domingo, 2 de enero de 2022

HISTORIA DE ESPAÑA

 ÉPOCA MEDIEVAL

Rodrigo Cota de Maguaque fue un escritor español del siglo XV, fallecido aproximadamente en 1498. Pocos datos se tienen de su vida, excepto el ser toledano y de origen judeoconverso.

Fue hijo de Alonso Cota, recaudador de rentas reales en Toledo, cuya actividad desencadenó la revuelta anticonversa de Pedro Sarmiento en 1449.

Obra[editar]

Dentro del Cancionero general, publicado en 1511 por Hernando del Castillo, se encuentra su obra Diálogo entre el Amor y un viejo, que le ha hecho merecedor de entrar en la historia de la literatura española en un periodo tan prolífico como es el de los Siglos de Oro. El Diálogo consta de setenta estrofas de nueve versos, divididas en dos partes. En la primera parte, un viejo que se ha retirado para vivir en soledad dialoga con Amor hasta ser convencido por este; mientras que en la segunda parte el Amor se burla del viejo y de su ruina física.

Escribió unos versos contra Diego Arias Dávila, contador mayor de los Reyes Católicos, por no haberle invitado a la boda de su hijo. Estos versos son de gran interés histórico por la descripción de las costumbres de los judíos españoles de la época.

En 1472 o después escribió un epitafio burlón.

Otras obras que se le han adjudicado a Rodrigo Cota son las Coplas de Mingo Revulgo, las Coplas del Provincial y, especialmente, el primer acto de La Celestina, según el propio Fernando de Rojas.

Cerca del año 1497 tuvo que abjurar del judaísmo y se cree que murió poco después.

Importancia e influencia[editar]

Se cree que pudo ser uno de los escritores de La Celestina junto a Fernando de Rojas y Juan de Mena. Su Diálogo ocupa un lugar preeminente dentro de la lírica castellana, no solo por su lirismo, sino por la influencia que ha tenido en la literatura dramática en castellano (pese a no saberse si era obra destinada o no a la representación). En su libro Orígenes del teatro españolMoratín la cita como ejemplo de obra que cumple con los preceptos, con su acción, nudo y desenlace, lo cual se ajusta sobre todo a la segunda parte, donde los rasgos dramáticos son más evidentes, mientras que la primera entra más en el ámbito de las disputas y debates típicamente medievales.

Fuera o no pensada para su representación, es evidente su influjo sobre Juan del Encina, especialmente en dos de sus obras: La representación del Amor y la Égloga de Cristino y Febea.






Jehuda Cresques (1350?-1427?), también conocido por Jafuda Cresques y Jaume Riba, fue un cartógrafo mallorquín de origen judío, y fue probablemente el hombre que coordinó los descubrimientos marítimos de la escuela naval portuguesa de Sagres, en el inicio del siglo XV.

Fue hijo de otro cartógrafo notable, Cresques Abraham, nacido en MallorcaCorona de Aragón. Juntamente con su padre, fue probablemente el autor del famoso Mapamundi conocido como Atlas Catalán de 1375. Nacido en una familia judía, se convirtió al cristianismo tras las persecuciones en Mallorca (simultáneas en toda la Corona de Aragón) de 1391, adoptando entonces el nombre de Jaume Riba (Jacobus Ribus, en latín). Como tal, fue nombrado coordinador portugués de la cartografía de la escuela naval de Sagres en la década de 1420, existiendo el registro de un "Mestre Jacome de Malhorca" con esa posición. La mayor parte de los peritos creen que se trata de la misma persona.






Juan de Valladolid, conocido también como Juan Poeta (Valladolid, c. 1410 - después de 1477), fue un juglar y poeta del Prerrenacimiento castellano perteneciente a la lírica cancioneril.

Biografía[editar]

Judío de nacimiento y, según su enemigo Antón de Montoro, hijo de un comerciante y pregonero verdugo y de una criada de mesón, se convirtió al cristianismo más tarde y habría sido marrano (judío convertido al cristianismo en apariencia que seguía practicando el judaísmo clandestinamente) y entre 1422 y 1444 trabajó como oficial y escribano en la aduana real de Palermo (Sicilia), ciudad gobernada por Alfonso el Magnánimo; en 1444 ya era además encuadernador de los libros del rey; este trabajo le dio oportunidad de acumular cierta cultura. Desde entonces llevó una vida itinerante por Castilla e Italia. Se halla en la corte de Juan II hacia 1453 (cuando fue ejecutado el valido Álvaro de Luna, sobre cuya desgracia escribe: "Tirano, quería robar / y mandar más que no el rey"), y quizás viaja a Córdoba en 1455 con el séquito del marqués de Villena, don Juan Pacheco, uno de sus protectores; acaso de entonces es su contienda poética con el cordobés Antón de Montoro. El 10 de octubre de 1458 aparece de nuevo en Italia, en la corte del marqués Borso d´Este en Ferrara, donde, según un documento, destaca como "poeta vulgar" y repentizando, esto es, improvisando versos. Después viaja a Mantua, pues una carta de recomendación a Francesco Sforza que le dirige el marqués de Mantua Ludovico Gonzaga confirma que se hace notar entre los enanos, bufones y cantores de palacio. Juan Poeta pasa entonces a residir en Milán como bufón de los Sforza. Según otra carta (de Francesco Sforza a la familia Gonzaga, 23 de enero de 1462) para esta fecha ya ha incorporado a sus destrezas de poeta e improvisador otra actividad propia de los truhanes cortesanos: la de espantanublados (conjurar, a través de hechizos, la caída del granizo). El Jueves Santo de 1470 el papa Paulo II concedió una indulgencia general (o perdonança) a los peregrinos que asistieran a la catedral de Valencia y, según unas coplas de corte antisemita de Pedro ManriqueConde de Paredes, Juan de Valladolid estuvo allí. En 1473 estaba en la corte del rey de Nápoles, Fernando, que lo estimaba sobremanera (assai caro) y lo reconocía como homo de singulare ingenio et de bona pratica cortesana. Sin embargo¨, su condición humilde y judaica y sus intentos de disimularla despertaron el veneno satírico de poetas nobles que se consideraban de superior rango también en la poesía. En 1477 estaba en Sevilla en el séquito de Isabel la Católica, quien lo estimaba mucho, según se desprende de los versos del envidioso Antón de Montoro. Después de este año se le pierde la pista y es de suponer que falleció poco después.

En sus invectivas, Gómez Manrique y Pedro Manrique dicen que en uno de sus múltiples viajes -y presuntamente para ir de peregrinación a Jerusalén- fue capturado por piratas musulmanes y llevado a Fez, donde, tras haber renegado del cristianismo, habría sido puesto en libertad y se habría casado con una judía llamada Jamila y con una morisca. Vuelto a España, habría pasado algunos años en la corte de los reyes de Navarra, donde amistó con el príncipe Carlos de Viana, quien le dedicó unos versos en prueba de la amistad que le tuvo; más tarde se instaló en Córdoba, donde habría recibido un honorario grande del concejo de la ciudad e intercambió poemas satíricos con Antón de Montoro.

Obra[editar]

De este interesante personaje, pese a su importancia y fama como poeta cortesano (es objeto de numerosas referencias entre sus contemporáneos), ha subsistido muy poca obra. Dos poemas dirigidos a Álvaro de Luna: "Condestable esclarecido" e "In Dei nomini por quanto" (o el "Testamento del Maestre de Santiago", también atribuido a Fernando de la Torre); dos canciones a la Infanta María (hija de Juan II de Navarra y hermana de Fernando el Católico): "No veros mes osadía" y "Exçelente gentil dama" y un intercambio poético con Gómez Manrique y dos con Antón de Montoro.

Frente a este escaso caudal poético, recibió ocho invectivas de Gómez Manrique, seis de Montoro, dos del conde de Paredes y otras dos del Comendador Román y Ribera, respectivamente. En el Cancionero General hay tres poemas adicionales en su contra: de un galán uno y de dos escuderos los otros. Todos motejan a Valladolid de judío. No ha sobrevivido ninguna respuesta del poeta a dichos textos.






Pero Díaz de Toledo, señor de Olmedilla (Posiblemente en cuenca pero necesita ser revisado, c. 14101​ - 1466) jurista y humanista castellano del siglo XV, sobrino del primer obispo de Málaga, su homónimo, Pedro Díaz de Toledo y Ovalle.

Biografía[editar]

Se le ha solido confundir con Pedro Díaz de Toledo Ovalle, primer obispo de Málaga, de quien sólo era primo hermano; el primero en asentar este error fue el erudito Rafael de Floranes, y lo reforzó la autoridad de José Amador de los Ríos, a quien siguieron Alfred Morel FatioMarcelino Menéndez PelayoAntonio Paz y MeliáRafael Lapesa y Francisco Márquez Villanueva, entre muchísimos otros, pero el hispanista Nicholas G. Round deshizo la impostura definitivamente.2​ Era hijo de una familia de judíos conversos y su abuela, María de Toledo, era madre del relator, secretario y consejero de Juan II de Castilla Fernando Díaz de Toledo. De este último fue hijo Pero [Díaz] de Toledo y Ovalle, que llegó a ocupar la silla episcopal de Málaga a propuesta de los Reyes Católicos, recién conquistada la ciudad. Ambos Pedros, por tanto, eran primos hermanos.

En 1430 figura como estudiante de universidad (posiblemente la de Valladolid) y en 1433 se denomina a sí mismo estudiante de leyes. Unos ocho o diez años más tarde es contratado como escritor para la corona. El 12 de septiembre de 1438 finalizó sus estudios en la Universidad de Lérida. Se doctoró en ambos derechos y, quizá por mor de su tío, el Relator, fue nombrado Alcalde Mayor de las Alzadas —juez de apelaciones— el 15 de octubre de 1440 y luego, en 1441, Oidor de Audiencia, cuerpo de jueces de recursos importantes, generosamente remunerado. Por las mismas fechas o algo más tarde es nombrado también Referendario. Su tío, el converso jurista Fernando Díaz de Toledo, más conocido como "el Relator", era autor del famosísimo libro titulado Notas del Relator, reimpreso continuamente hasta el mismo siglo XVII. En cuanto a Pero Díaz, quien, según sus contemporáneos, era además ex liberalibus artibus satis eruditus ("ducho en las Artes Liberales", fue elegido por Juan II para redactar algunos textos que sirvieran a la educación del príncipe Enrique IV y entre 1442 y 1446 traduce y glosa los Proverbios de Pseudo-Séneca por su encargo, obra tan popular que alcanzó cuarenta ediciones, incluida la primera (Zamora, en la imprenta de Antón Centeneda, 3 de agosto de 1482). Quizá por esta comisión contactó con el poeta don Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, quien entre 1435 y 1437 también había compuesto un libro de Proverbios (El Centón) para la educación del Príncipe a requerimiento de Juan II, y se unió o fue atraído al selecto círculo de traductores, escritores, humanistas e intelectuales que lo rodeaba; en efecto, consta que frecuentó su casa y biblioteca, estuvo a su servicio y le dedicó su traducción del Axíoco del pseudo-Platón. También traduce para él el Ion y el Fedro del legítimo Platón.

Sin embargo su obra de más estima fue jurídica y en latín, el Enchiridion, que le llevó toda su vida y permanece aún inédita y desconocida: es un amplísimo, minucioso y preciso diccionario de conceptos jurídicos de derecho civil y canónico. El rey Juan II, a cuyo consejo ya pertenecía, le pidió que glosara para la educación del Príncipe los Proverbios que con el mismo fin había escrito antes el marqués de Santillana, sin duda antes de la ruptura entre padre e hijo (1446), y dicho texto se conserva (Amberes, Stelsio, 1552). En 1453 forma parte del consejo de doce doctores en el proceso seguido contra el valido Álvaro de Luna, ejecutado en Valladolid; todavía en 1454 sirvió al nuevo rey Enrique IV en una delegación de paz con Navarra, pero por poco tiempo; se hizo ciudadano de Guadalajara y sufrió los ataques del rey Enrique cuando este se dirigió contra la casa de Santillana hacia 1460, por lo que es evidente que ya se había inclinado por la causa del futuro rey usurpador Alfonso el Inocente, proclamado tras la Farsa de Ávila. En un documento de 1459 su nombre figura con el título de «señor de Olmedilla» y es citado como "honrado doctor".

Muerto el marqués de Santillana a fines de marzo de 1458 y seguramente ya bajo el patronazgo del conde de Alba, Fernando Álvarez de Toledo, escribe el Diálogo y razonamiento en la muerte del marqués de Santillana. En los últimos años de su vida estuvo al servicio de Alfonso Carrillo, primo del Marqués y obispo de Toledo, y escribió las Glosas a la Exclamación e Querella de la Gouernagión. Pero Díaz de Toledo murió en 1466 y sus restos y los de su esposa e hijo Francisco reposan en un nicho de la capilla mayor de la iglesia parroquial de Santa María, la de San Juan de los Caballeros, en Alcalá de Henares.







Pedro Díaz de Toledo y Ovalle (Alcalá de Henares, alrededor de 1425 - Granada15 de agosto de 1499) fue un clérigo español, obispo de Málaga. Fue capellán del Marqués de Santillana y de los monarcas Juan II de Castilla y Enrique IV; por último, en el reinado de los Reyes Católicossecretario del rey.

De familia judeoconversa, su primo era el humanista Pero o Pedro Díaz de Toledo, señor de Olmedilla. Tampoco debe confundirse con otro personaje homónimo de su época, el médico Pedro Díaz de Toledo.

Biografía[editar]

Recibió una gran educación, que completó con estudios eclesiásticos en el Colegio de San Bartolomé de la Universidad de Salamanca, donde cursó teología y ambos derechos, civil y canónico.

En 1449 obtuvo una canonjía en Sevilla. Más tarde fue provisor, juez eclesiástico y Vicario General del Arzobispado de Toledo. La reina Isabel lo nombró limosnero mayor, de forma que acompañó en ese cargo a la Corte en sus desplazamientos, especialmente en la guerra de Granada y en el cerco y conquista de Málaga, socorriendo a los menesterosos, enfermos, heridos y desamparados por la guerra. Al entrar los castellanos en Ronda en 1485, se constituyó de nuevo el obispado de Málaga (4 de agosto de 1486) y la tarde misma en que se ganó la ciudad (17 de agosto de 1487) paseó en triunfo por sus calles una cruz procesional que fue colocada en la parte más alta de la Alcazaba. En 1487 el papa Inocencio VIII lo nombró administrador apostólico del obispado de Salamanca y en diciembre de ese mismo año, estando en Zaragoza, recibió el nombramiento como primer obispo de Málaga.

Comenzó por adaptar al culto cristiano como catedral la que había sido mezquita mayor de Málaga; y sobre la mezquita menor inició la construcción de la iglesia parroquial de Santiago, la más antigua de la ciudad (empezada el 25 de julio de 1490). Con la ayuda de la reina buscó clero suficiente para un obispado tan extenso, redactó estatutos y ayudó desde 1494 a repoblar con cristianos (2000 personas procedentes, sobre todo, de Andalucía y Extremadura) los pueblos costeros de BenalmádenaMijasFuengirola y Bezmiliana. Atrajo a distintas órdenes religiosas autorizándolas a fundar asentamientos en la diócesis; vinieron así religiosos franciscanos y dominicos que desde 1497 fueron el principal instrumento de recristianización de la región. Los trinitarios llegaron en 1499. Las distintas órdenes se fueron estableciendo tanto en Málaga, como en Vélez, Ronda o Antequera.

Colaboró con trinitarios y mercedarios en la redención, compra o trueque de cautivos en manos de los moros, enviando para ello personal a Orán. Asimismo autorizó la instalación de las monjas clarisas, cuyo monasterio dotó personnalmente con sus bienes. En 1492, se estableció la Orden de los Mínimos de San Francisco de Paula, y su Prior Fray Boyl empezó la construcción del Santuario de Nuestra Señora de la Victoria como patrona de Málaga. Celebró un sínodo diocesano en 1497.

Estando en Granada, adonde había acudido para acompañar a los Reyes y ya enfermo, falleció el 15 de agosto de 1499. Sus restos fueron trasladados a Málaga y enterrados en la mezquita-catedral hasta que, en 1507, al quedar terminada la capilla sepulcral de San Jerónimo, se trasladaron allí.







Fernán Díaz de Toledo fue un político judeoconverso castellano del siglo XV, de nombre hebreo Mose Hamomo. Entre sus cargos estuvieron los de oidor y relator del Consejorefrendarionotario y secretario real.1

Perteneciente a una de las más poderosas familias conversas, que escogió esos prestigiosos apellidos al convertirse al cristanismo —no debe confundirse con Fernando Álvarez de Toledoduque de Alba—; primos suyos eran el contador de Juan II de CastillaAlonso Álvarez de Toledo, el oidor y señor de Olmedilla Pero Díaz de Toledo o Pedro Díaz de la Olmedilla —el que fundó la Capilla del Oidor de Alcalá de Henares—, otro Pedro Díaz de Toledo, obispo de Málaga (1429-1499) y otro Fernán Díaz de Toledo, arcediano de Niebla.2

Biografía[editar]

Fernán Díaz de Toledo se destacó por su actitud contraria a los Estatutos de limpieza de sangre que se fueron implantando desde la revuelta de Pedro Sarmiento en Toledo (1449). En una Instrucción del Relator que le encargó el obispo de Cuenca Lope de Barrientos, además de repetir argumentos teológicos ya utilizados por Alonso Díaz de Montalvo, indicaba la imposibilidad de separar los linajes de cristianos viejos y cristianos nuevos, tan mezclados para entonces que la mayor parte de las casas nobles —ManriqueMendozaRojasSalcedoHurtado de Mendoza, Ayala, ZúñigaArellano, etc.— como la propia casa real —los Trastámara, a través de los Enríquez— tenían antepasados judíos.

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