martes, 25 de julio de 2023

HISTORIA DE ESPAÑA

 IGLESIAS DE ESPAÑA

La iglesia de Santa Eufemia en Bermeo en Vizcaya (País VascoEspaña) es un templo de planta alargada con una sola nave dividida en cuatro tramos idénticos. La cabecera es poligonal de cinco paños. Se cubre con bóvedas de crucería simple en los tramos y radial en la cabecera. Destaca la riqueza decorativa de las claves y ménsulas.

Los soportes están adosados a los muros. En el interior se observan columnas simples y haces de tres. En el exterior, contrafuertes en los distintos tramos y vértices del ábside.

A la fábrica original se le han incorporado otras estructuras como son: dos capillas, sacristía, torre y un pórtico moderno neogótico, el cual fue derribado para recuperar la imagen original del edificio. Santa Eufemia de Bermeo se apareja en piedra de sillería arenisca.


Iglesia de Santa Eufemia (Bermeo)
Monumento Histórico-Artístico
Localización
PaísBandera de España España
Comunidad País Vasco
Provincia Vizcaya
Localidad Bermeo
Coordenadas43°25′15″N 2°43′17″O
Información religiosa
CultoIglesia católica
DiócesisBilbao
AdvocaciónSanta Eufemia
PatronoEufemia de Calcedonia
Datos arquitectónicos
TipoIglesia
EstiloGótico










La Iglesia de Santa María se ubica en la ribera del río Ibaizábal a su paso por el término municipal de Amorebieta, en la provincia vasca de Vizcaya.

Historia[editar]

Dentro del casco urbano tiene especial interés la Iglesia de Santa María de la Asunción. De fundación desconocida, existía ya en el año 1441, pues aparece citada en documentos de ese año. Templo herreriano que consta de una nave de cabecera rectangular y cinco tramos iguales cubiertos por bóveda de crucerías. Está sostenida por ocho estribos exteriores, contrafuertes que alcanzan la comisa del tejado. Se inició en el 1556 por el maestro cantero de CortézubiDomingo de Iturrieta de estilo gótico. Es un templo renacentista de una sola nave. Esa nave está dividida en cinco tramos iguales, en el segundo tramo se abren dos capillas que dan aspecto de cruz a la nave. La cabecera es octogonal y en el otro extremo se sitúa el coro.

El maestro cantero de Cortézubi, Domingo de Iturrieta, fue el encargado en 1556 de abrir los cimientos del edificio. El contrato original obligaba a los compatronos -cabildo y pueblo- a pagar al reputado cantero, que más adelante trabajaría en San Miguel de Vitoria, la nada desdeñable cifra de cuarenta mil maravedís por cada uno de los siguientes diez años, al término de cuyo plazo debería estar finalizada la obra. Maese Domingo no demostraba un mínimo atisbo de ansiedad por cumplir plazos: se le pagaron esos años y otros diecisiete sin que rematara la parroquia. Tanto fue el cántaro a la fuente que se intentó ejecutar por moroso a lturrieta, pero al final todo quedó en descabalgarle del proyecto, no sin que antes se le obligara a dejar más de trescientos mil maravedís en concepto de "limosna" para la parroquia.

Los trabajos, ya bajo las órdenes de otro cantero del que se desconoce hasta su nombre, continuaban lentamente. A la gravosa financiación de materiales y artesanos contribuyó la generosidad de los feligreses y, probablemente, los parroquianos colaboraron con el trabajo comunal o 'auzolan', que todavía pervive en empresas de menor envergadura. La paciencia de cabildo y pueblo para con las obras se vio recompensada con la culminación de un templo renacentista 103 años después del inicio de la cimentación al darse por buenos los trabajos de Martín de Garay, maestro cantero de Lezama.

Debieron de pesar lo suyo en el desahogo económico de la parroquia las donaciones que hicieron a mediados del siglo xviii, Domingo Osoategui y Martín de Celayeta, dos 'indianos' zornozanos avecindados en las ciudades de Méjico y Lima, respectivamente. Corría el año 1749 cuando Mateo de Ajuria remató la sacristía colocada a lo ancho de la cabecera y en 1774 se levanta sobre la torre junto al río lbaizabal el definitivo campanario, obra de Juan lturburu, que constituye uno de los más intensos, esbeltos y decorados ejemplos de la provincia, al nivel de los de San Antón de Bilbao, Zeberio o Balmaseda.

Según el estudioso José Ángel Barrio Loza, las importantes obras de remodelación llevadas a cabo entre julio de 1998 y marzo de 1999 en las que han aunado un considerable esfuerzo económico Ayuntamiento, Obispado, Diputación, feligreses y empresas colaboradoras «han permitido elevar la valoración muy alta que de por sí tenía la iglesia. Con las bóvedas, portadas, claves, retablos restaurados se realza un edificio sumamente generoso que presenta un estado de conservación envidiable a la hora de entrar en el siglo XXI».

Descripción[editar]

El templo tiene tres entradas, la principal es un arco del triunfo de dos pisos y cuenta con un ejemplar de portada-retablo. La iglesia mide en torno a los 33 metros. El Coro, a los pies, se extiende sobre todo el último tramo apoyado en tres arcos escarzanos. El pórtico data de 1849, se encuentra dividido en quince tramos por arcos de medio punto sobre pilastras que recorren buena parte del perímetro de la iglesia. La torre, construida entre 1771 y 1773, es de estilo barroco. El cuerpo inferior lleva adosado un grueso contrafuerte lateral, en el segundo cuerpo aparece el campanario, con entrantes y salientes muy originales; la cúpula corona el tercer cuerpo.

Del mobiliario cabe citar el Retablo Mayor (1749-1775), en madera de estilo rococó, con una magnífica talla del titular (s. XVIII), retablos barrocos de hacia 1715 de San José y la Virgen del Rosario y, en la Sacristía, una cajonería rococó, preciosa pieza de ebanistería con detalles decorativos. Las bóvedas de la Sacristía llaman la atención por las pinturas murales de estilo rococó que las decoran, imitando en trampantojo el cielo atravesado por pérgolas florales y símbolos religiosos.

La Iglesia de Santa María de la Asunción de Amorebieta es, según los expertos, una de las mejores manifestaciones arquitectónicas dentro del clasicismo en el País Vasco y, junto con San Juan de Molinar de Gordejuela, el más importante de los templos renacentistas de una nave de Vizcaya, lo que ha llevado al edificio a ser calificado Monumento Histórico-Artístico protegido por la Diputación Foral de Vizcaya.

Sólida, pero amplia y airosa, está formada por agrupación de elementos de diferentes épocas: la obra principal, desde mediados del siglo xvi a mediados del siglo xvii; la sacristía y el elegante campanario, de bien entrado el siglo xviii; el excepcional y recientemente restaurado retablo mayor -«el mejor de Vizcaya en el estilo rococó»-, también de mediados del siglo xviii, para finalizar con el pórtico neoclásico, de mediados del siglo xix, sustituto del ya renovado en 1792 fruto de un suculento donativo de María Benita de Celayeta.














La iglesia de Santa María de Güeñes (VizcayaEspaña) se encuentra situada en un cruce de las carreteras que llevan a Aranguren y Galdames. Delante de la iglesia se encuentra una hermosa plaza que funciona a modo de antepórtico, ocupando toda la anchura del templo.

Plaza ante la iglesia de Güeñes

La actual iglesia se comenzó a construir el siglo xv, sobre el solar de otra anterior.

Descripción[editar]

El espacio interior es un gran rectángulo al que se añade el ábside. Dicho espacio se encuentra formado por tres naves y cuatro tramos, el primero de ellos más corto. El ábside es poligonal.

Ábside y tejado.

El ábside, primer tramo y portada principal corresponden a planteamientos tardo-góticos de un templo de tres naves de desigual altura. Sin embargo, a mediados del siglo xvi, el cabildo decidió cambiar el proyecto, elevando las naves laterales a la altura de la principal. A nuestros días ha llegado una iglesia de nave de salón, con tres naves de la misma altura, excepto en el primer tramo, en que las laterales son sensiblemente más bajas.

Dos filas, de tres gruesas columnas cada una, separan la nave central de las laterales. Los capiteles se encuentran formados por simples molduras situadas en los arranques de los arcos. Sobre los muros laterales se encuentran adosadas semicolumnas similares a las principales. Los arcos fajones son de tipo carpanel y los formeros de medio punto, excepto los del tercer tramo, que son apuntados.

Escultura de la Virgen con el Niño en la Portada del Sol, bajo su dorselete gótico.

Las bóvedas son de crucería con profusa complicación, distintas unas de otra, excepto las simétricas de las naves laterales, que son iguales dos a dos. El primero, tercero y cuarto tramo de cada una de las naves laterales se cubre con bóveda de tercelete con tracería recta. En el segundo tramo algunos nervios se desplazan fuera del centro.

La bóveda del ábside es estrellada de seis puntas, enlazando con la del primer tramo de la nave principal. La del segundo tramo es polar, de tercelete con círculo pequeño y un cuadrado grande girado. La tercera dispone de un rectángulo medio entorno al polo. La cuarta es de tercelete con combados.

El coro ocupa el último tramo de la nave central, se encuentra sobre un arco escarzano. Fechado en los primeros años del siglo xvii. El bajo coro está formado por bóveda de tercelete y contraterceletes.

La iluminación se realiza a través de huecos abocinados, el del segundo tramo con rosetón.

La sacristía se encuentra adosada junto al ábside, a través del cual se accede. Se construyó con bóveda de arista de dos tramos en el siglo xviii.

El templo tiene dos accesos. El lateral es el principal, de una gran belleza y esbeltez. Llamada la portada del sol, tiene una decoración en la que el renacimiento se mezcla con el gótico florido. Es de arco apuntado, con arquivoltas y tres grupos de baquetones con decoración sogueada y bolas. Acoge dos vanos en arco carpanel, separados por un mainel que sustenta la efigie en piedra de la Virgen con el Niño. En cada vano hay una figura de ángel. Sobre la Virgen se sitúa un doselete gótico afiligranado. El tímpano se encuentra decorado. Sobre el arco apuntado hay un remate conopial. Los laterales se rematan por finísimas columnas a modo de agujas, en cuya cúspide se aprecian florones. La parte superior se enmarca en una hilera con bolas.

El otro acceso, situado a los pies del templo, fue trazado con un diseño más clasicista, en el siglo xvii. Consta de dos cuerpos, el inferior alberga el hueco de acceso, de medio punto. Se enmarca entre cuatro columnas, las cuales sujetan un entablamento rematado en los extremos por pináculos. Uniendo los dos cuerpos se encuentran roleos que unen los pináculos con el entablamento del piso superior. Este piso consta de hornacina plana bajo tímpano y remates de bolas.

La torre de campanas, construida en sillería, consta de cuatro cuerpos y un zócalo. El cuerpo de campanas tiene cuatro huecos de medio punto que alojan las seis campanas, y sobre él se encuentra una cúpula de remate de sillares, flanqueada por pináculos.

Todo el edificio se encuentra construido con piedra de sillería, muros, contrafuertes, torre, etc.



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