados, será el encargado de poner fin a esta obra, imprimiendo a cada una de las esculturas una honda expresión religiosa, llena de serenidad y dotada de una espectacular gesticulación contenida.
El valor artístico y didáctico de esta pieza escultórica reside en las diferentes intervenciones de los artistas que en ella trabajaron, dejando la impronta de su arte, y por ende, de los diferentes estilos que protagonizan esta obra. Además no se puede olvidar el mensaje político-religioso de este espacio, erigido como un elemento de poder fáctico y de control dentro de la propia Iglesia.
Historia[editar]
La historia del proceso constructivo del coro se inicia tras la inauguración del templo renacentista, cuando se plantea la construcción de un espacio donde instalar la antigua sillería del coro para el adecuado desarrollo de la actividad litúrgica. Será entonces en el año 1590 cuando Juan de Minjares, quien, con la participación de otros maestros, realice las primeras trazas de esta magnífica obra. En 1592 la dirección recayó en el arquitecto Diego de Vergara bajo la supervisión de Hernán Ruiz. Posteriormente, se hizo cargo de la obra Pedro Díaz de Palacios, quedando finalmente inaugurada en el año 1631.
En 1633, bajo el deanato de Juan de Arias y Moscoso, se convoca un concurso para la realización de una nueva sillería, siendo seleccionada finalmente la propuesta del escultor y arquitecto Luis Ortiz de Vargas, el cual, antes de concluir las obras, abandonó el taller, siendo sustituido entonces por el artista turolense José Micael y Alfaro, el cual introducirá al conjunto el estilo manierista, fuertemente influenciado por los modelos italianos de Miguel Ángel.
Tras un período de paralización de las obras, el prelado Diego Martínez de Zarzosa (1656-58) donó mil ducados para reiniciar las gestiones y concluir así la imaginería del coro. En julio de 1658 el cabildo adjudica definitivamente la terminación de la sillería del coro al artista granadino Pedro de Mena y Medrano, que realizó la parte escultórica más espectacular del conjunto catedralicio. El estilo del artista durante su etapa malagueña supera y se distancia del estilo anterior, marcado por la influencia de su maestro Alonso Cano, para realizar obras marcadas por una gran serenidad y distinción caracterizadas por un modelado suave y preciosista.
Descripción[editar]


Tras el dilatado e intenso proceso constructivo, la Sillería del Coro de la Catedral de Málaga se presenta con una traza rectangular, dispuesta en tres niveles, los dos primeros destinados a los asientos y el último cuerpo de ático, todo ello presidido por el sitial episcopal, antecedido de escalinata y barandillas protectoras.
Al coro se accede bien a través de la reja que lo separa del presbiterio, o bien por alguna de las dos puertas gemelas abiertas, respectivamente, en el lado del Evangelio y de la Epístola.
Primer cuerpo[editar]
El primer cuerpo está formado por cuarenta y cuatro asientos, una mitad correspondientes a deanes y la otra a los arciprestes. Este primer espacio se caracteriza fundamentalmente por el programa decorativo de los asientos, tallados en la parte inferior y lateral con diversos motivos de carácter geométrico, vegetal, animal, alegórico y emblemático, tanto de pasión como moral, así como cabezas masculinas y femeninas con gesto individualizado, obra, en su mayoría del artista sevillano Luis Ortiz de Vargas entre los años 1633 y 1637.
Entre los sitiales se sitúan diferentes estípites decorados con cabezas masculinas salpicadas de rasgos fantásticos. Asimismo, y completando el programa escultórico de la sillería baja del deán hay que destacar las misericordias, representadas de diferentes formas como, por ejemplo, una cabeza masculina con barba a modo de llamas o la cabeza de una monja tocada con expresión de llanto en la cara.
Los respaldos y sitiales de la sillería baja de los deanes están formados por paneles decorados con formas y motivos variados. Cabe destacar los sitiales número uno y cuarenta y cuatro donde se representa, respectivamente, la Esperanza y la Fortaleza.
Segundo cuerpo[editar]
El segundo cuerpo del coro cuenta con el mismo número de asientos que el anterior, presentando una única diferencia en los respaldos, decorados con tableros de grandes dimensiones y en los que se ubican las impresionantes esculturas de bulto redondo que representan a San Pedro y San Pablo, obras de Luis Ortiz de Vargas, el apostolado y la Virgen, realizados por José Micael y Alfaro, y los padres de la iglesia, santos y evangelistas, realizados por Pedro de Mena.
La obra de Pedro de Mena refleja la rápida evolución de este respecto a su etapa anterior fuertemente influenciada por su maestro, el granadino Alonso Cano. Todas las esculturas están realizadas en maderas nobles, caoba, cedro y granadillo, sobre un fondo plano enmarcadas por pilastras y arcos de medio punto. Cabe destacar la representación de San Juan de Dios, que ocupa el sitial número dos, siendo esta obra un magnífico estudio del natural, dotado de una gran expresividad gestual. Así mismo, son de un valor artístico excepcional la figura de Santo Tomás de Villanueva del sitial número seis, la representación del San Jerónimo Penitente del número quince y la Virgen con el Niño del sitial episcopal, obras de Luis Ortiz de Vargas.
Tercer cuerpo[editar]
El tercer cuerpo, correspondiente al ático, está compuesto por cabezas femeninas enmarcadas por una moldura rematada por una crestería compuesta, a su vez, por una saliente cornisa encuadrada por dos pilastras y frontón curvo interrumpido en el centro por un óvalo en el que se inscribe el busto de una mujer ataviada de hábito, manto y toga.
Bienes muebles[editar]
El Coro de la Catedral de Málaga se completa con otros bienes muebles como un pequeño atril móvil de madera, el atril del obispo que, realizado en mármol rosa veteado y decorado por el escudo del obispo Fray Alonso Enríquez, se ubica en la parte superior de la escalinata y meseta, donde se encuentra el sitial episcopal y, finalmente, el facistol, el cual está fechado entre 1645 y 1671 y atribuido a Luis Ortiz de Vargas y Fernando Ortiz, de estilo manierista. Consta de una basa de forma romboidal con los ángulos terminados en volutas y un cuerpo central con cuatro cuerpos inclinados y rematado por un pequeño templete con los cuatro lados abiertos, en cuyo interior se ubica una imagen de la Inmaculada. El programa decorativo del facistol se compone de varios escudos, entre los que cabe destacar el de la Catedral de Málaga, el escudo episcopal y el escudo del cardenal Alonso de la Cueva, así como bajorrelieves que representan a ángeles con cartelas.
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