martes, 23 de mayo de 2023

HISTORIA DE ESPAÑA

 IGLESIAS DE ESPAÑA

La iglesia de San Francisco de Palencia (Castilla y LeónEspaña) es un templo de culto católico construido fundamentalmente en el XIII en estilo gótico y con añadidos posteriores renacentistas y barrocos. Administrada por el obispado de Palencia, el edificio fue parte del desaparecido convento de San Franciscomonasterio que fue sede de las Cortes de Castilla y residencia real. Fue declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional en 1992.

Historia[editar]

El convento fue fundado, según bula papal de Inocencio IV, por los años 1246-1247, teniendo como promotor al obispo palentino Tello Téllez de Meneses, que gobernó la diócesis entre 1208 y 1247. Hacia 1265 los franciscanos conventuales tomaron posesión del edificio. En 1496 los llamados franciscanos claustrales relevaron a sus hermanos conventuales. Dos incendios en 1580 y 1659 destruyeron los archivos, que lo fueron de la ciudad, su biblioteca y gran parte de los edificios originales, que fueron reconstruidos en 1664. En 1620 se adosó a la iglesia la capilla de Nuestra Señora de la Soledad, donde venera esta advocación mariana y tiene su sede la Cofradía homónima.

San Francisco experimentó importantes reformas y ampliaciones hasta el siglo xviii. En su momento de máxima extensión, el vasto recinto conventual, que llegó a incluir cuatro grandes claustros, llegaba hasta la actual plaza de Abilio Calderón, el Teatro Principal y el también franciscano Monasterio de Santa Clara, es decir, abarcaba varias manzanas de casas hacia el sur y el oeste, sobre el polígono que hoy delimitan la calle Joaquín Costa, la calle Burgos y la avenida Casado de Alisal.

Tuvo también, hasta su extinción, una fábrica de sayal que abastecía de hábitos a los demás conventos de la Orden. Su importancia histórica en la Baja Edad Media queda atestiguada por las veces en que fue sede de las Cortes Generales de Castilla (en 1286 y 1313), y residencia circunstancial de monarcas y dignatarios eclesiásticos que se encontraban de paso en Palencia. En 1388 fue sede también de un concilio nacional presidido por el cardenal Pedro Martínez de Luna, el luego antipapa Benedicto XIII. Varios personajes de la nobleza castellana dispusieron ser enterrados aquí.

Interior de la iglesia.

Durante la Guerra de la Independencia Española sirvió de cuartel para las tropas francesas y sufrió importantes destrozos. Tras las leyes desamortizadoras de 1835-1836 y la exclaustración de los monjes, las dependencias sirvieron durante décadas para todo tipo de usos administrativos y militares, situación que agravó el deterioro del viejo conjunto conventual. En 1878 la Compañía de Jesús, regresada a Palencia -donde había regentado un Seminario menor y su propia iglesia, la de Nuestra Señora de la Calle- luego de su expulsión en el siglo xviii, recibió del obispado el permiso para administrar la iglesia, usufructo que adquirió condición perpetua en 1915. En el siglo xx el cuerpo principal del convento, asomado a la plazuela de la Sal, fue derribado para construir en él la Delegación Provincial de Hacienda. Esta desaparición redujo las dependencias supervivientes a la iglesia y un claustro de dos pisos de arquerías, barroco del siglo xvii, con columnas de orden jónico, cuya restauración concluyó en 2016.1​Los jesuitas abandonaron Palencia el 16 de junio de 2018, quedando la iglesia de san Francisco administrada por la diócesis palentina a partir de ese momento.2​La iglesia de san Francisco es también sede de la Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Crucificado y Nuestra Madre Dolorosa, fundada en 1949.

Descripción[editar]

Es muy característica la austera fachada exterior, enmarcada por un frontal de aspecto triangular que sobreeleva una doble espadaña con troneras, la una en lo que sería el vértice del triángulo y la otra, proyectándose a una mayor altura en el mismo plano, a modo de torre aneja. En el centro del hastial se abre un gran arco ojival intradosado con tres óculos polilobulados y un rosetón, añadido a imitación gótica en el siglo xix. A la iglesia se accede por un pórtico con arquería de un gótico primitivo carente de ornamentación, más allá de la decoración vegetal de los capiteles sobre columnillas geminadas, el cual no es sino el ala este del antiguo claustro gótico, cuyas tres restantes crujías, que discurrirían por los lados de la actual plaza de San Francisco, han desaparecido. En este hoy pórtico se conserva una sencilla capilla llamada de la Tercera Orden Franciscana y otra, típicamente cenobítica, cuya bóveda y muros están totalmente revestidos de calaveras, tibias y fémures cruzados. A su lado, una pequeña hornacina cerrada con una reja conserva la reliquia de algún santo penitente.

Bóveda gótico-renacentista en la capilla de san Ildefonso.

Interiormente el templo presenta una planta de nave única dividida en siete tramos, los dos primeros destinados a cobijar el coro alto sobre arcos escarzanos, más la cabecera formada por el presbiterio y un ábside de tres paños. La nave mide 39 metros de longitud por 13 metros de ancho. A los lados de la nave se abren en cada tramo capillas y altares devocionales de diferentes estilos, destacando la Capilla de San Ildefonso, realizada por Juan de Corral en el siglo xvi, con bóveda gótico-renacentista de compleja crucería. La nave la cubre una bóveda barroca con yeserías y lunetos que sin embargo aprovechó los viejos arcos perpiaños ojivales. Es muy probable que la cubierta original fuera toda ella un artesonado, según da a entender el que cubre el sotocoro; en el mismo se distingue una parte del siglo xv, decorada con los escudos reales de León y Castilla, las llagas franciscanas y los blasones de obispos y otros personajes, y otra posterior del siglo xvi decorado con los escudos del obispo Juan de Castilla. El coro, construido hacia 1510, aloja un órgano barroco.

Un muy estrecho crucero, justo antes de la cabecera, delata particularmente la primigenia fábrica gótica, en una nave muy reformada en las épocas renacentista y barroca. Se supone que en este espacio estuvieron los sepulcros de Diego López de Haroseñor de Vizcaya, y de otros personajes ilustres de la época. El crucero se cubre con bóveda de crucería, al igual que los pequeños ábsides laterales y la capilla mayor, con el presbiterio y el ábside, aunque aquí la crucería está muy alterada en épocas posteriores con la incorporación de nervios intermedios, unos prominentes medallones en las claves, profusa policromía y escudos nobiliarios de la familia Mendoza.

La capilla mayor y el retablo, barroco del siglo xviii.

Retablo mayor[editar]

El ábside de la capilla mayor está cubierto por un retablo barroco dorado de estilo churrigueresco, realizado en 1732 por el vallisoletano Pedro de Correas, correspondiendo la obra escultórica a José de la Sierra. El mueble se compone de dos cuerpos divididos en tres calles y coronados con un ático-cascarón, y aloja diversas tallas exentas y relieves embutidos en medallones y cartelas. En la iconografía predominan santos de la Orden Franciscana, como San Pascual BailónSan Juan de CapistranoSan Pedro de Alcántara y San Jaime de la Marca, pero también incorpora a dos santos jesuitas. En la calle central se sitúan, de abajo arriba, el Sagrado Corazón de Jesús, la Asunción de María (ambas obras modernas, del siglo xx) y el abrazo de San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán, custodiados por ángeles que portan los escudos franciscano y dominico. Los relieves representan distintos momentos de la vida de la Virgen: el Nacimiento, los Desposorios, la Anunciación, la Presentación y el Nacimiento de Jesús.

Sepulcro tardogótico de los Sarmiento (s-XV).

Capilla de los Sarmiento y sacristía[editar]

En la antesala de la sacristía, en el lado derecho, se ubica la Capilla de la familia Sarmiento. En el espacio, cubierto con bóveda de crucería simple, destaca el artístico y bien conservado sepulcro de yeso, del siglo xv, obra de Alonso Martínez de Carrión, con escultura orante de piedra bajo arcosolio carpanel, trasdós conopial y, en la parte superior, dos leones tenantes que sostienen el escudo de la familia. Una profusa decoración de chambrana de estilo gótico flamígero e hispano-flamenco cubre todo el frontal. El monumento funerario, tan susceptible de deterioro por la fragilidad del material con que está hecho, se encuentra protegido con una reja de forja.

En el centro de la capilla se encuentra el sepulcro del infante Tello Alfonso de Castillaseñor de Aguilar de Campooseñor de Vizcaya, hijo bastardo del rey Alfonso XI y hermano de los también monarcas Enrique II y Pedro I el Cruel, inhumado en el convento tras su muerte en 1370.3

Sepulcro del infante don Tello de Castilla.

Se trata de un bello, aunque incompleto y deteriorado, sepulcro gótico en madera policromada. En la lauda reposa la figura yacente del difunto, vestido con el hábito franciscano y una espada en sus manos (desaparecida); la cabeza, con rubios cabellos y barba, reposa sobre una almohada engalanada con los escudos de las casas de Aguilar y de Haro. Estos mismos escudos, sostenidos por angelotes, fueron reproducidos en el frontal de la lápida de piedra que se colocó en el siglo xvi. El frontal posterior de la caja sepulcral muestra un relieve de la Crucifixión que se conserva en mejores condiciones que el resto. Antiguamente este sepulcro se situaba en la capilla mayor, pero fue retirado de allí por los franciscanos. Perdido durante muchos años, el sarcófago reapareció con motivo de unas obras en 1978. Un arcosolio cegado en momento indeterminado y situado en el muro del Evangelio de la capilla mayor delata el emplazamiento original del sepulcro.

La capilla incorpora otras piezas de interés, como una pintura de la Anunciación, atribuida a Juan de Villoldo (s. XVI), varios retratos de papas y reyes o una mesa de nogal bellamente trabajada en estilo barroco. Contigua a esta estancia está la vieja sacristía, antigua sala capitular del conjunto monástico, que posee una cajonería barroca; pero el elemento más valioso de la misma es su techumbre de madera, una armadura mudéjar, realizada en el siglo xv con estructura octogonal.

Otros bienes muebles[editar]

La nave de la iglesia reúne, en la serie de capillas laterales, una notable colección de retablos barrocos y neoclásicos de los siglos XVII y XVIII. Entre las piezas sueltas destacan un Cristo Crucificado, obra del escultor tardogótico Alejo de Vahía († ca. 1515), quien la debió ajecutar a últimos del siglo xv o en torno a 1500, y una Dolorosa, cuyo interés artístico es menor al tratarse de una escultura del siglo xix. Ambas tallas tienen como titular a la Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Crucificado y Nuestra Madre Dolorosa, que las procesiona en la Semana Santa palentina.







La iglesia de San Martín es un antiguo templo parroquial de la localidad de Paredes de Nava (PalenciaCastilla y LeónEspaña), construido en el siglo siglo xv aunque ampliamente reformado en el XVII. En la actualidad acoge el Centro de Interpretación de Tierra de Campos y la Oficina de Turismo de Paredes de Nava.

Historia[editar]

Situada en el barrio al que da nombre, San Martín podría tratarse de la más antigua de las cinco iglesias con que contó Paredes de Nava —de las cuales cuatro han sobrevivido hasta hoy, con distinto estado de conservación— pues ya en el siglo xiii existen referencias documentales a ella. Se situaba frente al ya desaparecido palacio de los Manrique, condes de Paredes. Nada queda de aquella antigua fábrica, ya que en el siglo xv, dentro aún de la etapa gótica, se levantó en el mismo lugar un templo de mayores proporciones. En el siglo xvii este segundo templo, construido en piedra, sufrió una profunda reforma y ampliación que afectó a las cubiertas de las naves, secciones de los paramentos y la cabecera; todos ellos fueron rehechos en ladrillo, el mismo material empleado para levantar la torre, dando como resultado una fábrica de aparejo mixto.

Cabecera de la iglesia.

El paulatino declive demográfico y económico de Paredes de Nava afectó negativamente a esta parroquia. Carente de medios para su mantenimiento y muy deteriorada, cerró sus puertas al culto a mediados del siglo xx. Años después, el templo comenzó a salir del olvido gracias a la iniciativa de los habitantes de la villa, siendo rescatado de una aniquiladora ruina. Las actividades de la Asociación Cultural y Social Villa de Paredes, que incluyeron la recuperación de la representación el 5 de enero del Auto de los Reyes Magos y un proyecto de Museo Etnográfico que no llegó a consolidarse, preludiaron la integración de San Martín en el Plan Director diseñado para la conmemoración en 2003 del V Centenario de la muerte del ilustre pintor paredeño Pedro Berruguete. Así, el edificio fue completamente restaurado y acondicionado para alojar el Centro de Interpretación de Tierra de Campos (véase epígrafe específico) y la Oficina Municipal de Turismo.

Descripción[editar]

La planta es de tres naves, siendo más elevada la central que las laterales, y consta de seis tramos más una cabecera rectangular. Diez pilares de fuste prismático soportan unas cubiertas que la reforma barroca acometida en el siglo xvii convirtió en falsas bóvedas de arista, enlucidas y molduradas. El falso crucero, ante el Presbiterio y la Capilla Mayor, fue cubierto con una cúpula gallonada decorada con yeserías y apoyada sobre pechinas, en las cuales se colocaron relieves de cuerpo entero de los cuatro Evangelistas. Se considera al artista paredeño Felipe Berrojo de la Rúa autor de este trabajo.

La torre, salvo el cuerpo inferior, que conserva la sillería medieval, fue reedificada en ladrillo macizo, al estilo mudéjar, adosada a la cabecera. La puerta principal de acceso se localiza en el lado de la Epístola (sur), y se abre al exterior a través de un elegante aunque deteriorado arco de estilo gótico-isabelino, con intradós carpanelado, tímpano vacío y trasdós conopial festoneado con cardinas y rematado en cogollo. Se halla este último elemento decorativo mutilado, al igual que las pilastrillas laterales, a las que les falta el cuerpo superior. En el pavimento del pórtico aparece una fecha, 1580. Se sabe que el maestro cantero Vítores trabajó en esta obra.

Portada tardogótica.

Algunas de las obras de arte que alojaba el templo se conservan hoy en el Museo de la Iglesia de Santa Eulalia, como el Retablo de San Pedro Mártir, atribuido a Pedro Berruguete, dos tallas de San Bartolomé y San Tadeo, del conocido como Maestro de Paredes, y un Cristo Crucificado.

Centro de Interpretación de Tierra de Campos[editar]

Dispuesto en toda la superficie del templo y abierto al público en 2004, consiste en un montaje expositivo que expone los diversos aspectos de la comarca a través de sus orígenes, historia, sociedad, cultura, entorno natural, etc. Los paneles informativos hacen un especial hincapié en el devenir histórico de Paredes de Nava, tomada como ejemplo de villa terracampina. El recorrido programado se extiende desde la Prehistoria hasta nuestros días, pasando por la época de mayor esplendor de la villa, en los siglos XV y XVI, en la que vivieron sus hijos más ilustres. El Centro de Interpretación incluye una interesante exposición de maquetas de modelos de palomares de Tierra de Campos, ejemplo de arquitectura rural característico de la comarca.

Iglesia de San Martín
Paredes de Nava - San Martin 03.JPG
Localización
PaísEspaña
Divisiónprovincia de Palencia
DirecciónBandera de España Paredes de NavaEspaña
Coordenadas42°09′17″N 4°41′38″O
Información religiosa
CultoIglesia desacralizada
DiócesisPalencia
OrdenSin culto
AdvocaciónSan Martín
PatronoMartín de Tours
Historia del edificio
ConstrucciónSiglo xv-siglo xvii
Datos arquitectónicos
TipoIglesia
EstiloGótico y Barroco









La iglesia de San Andrés se encuentra en el municipio de Mantinos, en la provincia de PalenciaCastilla y León.

Historia[editar]

La fecha de construcción del templo es del año 1777, si bien se sabe que fue construida aprovechando los restos materiales procedentes de la espadaña de un templo más antiguo. Estos restos se emplearon como sillares para levantar la torre.

Exterior[editar]

El presbiterio se cubre con bóveda de crucería, lo que nos parece indicar que existió otra con anterioridad. Está construida a base de mampostería y ladrillo, dispone de una sala nave dividida en tres tramos que se cubren con bóvedas de cañón con lunetos.

Interior[editar]

Destaca, en el lado de la Epístola, una buena escultura de Santa Águeda del siglo XVIII. El retablo mayor del presbiterio es salomónico, con el tabernáculo con escultura de San Pedro y San Pablo. Dispone también de una escultura de San Andrés del siglo XVII y otra de San Antón del siglo XVIII.

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