ÉPOCA MEDIEVAL
Pedro o Pero Ferrús o Ferruz (fl. 1380) fue un poeta castellano del siglo XIV, el principal de la corte de Enrique II junto con Alfonso Álvarez de Villasandino, que le sobrevivió.
Biografía[editar]
Vivió durante los reinados de Pedro I el Cruel y su medio hermano bastardo Enrique II el Fratricida en Alcalá de Henares; fue marrano o judío converso al cristianismo y sostuvo una relación amorosa con una tal Bellaguisa. Escribió en el estilo trovadoresco provenzal en una época en que este estilo fue muy popular en la Corte. Se burló sin acritud en un poema de tres rabinos de la judería de Toledo, en cuya sinagoga se había aposentado, pues le asustaron con sus cantos y largas barbas al amanecer cuando lo despertaron porque habían venido a rezar.2
Con tristeza e con enojos / que tengo de mi fortuna / non pueden dormir mis ojos / de veinte noches la una. / Mas desque a Alcalá llegué / luego dormí e folgué / como los niños en cuna. / Entre las synogos amas / estó bien aposentado / do me dan muy buenas camas / e plaser e gasajado / mas cuando viene el alba / un rabí de una grant barba / óigolo a mi diestro lado...3
Su lírica celebra el reinado de Enrique II de Castilla y utiliza numerosas referencias de los libros de caballerías, en especial una versión primitiva del Amadís de Gaula en tres libros:
Amadís el muy fermoso / las lluvias y las ventiscas / nunca las falló ariscas / por ser leal e famoso: / sus proesas fallaredes / en tres libros, e diredes / que le Dios dé santo poso.
Su contemporáneo, el canciller, poeta e historiador Pero López de Ayala fue amigo suyo. La mayor parte de su obra conservada, cinco poemas, está contenida en el Cancionero de Baena (301-305). Una de ellas, la Cantiga de Pero Ferruz para los rabíes, quizá está escrita a consecuencia de los pogromos habidos entre 1388 y 1391 y suscitó la Respuesta de los rabíes a Pero Ferruz, quizá escrita por Pero Ferrús mismo.
Otra es el Dezir de Pero Ferruz al Rey don Enrique (1379), compuesta en el año del fallecimiento de este monarca, del que ofrece una estampa biográfica en primera persona; es demasiado extenso para ser un epitafio:
Nunca yo cesé de guerras / treinta años continuados. / Conquerí gentes e tierras / e gagné nobles regnados: / fiz ducados e condados / e muy altos señoríos / e di a extraños e a míos / más que todos mis pasados / [...] Sabed que con mis hermanos / siempre yo quisiera paz; / andoviéronme tiranos / buscándome mal asaz. / Quísolo Dios, en quien yaz / el esfuerço e poderío, / ensalçar mio señorío / e a ellos di mal solaz...4
Por último, el Dezir de Pero Ferruz a Pero López de Ayala fue compuesto entre 1379 y 1390; se trata de un poema en que se exhibe una pedregosa erudición en forma de enumeración de héroes griegos, romanos, bíblicos, caballerescos y musulmanes. La lista incluye a Gerión, Caco, Escipión, José, el rey David, el rey Arturo, Galahad, Roldán, Amadís de Gaula, Saladino, Bernardo del Carpio, el Cid y Fernando III el Santo; la lista culmina cortesanamente con Enrique II de Castilla). La única alusión personal es a lo poco que le gustaba a López de Ayala la sierra, porque temía su frío y sus temporales.
Fray Diego de Valencia (Valencia de Don Juan, segunda mitad del siglo XIV - primera mitad del siglo XV) fue un poeta leonés judeoconverso.
Perteneció a la Orden franciscana y llegó a ser doctor en teología. También fue un reputado médico, astrólogo y maestro en otras ciencias (gran letrado, físico, astrologo, é mecanico). Se han conservado varios de sus poemas en el Cancionero de Baena. En sus sátiras contra sus antiguos correligionarios utiliza términos rabínicos y palabras en hebreo, que rima con palabras castellanas. En uno de sus más famosas sátiras se refiere a Juan de España. Del mismo modo que él dudaba de la sinceridad de la conversión de este, también la suya estaba en tela de juicio, y se le consideraba no tanto un marrano (que judaizara en secreto) como un indiferente en materia religiosa.
Gabriel Sánchez - (¿Zaragoza? ¿?-Segovia 1505) fue un funcionario de la corte de Fernando el Católico, en concreto llegó a ser el tesorero del Rey y fue protector de Cristóbal Colón.
Familia[editar]
Pertenecía a una familia de conversos de origen judío-aragonés, familia que ocupó puestos claves en la Tesorería de la Corona. Gabriel Sánchez en 1481 tras la renuncia de su hermano alcanzó el puesto de tesorero general en la corte. Sus hermanos tramaron el asesinato del inquisidor Pedro Arbués y huyeron a Italia, hechos por los que la Inquisición persiguió a las principales familias conversas de la ciudad, los Santángel, parientes de Luis de Santángel, y los propios Sánchez entre ellas. Cedió a su hijo Luis el oficio de tesorero, el 17 de septiembre de 1505, falleciendo poco después en Segovia.
Correspondencia[editar]
La correspondencia que Cristóbal Colón le remitía, hace presuponer un rol similar al de Luis de Santángel en la consecución de la empresa llevada a cabo por Colón. Las Cartas anunciando el descubrimiento de las Indias no están exentas de dudas sobre su autoría.
Legado Arquitectónico[editar]
En la actualidad solo se conserva, en el Palacio de Montemuzo, la techumbre procedente del derruido Palacio de Torrellas que mandara construir el mismo,. Esta techumbre está fechada en el cambio de los siglos XV a XVI. Tipológicamente es similar a la del Salón del Trono del Palacio de la Aljafería. El Palacio de Torrellas se encontraba al inicio de la calle de Alfonso I en Zaragoza, en el actual emplazamiento del pasaje del Ciclón.
Diego García de Cáceres (Cáceres, España, hacia 1517-Capitanía General de Chile, 1586) fue un conquistador español del siglo XVI.
Diego García de Cáceres | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | 1517 Extremadura (España) | |
Fallecimiento | 1586 | |
Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Militar |
Biografía[editar]
Fue hijo de Diego García y Francisca Sánchez, quienes posiblemente se dedicaran al comercio por su condición de judíos conversos, según las manifestaciones del historiador chileno Carlos Larraín de Castro que hizo un estudio sobre las creencias religiosas de la mayoría de los capitanes que intervinieron en Chile con Pedro de Valdivia.12345
Intentando alejarse de su entorno, por razones religiosas, y buscando mejores horizontes, el 13 de abril de 1535, García de Cáceres, obtenía la licencia para embarcarse hacia el Nuevo Mundo y llegaba al territorio centroamericano de Veragua, que comprendía la vertiente atlántica, o caribeña, de Nicaragua, Costa Rica y Panamá, en la expedición conquistadora del que había sido nombrado gobernador de aquella comarca, el madrileño Felipe Gutiérrez y Toledo.
Por las embarazosas condiciones del terreno, la escasez de alimentos, la belicosidad de los indígenas y la dureza del trato que les daba el gobernador a sus soldados y a los naturales de aquellos territorios, la expedición conquistadora terminó en una fracasada y desastrosa experiencia; de todas formas, el 8 de diciembre de 1535 y a duras penas, consiguieron fundar la ciudad de Concepción (poblamiento que no prosperó). Pero los indígenas no daban tregua a los españoles y éstos tuvieron que solicitar auxilio y refuerzos a la ciudad de Nombre de Dios.
En respuesta, le enviaron un navío y algunos hombres, pero el gobernador en vez de enfrentar la situación, prefirió abandonar el territorio y embarcando en el pequeño navío unos sesenta hombres de los suyos, dejando abandonados a los demás a merced de la indiada de aquellas costas. Felipe Gutiérrez desertó de su gobernación y dejó el cargo y se fue a Panamá, donde tomó un barco para ir a sumarse a las fuerzas peruanas de Francisco Pizarro.
Nuevo rumbo conquistador[editar]
Aprovechando que desde las tierras peruanas Francisco Pizarro solicitaba refuerzos para repeler la rebelión general indígena promovida por Manco Inca, desde Panamá García de Cáceres también tomaba el rumbo sureño y en 1536 se incorporaba a la conquista del territorio peruano. participando en diferentes acciones contra los guerreros de Manco y en la conquista de los indios chiriguanos y de los temibles chunchos.
A partir de 1540 se incorporaba a las fuerzas de Pedro de Valdivia para iniciar la reconquista de Chile que Diego de Almagro, había abandonado por la pobreza del territorio y la belicosidad de los indígenas araucanos. García de Cáceres, como compañero de confianza, participó al lado de Valdivia en las primeras expediciones de reconocimiento y después de los iniciales embates, en 1544 llegaron hasta las márgenes del río Maule. Posteriormente, y a las órdenes del capitán Juan Bautista Pastene, participó en la expedición marítima a la bahía de San Pedro.
García de Cáceres fue uno de los hombres de confianza del conquistador de Chile, ya que según el historiador Jerónimo de Vivar, figuró en las acciones de política decisiva que llevó a cabo Pedro de Valdivia cuando determinó tomar partido a favor de la Corona durante la rebelión peruana que por motivos hegemónicos promovió Gonzalo Pizarro.
Durante la organización de la ayuda que preparaba Valdivia a favor de las fuerzas reales para combatir a los de Gonzalo Pizarro, estando el barco en el puerto a la espera de embarcarse los 22 capitanes que voluntarios se habían ofrecido para combatir a Gonzalo Pizarro, Valdivia con un ingenioso engaño dejaba en tierra a sus hombres y con él se embarcaban solamente 8 capitanes de su máxima confianza que los había invitado a que les acompañaran hasta el puerto sin revelarles la idea preconcebida; entre estos 8 capitanes que embarcaron y que intervendrían en la guerra contra Gonzalo Pizarro, iba Diego García de Cáceres.
Regreso a Chile[editar]
Después de que Gonzalo Pizarro fuera vencido y ajusticiado en la batalla de Jaquijaguana, los conquistadores que fueron de Chile volvieron a sus territorios pero Diego García de Cáceres, entre otros, tuvo que someterse a un interrogatorio por parte de don Pedro de La Gasca para dilucidar la posición y lealtad de Valdivia a la Corona puesto que de ello dependía en confirmarlo o rechazarlo para su nombramiento de gobernador de Chile. Ante el clérigo La Gasca, García de Cáceres y los demás capitanes, confirmaron la intachable lealtad que Valdivia guardaba al Poder Real, y su oposición a la asonada rebelde que había protagonizado Gonzalo Pizarro.
Una vez que se encontraban de regreso en Chile, García de Cáceres emprendía sus acciones, y al lado de Valdivia participaba en la guerra del Arauco destacándose en todas las batallas, especialmente en la del río Biobío y en la de Millarapue en el interior de la Araucanía. Por sus numerosos y destacados servicios a la conquista de Chile, García de Cáceres era recompensado por Valdivia con la más extensa y mejor hacienda que se concedió en Sudamérica: la hacienda de Choapa.
Ese incomparable y extenso latifundio se mantuvo casi inalterado hasta la reforma agraria de 1967, aproximadamente abarcaba desde el valle de Illapel hasta el Valle Hermoso, en la comarca de Valparaíso. Esta propiedad perteneció durante más de cuatro siglos a los descendientes del conquistador extremeño Diego García de Cáceres.
Militar y cabildante[editar]
Además de las numerosas prebendas que le concediera Pedro de Valdivia, García de Cáceres era persona respetada en la comunidad santiaguina, llegando a ocupar los cargos Regidor Perpetuo, Alguacil Mayor, Alférez Real, Alcalde y Procurador de Santiago 1541-1568; Teniente de Gobernador y Capitán General con los gobernadores García Hurtado de Mendoza y su coterráneo Alonso de Sotomayor; además interinamente ocupaba el cargo de gobernador 1583;
Diego García de Cáceres se casó en Santiago de Chile con María de Osorio Paz y Castro y tuvieron los hijos siguientes: Leonor, Juana, Beatriz y Mariana, además de un varón que se llamó Juan Pérez de Cáceres, quien también abrazó la carrera militar. Antes de casar tuvo una hija natural mestiza llamada Catalina de Cáceres,6 tronco de la familia Carrera y la familia Montt. Aunque no se conocen datos de su fallecimiento, parece ser que Diego García de Cáceres muere en su hacienda de Illapel en 1586.
Álvar García de Santa María (Burgos, 1370/1373 - 21 de marzo de 1460) fue cronista, consejero real, regidor y escribano de cámara español de ascendencia judía. Cuando solo contaba con veintidós años, fue nombrado por Fernando I de Aragón consejero real y cronista del reino de Castilla.
Su contribución en la literatura medieval fue importante por formar parte de la redacción de la Crónica de Juan II de Castilla. El historiador Juan de Mata Carriazo afirma que es “el texto más importante de la historiografía castellana del siglo XV y una de las historias más minuciosas e informativas de todos los tiempos”.1
Fue miembro de una poderosa familia judía castellana, los Leví.2 Su hermano, Pablo García de Santa María, obispo de Burgos e historiador, guio a toda la familia a la conversión, hacia el año 1390 cuando se produjeron asaltos a las juderías.
Biografía[editar]
Álvar García de Santa María formó parte de la familia de conversos, los Santa María, y era hijo de Simeón ha-Levi. Su hermano mayor, Pablo García de Santa María, fue el responsable de la conversión a la religión cristiana. Ambos hermanos mantendrán una relación muy unida hasta el fallecimiento de Pablo.
Se desconocen muchos datos de su infancia. Se tiene más constancia de su recorrido a partir de sus capitulaciones matrimoniales en el año 1400. Se casó con Marina Méndez. El matrimonio no tendrá descendencia, pero tendrá una hija aparte, Beatriz, a la que legitimará como tal. Marina muere en los primeros meses de 1439.
En el año1403, Benedicto XIII nombró a su hermano Pablo obispo de Cartagena. Álvar se empezará a encargar de la parte administrativa de este obispado de su hermano. En el año 1407, Fernando I será acompañado por Álvar durante las campañas militares en Andalucía y al año siguiente lo proclama como escribano de la corte real.
En el año 1410, Álvar participó en la campaña decisiva y victoriosa de la toma de Antequera junto a Fernando I. Este suceso ratificó la gloria del infante de Castilla y le benefició a Álvar para convertirse en cronista regio. Al año siguiente, en el año 1411, fue nombrado como regidor de Burgos cuyo cargo ejerció durante más de cuarenta años. En el 1412, Fernando fue nombrado rey de Aragón tras el Compromiso de Caspe. Álvar tuvo la oportunidad de formar parte del equipo de gobierno de Castilla siendo encargado del registro de la Cancillería. Después de unos años se ocuparía también de los abastecimientos de las tropas de la frontera.
En el año 1416, retomó nuevamente el cargo de administrador en el obispado de Burgos de su hermano Pablo. Su posición económica mejoró notablemente en los próximos años mediante la adquisición de tierras e inmuebles en Pampliega (Burgos). También contaba con los ingresos de la Cofradía de San Pedro y Santiago de los Caballeros de Burgos.
Con la llegada al trono de Alfonso V en Aragón, hijo de Fernando de Antequera, hubo modificaciones de carácter político. Álvar fue nombrado como contador del infante Juan II de Aragón y se verá en la posición de proteger los intereses de este.
En la comisión de los regidores en Zaragoza en junio de 1425, Álvar estuvo junto a don Alfonso V para la vista de su proyecto de entrar en Castilla con el fin de liberar a su hermano, Enrique, que estaba secuestrado por don Álvaro de Luna.3 El 3 de septiembre de 1425, se negoció el famoso acuerdo de Torre de Arciel, considerado como el triunfo del partido aragonés que normalizaba las relaciones entre hermanos.
También fue testigo de los acontecimientos que se desarrollaron en Alcántara, en julio del año 1431. Allí don Álvaro de Luna capturó al infante Pedro y puso fin a la resistencia armada que había ejercido junto con su hermano el infante Enrique.
Álvar vivió muchas experiencias al lado de la corona de Aragón de las que sacó provecho para la redacción de la Crónica. El relato fue interrumpido en el 1435, año en el que muere su hermano Pablo. Se alejó de la política castellana durante un periodo corto. A partir del año 1440 volvió a estar presente en las tramas de la corona al lado de Juan II de Aragón.
El 24 de mayo de 1457 hizo su testamento en el que quiso que lo enterrasen en el monasterio de San Juan de Burgos. El 21 de marzo de 1460 fallece.
Crónica de Juan II de Castilla[editar]
Don Álvar García fue elegido por el regente don Fernando I de Aragón para continuar las crónicas reales que se encontraban interrumpidas desde el año 1395, en que Pero López de Ayala termina su labor como cronista para dedicarse al estudio y a las letras. En su análisis historiográfico Fernando Gómez Redondo afirma que
La crónica real, concebida como continuación del tronco cronístico que impulsara Alfonso X, se convierte en manos de don Álvar en un concienzudo relato de la vida cortesana y militar, en un minucioso registro de datos y de noticias, de documentos y de conversiones que el cronista, por la disposición relevante que ocupa en ese marco social, ha podido reunir y ha logrado saber4
Para la reanudación de la crónica, Álvar consiguió tener acceso a un original con materiales suplementarios como cuadernillos, cartas y notas. Sin embargo, los estudios crónicos posteriores afirman que la crónica fue manipulada y contaminada por varios autores.
En el año 1517, en Logroño se imprimió la obra con un prefacio escrito por el cronista Lorenzo Galíndez donde el autor explica la profunda transformación sufrida en la obra por los materiales que habían llegado a él. Como consecuencia de las negligencias y las detenciones que tuvo la crónica, se había producido ya una refundición.
Partes según la autoría[editar]
Lorenzo Galíndez hace todo lo posible para organizar la obra y procede a enumerarla en partes:5
En la primera parte, reconoce la autoría de Álvar desde el año 1406 hasta 1420. Aquí, don Álvar, se limita a registrar los hechos militares y políticos protagonizados por el regente Fernando I de Antequera.
En la segunda parte, que iría desde el 1420 hasta 1435, señala que el protagonista es don Álvaro de la Luna, incluso su presencia supera a la del rey. Según Fernando Gómez Redondo, Juan de Mena podría serlo porque escribió mucho sobre él alardeando de su nobleza durante aquella época.
Desde el año 1435 en adelante, Galíndez cuenta con otras redacciones cronísticas, pero nada de ello le sirve como tronco de la verdadera crónica. La autoría de la obra forma parte de una polémica en la que tanto historiadores como filólogos se han visto involucrados desde mediados del siglo XX. Por lo tanto, existen argumentos diferentes entre los estudiosos de la crónica.
Según Rafael Beltrán, la invalidez del texto como original ya había sido puesta de manifiesto por Inez Macdonald en el año 1941, cuya afirmación fue apoyada por Sánchez Alonso unos años después en el 1947 y por Cantera Burgos en el 1952. Sin embargo, solo Carriazo en el año 1952 propuso la restitución completa del texto del cronista real. Por otro lado, Lore Terracini en el año 1961 alzó una voz solitaria en pro de la coherencia de Galíndez y da la posibilidad de que Pérez de Guzmán o algún otro historiador fuera el responsable de la refundición6
Manuscritos originales y copias[editar]
De la primera parte (1406-1420) se conservan tres copias de un manuscrito original perdido. Dos se encuentran en España en la Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla y en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia en Madrid. La última copia se custodia en la Bibliothèque Nationale de France (París).
De la segunda parte (1420-1434) existe un original y una copia. El primero está en la Biblioteca del Monasterio de El Escorial y el otro en la Biblioteca Nacional de España; ambos se encuentran en la comunidad de Madrid.
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