miércoles, 24 de mayo de 2023

HISTORIA DE ESPAÑA

 IGLESIAS DE ESPAÑA

La Ermita de Nuestra Señora de las Nieves (conocida también como "Ermita de las Nieves"), se trata de una ermita que se encuentra en el municipio grancanario de Agaete en Gran Canaria. En su interior, alberca el Tríptico Flamenco de Nuestra Señora de las Nieves.2

Historia[editar]

En el año 1481, en plena conquista de Gran Canaria, Pedro de Vera edifica la torre o fuerte de Agaete a la orilla del mar y nombra alcalde de la fortaleza a Alonso Fernández de Lugo. Según la tradición oral, éste encontró la imagen de la Virgen de las Nieves en la orilla del mar, entre piedras, aunque lo probable es que fuera una imagen de su propiedad que traía consigo desde la península como protección. Dicha escultura viajó con Fernández de Lugo a la isla de La Palma y se cree que es la que encontramos hoy en el Santuario Insular de Nuestra Señora de Las Nieves en Santa Cruz de La Palma. El Tríptico Flamenco de Nuestra Señora de las Nieves que se venera actualmente en Agaete fue encargado "al mejor pintor que se hallare" por Antón Cerezo, quien fuera dueño del ingenio azucarero instalado en la villa de Agaete por Alonso Fernández de Lugo tras la conquista.

Como prueba de que la devoción continuaba, a pesar de la ausencia de la imagen, en el año 1532, Antón Cerezo firma con los Mercedarios la escritura correspondiente a la fundación de un monasterio de dicha orden en Agaete. En ella nos dice:

"Primeramente, que nos vos damos para hacer y fabricar el dicho monasterio de dicha iglesia y capilla de Nuestra Señora de las Nieves, con sus puertas, herraduras y llaves"


Dicho propósito no pudo realizarse por Antón Cerezo, en el que Francisco Palomar, su hijo, continuó la labor ya instaurada y se convirtió en el fundador de la Ermita.

A prlncipios del siglo XVIII, la Ermita es encontrada en ruinas y en el año 1717 la reconstruye Cristóbal del Castillo, considerado por error posterior como fundador de la Ermita.

El Obispo Dávila la registra en sus Sinodales de 1735. El obispo Delgado en 1767, ordena que se "trasteje" la Ermita y su sacristía pues se mojaba con las lluvias. Así llegamos al año 1799 en que el Obispo Verdugo la encuentra en mejores condiciones y ordena confeccionar el libro de cuentas de la Ermita que hasta hoy existe.

En el año 1916, un ligero terremoto afecto a la Ermita de las Nieves y el Párroco de Agaete escribe al Obispo de Canarias el 17 de marzo del indicado año, dándole cuenta del hecho y solicitando permiso para reparar la pared que correeponde al retablo donde se halla la Imagen de la Virgen de las Nieves para levantarlo de nuevo y reforzar. El día 21 del mismo mes y año, el Obispo autoriza dichas reparaciones.


Ermita de Nuestra Señora de las Nieves
Bien de interés cultural RI-51-0003865 desde el 15 de diciembre de 19711
Ermitadelasnieves.jpg
Localización
PaísEspaña
DivisiónAgaete
DirecciónAgaeteBandera de España España
Coordenadas28°06′05″N 15°42′39″O
Información religiosa
CultoIglesia católica
DiócesisDiócesis de Canarias
AdvocaciónNuestra Señora de las Nieves
PatronoVirgen de las Nieves (Agaete)
Historia del edificio
Construcción1532
Datos arquitectónicos
TipoErmita










La ermita de San Juan Bautista es una pequeña y humilde ermita situada en la montaña de Las Terras del barranco de Guayadeque,1​ perteneciente al término municipal de AgüimesGran Canaria, en la comunidad autónoma de CanariasEspaña.

Fue construida a finales del siglo xix, pero debido a su mal estado, se llevó a cabo una gran restauración en 2010.








La ermita de San Juan de la Montañeta data de 1690 y se encuentra en el barrio de San Juan del municipio grancanario de Santa María de Guía de Gran Canaria, declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento por decreto 176/2018, de 10 de diciembre, publicado en el BOC n.º 245. Miércoles 19 de diciembre de 2018.1

Historia[editar]

De acuerdo con el modo de vida del momento y siguiendo los cánones del Derecho Canónico, el 4 de junio de 1690 el Alcalde y Regidor Perpetuo de la Isla Juan de Vitoria y Vélez de Guevara y su esposa María del Pino Acosta Luján fundan en unos terrenos hacía el Sureste del casco de Guía, cerca del inicio del Barranco de las Garzas, tierras que son de su propiedad y que incluyen una pequeña loma o montañeta, una ermita consagrada al Santo Precursor San Juan Bautista. En la escritura de fundación exige a sus sucesores “la celebración del culto y aseo”, además de “una misa cantada el día del nacimiento de San Juan Bautista”.2

Su ubicación se encuentra en la cima de la mencionada loma rocosa, razón por la cual esta ermita sería conocida como San Juan de la Montañeta.

Este sitio sería visitado por distintas autoridades eclesiásticas, como la del obispo Antonio Tavira (1793) y José Romo (1836).3

Pero la ermita no siempre gozó de esplendor, ya que en distintos momentos de su historia fue objeto de abandono (fines del siglo XVIII, década de 1820…). Así se encontraba al llegar 1900, a la sazón convertida en pajar, razón por la que su nueva propietaria, María Antonia Aríñez Padrón, y su esposo Luis Molina Rodríguez se empeñan en rescatarla respetando sus elementos arquitectónicos tradicionales. Esta señora, que con cariño era conocida como “Mariquita Antonia”, tiene su nombre perpetuado en una inscripción que figura en el escalón superior de la escalinata que lleva a la plaza donde está la ermita, con fecha de 1927.4

Es tan acogedor y espectacular el paraje de La Montañeta que no es extraño que distintas parejas lo eligiesen como su lugar de casamiento.5

estado actual[editar]

En estado ruinoso. Este marco singular es nuevamente objeto de desidia. A pesar de que recientemente ha sido declarado como Bien de Interés Cultural (BIC)1​,ha sido de víctima varios actos vandálicos, razón por la cual las imágenes del titular y de Santa Bárbara han sido trasladadas a otro edificio de uso social (no han tenido la misma suerte las otras imágenes). 5

Arquitectura[editar]

Exterior[editar]

El modo en que fue construida se ajusta a la tradición insular: domina la sencillez del conjunto hecho en mampostería, que mide unos 68 m², en el que, como elementos que la singularizan, además de la ubicación elevada destaca el pórtico almenado que corona el frontis (una de las almenas laterales sirve como campanario). Su única puerta tiene arco de medio punto que está apoyado con jambas destacadas de cantería. Todo el templo está rodeado de bancos adosados o poyos.5

Interior[editar]

Su interior tiene artesonado ochavado con tirantes de sujeción decorados con lacería. El techo tiene curiosidad al añadido de varios relieves con forma de querubines.5

Otros elementos del interior son el retablo, que no es tal, pues se trata de un efecto de engaña ojos pictóricos sobre la pared del fondo, así como la pila de agua bendita con ornamentación en volutas que recuerda la de la ermita de San Sebastián del casco urbano.5

Dado el lugar estratégico en que se encuentra el Santuario, a la población aledaña se le conocería pronto con el topónimo de San Juan, importante zona agrícola de la comarca del noroeste insular, que llegó a aparecer como punto de referencia en algunos mapas en distintos momentos.5

Imaginería[editar]

La señora Aríñez puso el templo al servicio del barrio en el que se encuentra. Para ello adquirió una pequeña imagen de San Juan Bautista niño (modalidad que se conoce popularmente como “San Juanito”), al parecer traído desde Artenara, imagen que todo el año está en su trono de baldaquino con columnillas salomónicas. El titular, por decirlo de forma coloquial, tiene su “pareja” en una escultura también de pequeña escala y de candelero que representa a Santa Bárbara.5

Ambas santidades siempre están juntas, ya que esta última acompaña al titular en su procesión de junio y San Juan hacía lo mismo en la desaparecida salida en diciembre de la Abogada contra los truenos y Patrona de astilleros.5

La ermita contaba también con otras dos imágenes, estas aún de menor tamaño y de factura popular: el Niño Jesús y San Antonio de Padua.








La Ermita de San Sebastián se encuentra en el municipio de Guía de Gran Canaria en la isla de Gran Canaria (Islas Canarias). El templo está dedicado a San Sebastián de Narbona,

Historia[editar]

Por la devoción que se le profesaba este santo, se extendió la creencia según la cual, si se le erigía un santuario en la entrada de una ciudad o villa, el Santo frenaría la llegada y propagación de las enfermedades de rápido contagio.

Desde muy temprano cuenta la localidad con santuario dedicado al mártir narbonés. Su fundación está detallada en 1528, por lo que puede considerarse como el tercer templo en ser levantado en Guía, ya que en dicho año habían sido erigidas las ermitas de Santa María de Guía (que pronto, en 1533, subiría al rango de parroquia) y de San Roque (otro de los santos abogados contra las enfermedades epidémicas, que data de 1525 y se encuentra en la entrada Sur de la ciudad, por lo que tenían que pasar a su lado quienes llegaban al casco urbano desde las medianías).

El pequeño edificio actual dedicado a San Sebastián tiene unas proporciones comunes a las ermitas canarias. Puede ser el original del siglo XVI; así lo sugieren los dos especie de volutas exentas que flaquean la espadaña o campanario central. El lugar elegido para su construcción es el acceso Este al casco de Guía, muy próximo al cauce del Barranco de las Garzas y al primero de los tres puentes históricos por los que se entraba a la localidad.

Arquitectura[editar]

Su interior destaca en la sencillez general. Por señalar algunos de los pocos elementos artísticos con los que cuenta, pueden citarse el artesonado con tirantes simples, el altar decorado con frontal en el que figuran dos saetas cruzadas, símbolo del santo y, sobre todo, la pila de agua bendita cuya decoración de relieve en volutas recuerda a la que la ermita de San Juan de La Montañeta.

En las últimas obras de restauración desaparecieron dos vallas abalaustradas que separaba el presbiterio de la única nave, aunque se mantuvo el emblema del santo en una inscripción en el suelo delante del altar.

Representaciones de San Sebastián[editar]

San Sebastián esculpido por Luján Pérez

La talla primitiva de la ciudad se sospecha que es una encontrada hace décadas en las Cuevas de Fregenales, de rasgos arcaizantes cercanos al gótico.

La escultura sería relevada en el culto por la que realizó José Luján Pérez en 1794, de la cual la doctora en Historia del Arte María de los Reyes Hernández Socorro destacó “su gracilidad, dinamismo y cuidada estética compositiva ”.1

Según la tradición, el imaginero guiense se conformó con cobrar por esta obra solo “una cuarterola del buen vino que tenía doña Ignacia de Silva en sus bodegas de Llanos de Parra.1

Devoción Popular[editar]

La amplia devoción popular en Guía al Santo asaeteado se manifiesta en la creación de coplas que hacen mención a hechos variados. Entre ellos, se cuenta que alguien solía atar a su burro en un naranjo, que sería el elegido para acompañar a la imagen guiense, que dice:

“San Sebastián, Santo mío, trocito de naranjero, ¿Te acuerdas de cuando eras de mi burro amarradero?”.2

Otro hecho, éste sí palpable hasta la segunda mitad del siglo XX, es que muchos niños dejaban “hierbita para los camellos de los Reyes Magos”, a lo largo de la jornada del 5 de enero, lo cual provocó el dicho:

“Ahí vienen Los Reyes por San Sebastián, el más chiquitito se llama Gaspar”.2

Ya se indicó que la ermita siempre fue propiedad de los vecinos, y de ellos salían los organizadores de la Fiesta del Santo. La celebración estaba tan arraigada que, durante mucho tiempo el 20 de enero (festividad liturgia de S. Sebastián) era designado como una de las fiestas locales por parte del Ayuntamiento. Entre los actos que se llevaban a cabo destacaban el traslado procesional del mártir hasta el templo parroquial y posterior regreso “a su casa”, las carreras de burros desde la entrada de La Atalaya y la suelta de globos o “sopladeras”.2

Pero no siempre se celebró con el mismo esplendor al Sto. de Narbona en Guía, ya que a tiempos de realce le sucedían periodos de no fiesta, años en que la imagen del titular de la ermita era custodiada en el templo parroquial.2

En cuanto a las etapas álgidas durante el siglo XX, cabe destacar a una señora, conocida como Lolita Jiménez, que se desvivía porque las fiestas fueran lo más lucidas posibles. Otro momento tuvo lugar en la década de 1970 gracias al desvelo de un entusiasta grupo de ciudadanos. En los años 2000-2001 la ermita fue sometida a una necesaria restauración pues había llegado a verse en un auténtico estado ruinoso, y la organización corrió durante un tiempo a cargo de la Asociación Cultural Rafael Bento y Travieso.

La última vez que ondeó la bandera de San Sebastián en el mástil de su ermita fue hace ahora 10 años, en 2011, curiosamente cuando se cumplían dos siglos de otra epidemia que afectó fuertemente al norte de Gran Canaria (es este caso una feroz fiebre amarilla) y simultánea plaga de cigarras que daría origen a las Fiesta de las Marías.


Ermita de San Sebastián
Ermita de San Sebastián (Guía).jpg
Localización
PaísEspaña
DirecciónGuía de Gran CanariaGran Canaria Bandera de España España
Información religiosa
CultoIglesia católica
DiócesisCanarias
AdvocaciónSan Sebastián de Narbona
Historia del edificio
Construcción1528
Datos arquitectónicos
TipoErmita
EstiloArquitectura popular canaria

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