ÉPOCA MEDIEVAL
Santa Teresa de Jesús4 (Gotarrendura5678 o Ávila,9 28 de marzo de 151510-Alba de Tormes, 4/15 de octubre de 1582)nota 1 fue una monja, fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzos —rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo—, mística y escritora española. También es conocida como santa Teresa de Ávila. Su nombre secular fue Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada. Fue beatificada en 1614 (a poco más de treinta años de su muerte), canonizada en 1622 y proclamada doctora de la Iglesia católica en 1970 durante el pontificado de Pablo VI.
Junto con san Juan de la Cruz, se la considera la cumbre de la mística experimental cristiana1112 y una de las grandes maestras de la vida espiritual de la Iglesia.
Santa Teresa de Jesús | ||
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![]() Santa Teresa en una copia de un original de fray Juan de la Miseria | ||
Doctora de la Iglesia proclamada el 27 de septiembre de 1970 por el papa Pablo VI | ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada | |
Nombre religioso | Teresa de Jesús | |
Nacimiento | 28 de marzo de 1515 Ávila o Gotarrendura, España | |
Fallecimiento | 15 de octubre de 1582nota 1 (67 años) Alba de Tormes, España | |
Nacionalidad | Española | |
Religión | Católica | |
Información profesional | ||
Ocupación | Religiosa, reformadora y fundadora de la Orden de Carmelitas descalzos, escritora mística | |
Información religiosa | ||
Beatificación | 24 de abril de 1614 por Paulo V | |
Canonización | 12 de marzo de 1622 por Gregorio XV | |
Festividad |
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Venerada en | Iglesia católica | |
Patronazgo | ||
Géneros | Literatura mística, autobiografía, poesía | |
Orden religiosa | Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, Orden de los Carmelitas Descalzos | |
Firma | ![]() |
Biografía[editar]
Infancia[editar]
Teresa nació hacia las 5 de la mañana del miércoles 28 de marzo de 1515. Suele considerarse que nació en la ciudad de Ávila, pero es posible que naciese en la casa de campo del municipio de Gotarrendura, en la provincia de Ávila.13 3536
En cualquier caso, fue bautizada en la Iglesia de San Juan de la ciudad de Ávila. Sus padrinos fueron María del Águila, hija de Francisco Pajares, un amigo de la familia, y un tal "Vela Núñez", que tal vez fuese familia de Blasco Núñez Vela, primer virrey de Perú.13
Según relata la propia Teresa en los escritos destinados a su confesor y reunidos en el libro Vida de santa Teresa de Jesús, desde sus primeros años mostró una imaginación vehemente y apasionada. Su padre, aficionado a la lectura, tenía algunos romanceros; esta lectura y las prácticas piadosas comenzaron a despertar el corazón y la inteligencia de la pequeña Teresa con seis o siete años de edad.
Aficionada a la lectura de libros de caballerías,37 escribió:
Comencé a traer galas, y a desear contentar en parecer bien, un mucho cuidado de manos y cabello y olores, y todas las vanidades que en esto podía tener, que eran hartas, por ser muy curiosa... Tenía primos hermanos algunos... eran casi de mi edad, poco mayores que yo; andábamos siempre juntos, teníanme gran amor y en todas las cosas que les daba contento, los sustentaba plática y oía sucesos de sus aficiones y niñerías, no nada buenas... Tomé todo el daño de una parienta (se cree que una prima), que trataba mucho en casa... Con ella era mi conversación y pláticas, porque me ayudaba a todas las cosas de pasatiempo, que yo quería, y aun me ponía en ellas, y daba parte de sus conversaciones y vanidades. Hasta que traté con ella, que fue de edad de catorce años... no me parece había dejado a Dios por culpa mortal.
También le gustaban las vidas de santos. Le impresionaba mucho el heroísmo de los que preferían morir antes que renegar de su fe. También meditaba mucho sobre que el infierno y del paraíso fuesen para toda la eternidad. Con su hermano Rodrigo, dos años mayor que ella, repetía las palabras "Para siempre, siempre, siempre".38
Su padre era un hombre con una fe muy ilustrada y amante de la lectura, que enseñaba también esas costumbres a sus hijos. Algunos de los libros que tenía eran Retablo de la vida de Cristo (Juan de Padilla, el Cartujano, 1505),39 las poesías religiosas de Fernán Pérez de Guzmán, un tratado sobre la misa y un libro titulado Siete pecados (de autor y fecha desconocidos). El tío de Teresa, al que ella visitaba a menudo, tenía los mismos gustos literarios y le prestaba a la joven libros de contemplación religiosa como el Tercer abecedario espiritual (Francisco de Osuna, 1527).40 En su biografía dice que, cuando era niña, siempre estaba leyéndose algún libro.41
En un futuro, escribiría en las constituciones de los conventos:
Tenga en cuenta la priora con que haya buenos libros, en especial Cartujanos, Flos Sanctorum, Contemptus Mundi [Desprecio del Mundo], Oratorio de Religiosos, los de fray Luis de Granada, y del padre fray Pedro de Alcántara, porque en parte es tan necesario este mantenimiento para el alma, como el comer para el cuerpo.41
Aquellas primeras lecturas la llevaron a fantasear y emprender una escapada infantil con Rodrigo a «tierras de moros»,37 para ser decapitados por la fe. Llevaron algunas provisiones y, para cuando se les acabasen, planeaban ir pidiendo limosna. Según la tradición, fueron encontrados por su tío, Francisco Álvarez de Cepeda, cuando se encontraban en la Cruz de Los Cuatro Postes y fueron llevados de vuelta a casa, donde fueron reprendidos.42
Convencidos de que su proyecto era irrealizable, los dos hermanos acordaron ser ermitaños. Los dos hermanos y sus primos construían ermitas con piedras en los terrenos de la casa de campo de Gotarrendura.43 Teresa escribió:
En una huerta que había en casa, procurábamos como podíamos, hacer ermitas, poniendo unas piedrecitas, que luego se nos caían, y así no hallábamos remedio en nada para nuestro deseo... Hacía (yo) limosna como podía, y podía poco. Procuraba soledad para rezar mis devociones, que eran hartas, en especial el rosario... Gustaba (yo) mucho cuando jugaba con otras niñas, hacer monasterios como que éramos monjas.44
Teresa de Ávila no asistió a ninguna escuela y no sabía latín, por lo que eso le excluía de poder realizar cualquier educación secundaria. Entonces la enseñanza estaba reservada a los varones.45
Adolescencia[editar]
Perdió a su madre en noviembre de 15282425 o en 1529,10 cuando tenía trece o catorce años. Ella le pidió a la Virgen María que fuese su madre a partir de entonces.46 Luego de ese trauma familiar, sus hermanos emprendieron uno a uno el camino de las Indias Occidentales, sin permanecer ninguno en el hogar familiar.
Además de las diversiones propias de su edad, como paseos y fiestas familiares o locales, los jóvenes de la familia dedicaban su tiempo a juegos de sociedad, entre los que destacaba el ajedrez.47 En su obra Camino de perfección, hace una metáfora con el ajedrez y la vida espiritual: hay que apropiarse del rey, que sería el Rey de los Cielos; la reina es capaz de poner a las otras piezas en apuros, pero siempre de forma oportuna, y desempeña el papel de la humildad.47
Con cincuenta años le dijo a un carmelita:
Sabed, padre, que en mi juventud me dirigían tres clases de cumplidos; decían que era inteligente, que era santa y que era hermosa; en cuanto a hermosa, a la vista está; en cuanto a discreta, nunca me tuve por boba; en cuanto a santa, solo Dios lo sabe.48
Entre mayo y septiembre de 1531, la emperatriz Isabel, esposa de Carlos I, y su hijo Felipe estuvieron en Ávila. Iban acompañados del duque de Gandía, Francisco de Borja, que luego fue uno de los principales santos jesuitas. Tuvieron lugar festejos durante todo el verano.49
Una mujer de Ávila llamada Mencía López obtuvo una bula del papa Julio II del 28 de septiembre de 1508 autorizándola a fundar el Convento de Nuestra Señora de Gracia. Las monjas de la Orden de San Agustín se instalaron en 1510 junto al Alcázar. Este convento tenía una pensión donde se enseñaba a las jóvenes labores de bordado y prácticas religiosas, mientras estaban en espera de casarse. En 1514 entró como monja María de Briceño, que pasó a encargarse de las novicias y de las alumnas.28 A instancias de su padre, Teresa entró como alumna en julio de 1531.3750 La influencia de María de Briceño fue muy positiva para que Teresa aprendiese sobre oración y vida espiritual. Pasó en este convento dieciocho meses.28 No quería casarse y, gracias al ejemplo de María de Briceño, decidió ser monja.51
Mudanza física y espiritual[editar]
Afectada por una enfermedad de la que se tienen escasas referencias, Teresa volvió a su casa. Luego se marchó a la casa de campo de su hermana María de Cepeda y su marido Martín de Guzmán y Barrientos en Castellanos de la Cañada,50 alquería de la dehesa que lleva dicho nombre, hoy sita en el término municipal de Zapardiel de la Cañada, provincia de Ávila. Hizo el viaje en litera.28 Por el camino se detuvo varios días en la casa de su tío en la pequeña aldea de Ortigosa.50 Aquí pasó el tiempo leyendo "buenos libros" y las Epístolas de san Jerónimo.51 Posteriormente, Teresa estuvo quince días en la casa de su hermana en Castellanos de la Cañada.51
De retorno a su hogar paterno, ofició como ama de casa durante unos tres años.37 Informó a su padre de que quería ser monja. En recia oposición,37 su padre contestó que no lo consentiría mientras él viviera.50 Por su personalidad, ella estaba convencida de no iba a volverse atrás en su decisión.51
Teresa convenció a su hermano Juan de Ahumada para irse con ella a iniciar una vida de religiosa. El 2 de noviembre de 1535, Teresa entró como postulanta en el Convento de la Encarnación, de carmelitas, en Ávila, y Juan de Ahumada se fue a un convento dominico. Unas horas después, el padre logró traerse de vuelta a Juan.52
Los carmelitas son una orden religiosa de vida contemplativa fundada a mediados del siglo XII por ermitaños en la Capilla de Santa María del Monte Carmelo, en Tierra Santa, donde el profeta Elías demostró el poder del Señor ante los sacerdotes de Baal en el siglo IX a. C..53 La Virgen del Carmen se caracteriza por el escapulario y es la patrona de los marineros.53
Este convento de carmelitas de Ávila fue fundado en 1512 por Beatriz Higuera. Antes había habido un beaterío en una parcela aneja, fundado en 1479 por Elvira González de Medina.54 A la decisión de Teresa contribuyó que allí tenía buenas amigas, como Juana Suárez, y el dominico Vicente Barrón dio su apoyo al proyecto.55
El 31 de octubre de 1536 Alonso se comprometió a abonar una dote para el sustento de su hija y a entregar al carmelo cada año 25 fanegas de cereales de sus tierras en Gotarrendura y, a falta de cereales, doscientos ducados, así como ropa, ropa de cama, libros, cirios, un par de colaciones y un almuerzo para las monjas y una cofia para cada religiosa.56
Teresa comenzó su noviciado el 2 de noviembre de 1536.52 Profesó como monja el día 3 de noviembre de 1537.57
Tras entrar al convento su estado de salud empeoró. Padeció desmayos, una cardiopatía no definida y otras molestias. Así pasó el primer año. Se hallaba centrada y a gusto con la vida compartida en aquella comunidad de casi 180 monjas,37 pero su consagración a Dios fue tan radical que cambió la oración sencilla y de amistad que tenía antes de su entrada en la Orden por una oración sistemática que seguía la técnica de los maestros de aquel tiempo.58 Perdió su jovialidad, su alegría en la comunicación, y la tristeza la invadió, en tanto que las penitencias corporales no contentaban su búsqueda de amor y de intimidad con Dios. Todo eso terminó por generar un desequilibrio de orden psíquico, que tuvo su contraparte de orden físico.58
Los médicos de Ávila eran incapaces de curar a Teresa y a Alonso Sánchez le hablaron de una curandera que obraba prodigios en Becedas,59 provincia de Ávila. En otoño de 1538 decidió llevarla hasta ella. Se organizó un pequeño grupo para acompañarla en el viaje: su padre, una monja del Convento de la Encarnación llamada Juana Suárez y algunos amigos.60 Se detuvieron en Ortigosa, donde su tío, Pedro de Cepeda, le obsequió con el Tercer abecedario espiritual (1527), de Francisco de Osuna, que enseñaba la oración de recogimiento y que fue de gran provecho para Teresa.61 De camino a Becedas les informaron de que la curandera no atendía en invierno, porque utilizaba plantas que solamente estaban en primavera.62 Decidieron esperar hasta la primavera de 1539 en la casa de campo de su hermana, María de Cepeda, en Castellanos de la Cañada.62 Fue un periodo de libertad espiritual sin la disciplina estricta del convento,61 en el que alcanzó la oración de quietud, e incluso de unión, además de convencerse de que la oración no podía programarse al margen de la persona y de sus necesidades. Posteriormente, Pedro de Cepeda entró en el Monasterio de San Jerónimo de Guisando.62
En abril de 1539 el grupo salió para Becedas. Hicieron escala en Piedrahíta, donde Teresa y Juana Suárez pasaron la noche en el carmelo de aquel lugar.62 Al día siguiente cruzaron el río Tormes en el municipio de El Barco de Ávila. Al llegar a Becedas, Teresa se hospedó en una posada, donde pasaría tres meses.62 Allí entabló amistad con el sacerdote Pedro Hernández, más instruido que la mayoría de curas de pueblo de aquel entonces. Sin embargo, este era concubinario, ya que mantenía relación con una mujer. Esta le obligaba a llevar un amuleto de cobre para tenerlo bajo su sujeción. Teresa logró convencerle para que le entregase el amuleto y lo tiró a un arroyo. El cura rompió con su amante, aunque falleció un año después.62
La curandera comenzó sometiéndola a una purga diaria durante un mes con varios tipos de hierbas y también pociones hechas con uñas de rana, alas de mosca y excrementos de culebra. Con esto, Teresa empeoró. Ya no era capaz de tenerse en pie ni de comer nada sólido.63
A mediados de julio de 1539, su padre la llevó de nuevo a Ávila.64 Alonso recurrió de nuevo a los médicos de la ciudad, sin resultado.64 Pensaron que tenía tuberculosis.64 El 15 de agosto de 1539 (solemnidad de la Asunción de María) sufrió un ataque repentino y violento —que ella llamó «parajismo», es decir, paroxismo— de su enfermedad, una serie de convulsiones seguidas de pérdida de conocimiento. Le dieron la extremaunción y luego pensaron que estaba muerta. Pusieron un espejo junto a su boca y no había rastro de vaho. Le pusieron cera en los ojos para evitar que, tras la muerte, estos permanecieran entreabiertos. La envolvieron en un sudario y pusieron un crespón fúnebre en la puerta de la casa. Oficiaron una misa de difuntos en su honor, probablemente en el convento de frailes carmelitas de San Pablo de la Moraleja, donde su tío, Lorenzo de Cepeda, era sacerdote. También cavaron su tumba.64 Su padre decidió esperar varios días antes de enterrarla. Un par de días después, cuando su hermano Lorenzo estaba junto al lecho de Teresa, esta recuperó el conocimiento. Le quitaron la cera de sus ojos.64
Se había tratado de un coma profundo de nivel 3 que duró cuatro días.65
Después de esto solamente podía mover un dedo. Para cambiarla de postura, dos personas movían la sábana donde yacía. Esta manipulación le acarreaba enormes dolores.66 Tiene la lengua seca y herida, porque la había mordido muchas veces. Durante un tiempo no pudo comer ni beber nada.66
Quedé de estos cuatro días de paroxismo de manera que solo el Señor puede saber los incomportables tormentos que sentía en mí: la lengua hecha pedazos de mordida; la garganta, de no haber pasado nada y de la gran flaqueza que me ahogaba, que aun el agua no podía pasar; todo me parecía estaba descoyuntada; con grandísimo desatino en la cabeza; toda encogida, hecha un ovillo [...] sin poderme menear, ni brazo ni pie ni mano ni cabeza, más que si estuviese muerta, si no me meneaban; sólo un dedo me parecía poder menear de la mano derecha. [...] En una sábana, una de un cabo y otra de otro, me meneaban.37Teresa de Jesús, Vida 6,1
Esta fue la experiencia más fuerte que tuvo en su juventud, de la que quedaría marcada para toda su vida: padecía continuamente catarros, migrañas, fiebre, con dolores de la garganta, el hígado, el estómago, los riñones y el corazón66 y, en sus propias palabras, con un «miedo a la muerte» que solo desapareció con la gracia mística.37
A pesar de todo, a finales de agosto de 1539 pide que la lleven de nuevo al carmelo,66 donde pasa a reposar en la enfermería del convento.55 A partir de la Pascua de Resurrección, o Pascua Florida, mejora ligeramente, debió permanecer en cama tres años más.66 Logrará retomar la vida conventual en abril de 1542.66 Teresa atribuyó esta mejoría a la intercesión de san José.67 Entonces se traslada de la enfermería a una habitación normal.55
Favores espirituales[editar]
La vida en el carmelo no era rigurosa en lo que respectaba a apartarse del mundo. La habitación de Teresa era bastante grande y a veces hospedaba a algunos familiares que venían a visitarla durante estancias que, en ocasiones, eran prolongadas.55 Las monjas podían salir del convento con permiso de la superiora y pasaban temporadas con familiares o personas vinculadas a la orden.68 Teresa salió del convento durante una temporada para ir a cuidar de su padre, que estaba gravemente enfermo, y que falleció el 24 de diciembre de 1543.69 Su hermana Juana, que tenía 15 años, se alojó con ella un tiempo tras la muerte de su padre.55
Aunque no abandonó la lectura, sí iba dedicando menos tiempo a la oración y pasaba muchas horas en el locutorio del convento con visitas. Según su testimonio, hacia 1543 se le apareció Jesucristo reprendiéndole para que dejase de ver a una persona con la que se reunía a charlar habitualmente de cosas mundanas en el locutorio.70 Otro día se le apareció un sapo enorme que avanzaba hacia ella.71
Al principio ella era muy escéptica con las experiencias sobrenaturales.72 Conocía las de santa Brígida y no les prestaba atención.72
En 1544 le pidió al dominico Vicente Barrón, que había sido el confesor de su padre, que fuese su director espiritual. Barrón aceptó, aunque con reticencias, ya que el carmelo tenía sus propios confesores. Barrón le recomendó que retomase la oración habitual y así lo hizo, pero seguía pasando horas y horas con conversaciones mundanas en el locutorio.71
En 1553 se emocionó mucho ante un cuadro que acababan de traer de un Ecce Homo, que mostraba a Jesucristo cubierto de heridas:7374
En mirándola [la imagen de Cristo], toda me turbó de verle tal, porque representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que sentí de lo mal que había agradecido aquellas llagas, que el corazón me parece se me partía y arrojéme cabe en Él con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole que me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle.73Teresa de Jesús, Vida 9, 1
En la Cuaresma de 1554 Teresa leyó las Confesiones de san Agustín de Hipona, lo que influyó mucho en su espiritualidad.75 Tras esto, volvió a realizar habitualmente los ejercicios espirituales que había abandonado, como la meditación.73 En 1555 tomó la decisión de llevar una vida espiritual más estricta.73
En 1555 una recaída en su enfermedad la llevó a pasar un tiempo en casa de una pariente, Mencía del Águila.66 Aquel año conoció a Guiomar de Ulloa, hija del capitán Pedro de Ulloa, de 28 años. Tras la muerte de su marido, un terrateniente de Salobralejo llamado Francisco Dávila, hacia 1552, se volvió muy religiosa.66 Guiomar le ofreció a Teresa quedarse en su casa y se quedó allí tres años, hasta 1558.66
En 1553 se fundó en Ávila un colegio de la Compañía de Jesús.76 Teresa dijo:
Habían venido aquí [a Ávila] los de la Compañía de Jesús, a quien yo, sin conocer a ninguno, era muy aficionada de solo saber el modo que llevaban de vida y oración.Vida. Capítulo 23.
Teresa mantuvo relación con varios jesuitas considerados excepcionales.77 Diego de Cetina llegó a Ávila en 1555 y fue su confesor durante dos meses. El jesuita Juan de Prádanos fue confesor de Guiomar de Ulloa. Esta le habló de él a Teresa, y fue su confesor y director espiritual entre mayo de 155577 y finales de 1558.78 Francisco de Borja fue a Ávila en 1554 y predicó en la Catedral de Cristo Salvador. Regresó en la Semana Santa de 1557 y ella aprovechó para ir a visitarlo. Francisco de Borja le dijo que lo que le ocurría era de Dios y que no se preocupase.79
En 1558 tuvo su primer rapto y la visión del infierno.8067 Habla de la entrada como una cavidad parecida a un horno oscuro, sucio y maloliente con reptiles en el suelo, para luego llegar a un lugar donde sufren su pena los condenados en el fuego.81
Tomó por confesor, en 1559, a Baltasar Álvarez, que era maestro de novicios de los jesuitas.77 Este fue su confesor hasta 1562.82
El 29 de junio de 1559, mientras estaba rezando, tuvo la sensación de que Cristo estaba a su derecha y le hablaba.83
En abril de 1560, cuando estaba en casa de Guiomar de Ulloa, se produjo la Transverberación.73
Vi a un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo en forma corporal... No era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos, que parece todos se abrasan... Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas: al sacarle me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios. No es dolor corporal, sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aun harto. Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento... Los días que duraba esto andaba como embobada, no quisiera ver ni hablar, sino abrasarme con mi pena, que para mí era mayor gloria, que cuantas hayan tomado lo criado.Vida. Capítulo 29.
Este acontecimiento, también conocido como el Éxtasis de Santa Teresa, ha tenido una gran relevancia en la devoción y el arte católicos. El papa Benedicto XIII estableció el 26 de marzo de 1726 la fiesta de la Transverberación del corazón de santa Teresa el día 25 de agosto.8485
De acuerdo al biógrafo francés Pierre Boudot:
En todas las páginas (del libro de su vida) se ven las huellas de una pasión viva, de una franqueza conmovedora, y de un iluminismo consagrado por la fe de fieles. Todas sus revelaciones atestiguan que creía firmemente en una unión espiritual entre ella y Jesucristo; veía a Dios, la Virgen, los santos y los ángeles en todo su esplendor, y de lo alto recibía inspiraciones que aprovechaba para la disciplina de su vida interior. En su juventud las aspiraciones que tuvo fueron raras y parecen confusas; sólo en plena edad madura se hicieron más distintas, más numerosas y también más extraordinarias. Pasaba de los cuarenta y tres años cuando por vez primera vivió un éxtasis. Sus visiones intelectuales se sucedieron sin interrupción durante dos años y medio, entre 1559–1561. Sea por desconfianza, sea para probarla, sus superiores le prohibieron que se abandonase a estos fervores de devoción mística, que eran para ella una segunda vida, y le ordenaron que resistiera a estos arrobamientos, en que su salud se consumía. Obedeció ella, mas a pesar de sus esfuerzos, su oración era tan continua que ni aun el sueño podía interrumpir su curso. Al mismo tiempo, abrasada de un violento deseo de ver a Dios, se sentía morir. En este estado singular tuvo en varias ocasiones la visión que dio origen al establecimiento de una fiesta particular en la Orden del Carmelo.
El biógrafo francés agrega:
Hasta exhalar el último suspiro Teresa gozó la dicha de conversar con las personas divinas, que la consolaban o revelaban ciertos secretos del cielo; la de ser transportada al infierno o al purgatorio, y aun la de presentir lo venidero.
Fundación del Convento de San José en Ávila y de la Orden de las Carmelitas Descalzas[editar]
En septiembre de 1560, cuando Teresa se encontraba con varias monjas, decidieron fundar un nuevo convento reformado, que observase las reglas originales de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Estas fueron redactadas por san Alberto de Jerusalén en 1226 y aprobadas por Honorio III y fueron mitigadas en 1247 por Inocencio IV y en 1432 por Eugenio IV.86 Teresa decidió reformar la orden para volver a la austeridad, la pobreza y la clausura que consideraba el auténtico espíritu carmelita.
La sobrina de Teresa, María de Ocampo, podía aportar mil ducados. Guiomar de Ulloa también estaba dispuesta a contribuir económicamente.87 Teresa pidió consejo al reformador franciscano Pedro de Alcántara, al jesuita Francisco de Borja y al dominico Luis Beltrán. Todos le animaron a la fundación. En octubre, Teresa y Guiomar consultaron con el dominico Pedro Ibáñez Díaz que, tras ocho días de estudio y oración, dio su aprobación.8889
En 1560 Teresa fue a ver a su confesor, Baltasar Álvarez, que le dijo que para ello debía dirigirse al provincial de los carmelitas, Ángel de Salazar, que dio su aprobación.90 Los que estaban en contra de la fundación le dijeron al provincial que el convento no contaría con suficientes recursos económicos y, cuando Teresa y Guiomar iban a comprar una casa para ello, les dijo que el convento no contaría con suficientes ingresos y Baltasar Álvarez le recomendó a Teresa que dejara el asunto.90 En diciembre, Guiomar de Ulloa sufriría cierto ostracismo por el proyecto y le costaría encontrar a un sacerdote que se dignase a confesarla.90
En abril de 1561 Teresa consultó con el nuevo director del colegio de los jesuitas, Gaspar de Salazar, que le animó a seguir con sus gestiones para ello de forma discreta.91 Guiomar solicitó autorización para la fundación al papa. Contaban con el apoyo de Francisco de Borja, que había sido llamado por el papa Pío IV a Roma.90 Teresa recibió el breve pontificio en agosto. No obstante, este le autorizaba a fundar un nuevo convento dentro de la provincia carmelita, pero sin el apoyo del provincial era precisa una nueva autorización.92
La hermana de Teresa, Juana de Ahumada, y su esposo, Juan de Ovalle, que vivían en Alba de Tormes, compraron una casa en Ávila y se instalaron en ella con sus hijos, con el propósito de que en el futuro sirviera de sede para la fundación.92
Teresa contó con la dote de su sobrina, Isabel de la Peña, que fueron 200 ducados, y con la dote de otra sobrina, probablemente Leonor de Cepeda. Guiomar de Ulloa entregó todo lo que tenía, más 30 ducados que le mandó su madre. A finales de 1561 su hermano Lorenzo le envió 200 ducados desde Perú.92 En 1561 Teresa pasó una temporada en la casa de Guiomar de Ulloa.69
En la Navidad de 1561 el provincial le ordenó a Teresa que viajase a Toledo a hacerle compañía a una aristócrata llamada Luisa de la Cerda, que acababa de quedarse viuda. Teresa pasó con ella seis meses y se hicieron amigas.92 Durante su estancia en esta ciudad, su confesor fue el dominico García de Toledo.93
María Jesús Yepes fue novicia carmelita en Granada. Decidió fundar un convento carmelita basado en la pobreza absoluta, como en la regla original, y, tras vender todos sus bienes, tomó el dinero y fue a Roma con otras mujeres religiosas a exponer su proyecto al papa. Este le remitió a su penitenciario, el cardenal Rainuncio, que le otorgó la licencia. La princesa Juana de Austria le aconsejó hablar con el jesuita Gaspar de Salazar, que entonces se encontraba en Granada,94 y este, a su vez, le recomendó que hablase con Teresa en Toledo.95 Llegó a finales de marzo y pasó una temporada con Luisa y Teresa.92
Cuando Teresa regresó a Ávila, en julio, ya tenía el Breve Pontificio para su fundación, fechado el 7 de febrero de 1562. Este les autorizaba a fundar un carmelo que dependiera del obispo de Ávila.96 Álvaro de Mendoza estuvo en Ávila como obispo desde julio de 1561. Pedro de Alcántara fue a su casa de campo de El Tiemblo y le recomendó que hablase con Teresa.97 El obispo fue al Convento de la Encarnación a hablar con Teresa y quedó impresionado con ella. Contribuyó económicamente al nuevo convento y lo visitó con frecuencia.98
En 1562 conoció al dominico Domingo de Báñez, catedrático de Teología en la Universidad de Salamanca,99 que fue su confesor hasta 1568 y que le asesoró en diversos asuntos durante toda su vida.100
El Convento de San José se abrió el 24 de agosto de 1562. El sacerdote Gapar Dávila dio la primera misa y recibió a las cuatro primeras novicias en nombre del obispo.97
El consejo municipal cree que la ciudad ya tiene muchos conventos y que no hay recursos para que haya otro más. El corregidor municipal mandó a unos funcionarios para desalojar a las novicias, que se negaron y dijeron que solo respondían ante el obispo. El 30 de agosto hubo una reunión del cabildo municipal, representantes de la diócesis y de las órdenes religiosas de la ciudad. Los de la municipalidad dijeron que el Convento de San José era una amenaza para el orden público.101 El provisor del obispo leyó el breve del papa autorizando la fundación y luego se marchó.102 Posteriormente hubo una discusión. El dominico Domingo Báñez tomó la palabra para defender a las religiosas.101 Se volvieron a reunir al día siguiente. Asistió el obispo con el sacerdote Gaspar Daza, que tomó la palabra para defender a las religiosas.103 El cabildo recurrió al Consejo de Estado. Los oidores del Consejo de Estado se mostraron favorables a las religiosas y, para salvar las apariencias, el cabildo dijo que mientras contasen con ingresos fijos el nuevo convento no les importaba.101 Teresa, en lugar de achantarse, escribió a Roma para pedir un prescripto que autorizase al convento a no tener renta y que se le otorgó el 5 de diciembre.104 Durante algún tiempo la municipalidad siguió hablando de recurrir al Consejo de Estado, pero luego el asunto se olvidó.104
Durante estos sucesos, la priora de la Encarnación le pidió a Teresa que regresase al convento y ella acudió. El provincial, Ángel de Salazar, le dijo que podría regresar al Convento de San José cuando el asunto se hubiera solucionado.105 A mediados de diciembre de 1562, el obispo habló con el provincial y Teresa volvió al Convento de San José con cuatro monjas de aquel lugar.104 Entonces se cambió de nombre por Teresa de Jesús.104106 Teresa nombró priora a Ana de San Juan, que provenía de la Encarnación. En 1563 Ana de San Juan regresó al Convento de la Encarnación y Teresa pasó a ser la priora. Aquel año escribió las Constituciones, que fueron aprobadas por el obispo de Ávila, Álvaro de Mendoza, y por el papa Pío IV en 1565.106 Teresa pasó en el convento cuatro años, con gran austeridad. Debían dormir en jergones de paja.107 El ayuno consistía en hacer solamente una comida fuerte al día. Consagraban ocho meses del año a los rigores del ayuno, desde el Día de la Exaltación de la Santa Cruz, en septiembre, hasta la Pascua de Resurrección, excepto los domingos y a las religiosas que argumentasen motivos de salud.108 Se abstenían por completo de comer carne. Sin embargo, con el convento de Malagón hizo una excepción y lo permitió, porque el pescado escaseaba.109
En el convento se dedicaban a la oración, a la lectura de libros religiosos recomendados por Teresa y al trabajo, donde estaban las labores cotidianas y la costura.110
Una innovación fueron los periodos de recreo.108 Para Teresa era muy importante que las monjas estuviesen alegres. Había dos periodos de recreo al día, en los que se dedicaban a cosas como cantar y a organizar concursos poéticos.111
Otra innovación fueron las ermitas dentro del convento.108 Estas podían ser pequeñas ermitas en el jardín, si el convento era lo bastante grande, o espacios acondicionados en el interior. En ellas la monja podía ir voluntariamente a meditar y a rezar durante un rato. El Convento de San José tuvo varias ermitas. Estas estaban decoradas con imágenes de Cristo y de los santos.112
El 13 de julio de 1563 Teresa se "descalzó": en lugar de los zapatos, que se usaban en el carmelo de la Encarnación, pasó a llevar unas alpargatas de cáñamo. Las demás religiosas hicieron lo mismo. Por eso pasaron a ser conocidas como carmelitas descalzas.112
Una tradición de Ávila dice que Teresa, cuando iba del Convento de la Encarnación al de San José, pasó por la Basílica de San Vicente, donde se descalzó frente a la Virgen de la Soterraña.113
En Ávila estaba el Convento de Nuestra Señora del Carmen, de carmelitas calzados. El prior era Antonio de Jesús Heredia. Este ayudó a Teresa en el Convento de la Encarnación, explicando la regla original.114
El 15 de febrero de 1567, el superior general de los carmelitas, Juan Bautista Rossi, que estaba visitando los conventos españoles, visitó el Convento de la Encarnación de Ávila. Regresó a Ávila en marzo y Teresa le invitó a que visitase el Convento de San José, de las carmelitas descalzas, aunque no se encontrase bajo su autoridad, ya que dependía del obispo. La personalidad de Teresa le impresionó. El 27 de abril de 1567 le autorizó por escrito a fundar otros conventos de carmelitas descalzas en Castilla que dependieran directamente del superior general, aunque debían tener la autorización del provincial del lugar.115
Desde la fundación del Convento de San José de Ávila, Teresa contó con la ayuda y la compañía habituales del sacerdote Julián de Ávila, que actuó como su secretario personal.116
Continuación de su obra[editar]
En 1566 Baltasar Álvarez fue nombrado rector del colegio jesuita de Medina del Campo. En el capítulo provincial de la Orden del Monte Carmelo que tuvo lugar en Ávila el 12 de abril de 1567, Antonio de Jesús Heredia fue nombrado prior del carmelo de Medina del Campo.114 Como esos dos colaboradores de Teresa se encontraban en esta ciudad cercana, quiso fundar un convento en aquel lugar. El provincial autorizó la fundación el 29 de julio de 1567. En agosto, Teresa y otras seis religiosas salieron de Ávila e hicieron escala en Arévalo. Fundaron el Convento de San José de Medina del Campo el 15 de agosto de 1567.117
El superior general Juan Bautista Rossi había autorizado la fundación de carmelos descalzos femeninos y Teresa logró convencerle para que se fundasen también masculinos. El 10 de agosto de 1567 autorizó a Alonso González, provincial de Castilla, y a Ángel de Salazar, prior del carmelo de Ávila, a fundar dos conventos de carmelitas descalzos. Teresa le habló del tema a Antonio Heredia, que había ayudado mucho al convento de Medina del Campo, y este quiso hacerse carmelita descalzo, poniéndose el nombre de Antonio de Jesús. En Medina del Campo había un colegio jesuita, fundado en 1551, que tuvo entre sus alumnos a san Juan de Yepes Álvarez.118 Se hizo carmelita y se puso el nombre el nombre religioso de Juan de Santo Matías. Se estaba planteando hacerse cartujo pero Teresa le convenció para hacerse carmelita descalzo, poniéndose el nombre de Juan de la Cruz.119
Su amiga María Jesús de Yepes había su convento carmelita reformado en 1563 en Alcalá de Henares, un año después que el Convento de San José de Ávila.86 En enero de 1568 salió de Medina del Campo y fue a Alcalá de Henares a visitar el convento de María Jesús.106 En marzo se trasladó a Toledo.120 Luisa de la Cerda le propuso fundar un convento en Malagón, donde tenía una de sus propiedades. Luisa les ofreció una casa, una iglesia, una renta de 50 000 maravedís, 128 fanegas de cereal y 30 000 maravedís al año para una capellanía. Aunque esto no era lo que ella esperaba con la reforma, acepta a cambio de que el convento acoja al menos a dos monjas sin dote. Luisa pide que el convento acepte a religiosas legas, y Teresa acepta pero pide que se abra una escuela para las niñas de la región, llevada por una teatina que les de catequesis y las enseñe a leer y a bordar. Teresa llegó a Malagón el 1 de abril de 1568 con seis religiosas, un jesuita y Luisa de la Cerda. El Convento de San José del Monte Carmelo se fundó el Domingo de Ramos, 11 de abril, de 1568. Teresa se marchó el 19 de mayo. Regresó en 1576, comprobando que el inmueble no se ajustaba a las necesidades de las monjas. Tras esto, le solicitó a Luisa de la Cerda otro inmueble, que se construyó durante los siguientes tres años. En 1578 regresó a Malagón para ayudar en las obras. Las monjas se trasladaron al nuevo convento el Día de la Inmaculada, 8 de diciembre, de 1579.121122 En la celda del monasterio que ocupó santa Teresa hay una imagen suya sentada escribiendo en una pequeña mesa y que solo se expone una vez cada 100 años en esa iglesia. Actualmente, en el monasterio viven carmelitas descalzas de clausura.
El 19 de mayo de 1568 dejó Malagón121 y pasó por Toledo, Escalona, Ávila, Duruelo de Blascomillán y Medina del Campo.106
El 28 de noviembre de 1568 se fundó el Monasterio de Duruelo en plena montaña, en el municipio de Blascomillán, con Antonio de Jesús, san Juan de la Cruz y otros tres frailes.123 Al cabo de un año tuvieron que trasladarse a Mancera. En el 1600 se instalaron definitivamente en Ávila.119
Mientras estaba con la fundación de Medina del Campo, Bernardino de Mendoza, hermano del obispo de Ávila, le ofreció a Teresa un inmueble en Valladolid para fundar un convento de carmelitas descalzas. El donante falleció y Teresa tuvo una visión que decía que el alma del difunto permanecería en el purgatorio hasta que diera una misa en la nueva fundación de Valladolid. Llegó a Valladolid el 10 de julio de 1568. El 15 de agosto se pudo dar la primera misa en el Convento de la Concepción de Nuestra Señora de Monte Carmelo. Sin embargo, el lugar no era salubre y enfermaron de paludismo. La hermana del donante, María de Mendoza, se comprometió a darles otra sede y les cedió parte de su propio palacio. Las carmelitas descalzas se instalaron en el convento definitivo el 3 de febrero de 1569.124
En febrero de 1569 dejó Valladolid. Pasó por Medina del Campo y luego visitó el Monasterio de Duruelo de Blascomillán, de carmelitas descalzos. Posteriormente estuvo en Ávila.106
Estando en Valladolid recibió una carta que le informó que un fallecido mercader, Martín Ramírez, decidió legar parte de su fortuna al carmelo reformado. Como estaba dedicada a la fundación de Valladolid y padecía paludismo, le pidió a su amiga toledana, Luisa de la Cerda, que se encargase de los permisos. Llegó a Toledo el 24 de marzo de 1569 y se alojó en la casa de Luisa. En la ciudad no consideraban bueno que el fundador no fuese noble. Teresa fue a hablar con el entonces administrador provisional de la diócesis, Gómez Tellez Girón, para obtener el permiso y le argumentó lo bueno que es su proyecto para las religiosas que quieran participar en él. Gómez Tellez Girón le concedió el permiso con la condición de que en el convento no figurase ni patrón ni fundador. Teresa adquirió una casa y en un par de días creó un convento con una capilla. El 14 de mayo de 1569 se ofició la primera misa. Los canónigos se enfurecieron por el nuevo convento, le solicitaron un permiso y Teresa solamente había conseguido un permiso verbal. Finalmente, apareció el administrador de la diócesis y confirmó su autorización. Los herederos d Martín Ramírez le ofrecieron entregarle los 12 000 escudos del testamento solo con la condición de que el albacea testamentario, Alonso Álvarez, y su familia pudieran ser enterrados en la capilla del convento. Con este dinero compraron una nueva sede el 18 de mayo de 1570.125 126
Ana de Mendoza, princesa de Éboli, le propuso la fundación de un convento en Pastrana. Abandonó Toledo el 30 de mayo. Se detuvo ocho días en Madrid, donde se hospedó en el Convento de Nuestra Señora de los Ángeles, junto al Alcázar. Este, de monjas clarisas, fue fundado en 1564 por Leonor de Mascareñas, que fue aya de Felipe II.127128 Durante su estancia en Madrid conoció a Leonor de Mascareñas y a Juana de Austria.129 Juana de Austria había fundado en 1559 el convento de clarisas coletinas conocido como el Convento de las Descalzas Reales, con la ayuda de san Francisco de Borja y con monjas clarisas de Gandía.130131
Teresa fundó el Convento de Nuestra Señora de la Consolación de Pastrana, de carmelitas descalzas, el 23 de junio de 1569.132
En 1569 los religiosos Mariano Azzaro de Clementis y Juan Narduch, que habían estado en el Monasterio de San Basilio del Tardón de Hornachuelos y en la Ermita de San Onofre de Sevilla, pasaron por Madrid y se alojaron en el Convento de Nuestra Señora de los Ángeles. Leonor Mascareñas le dijo a Teresa que tenían muchas ganas de conocerla. Teresa les propuso que se hicieran carmelitas descalzos y ellos aceptaron. Teresa contó con una ermita, la de San Pedro,133 y unos terrenos cedidos por el príncipe de Éboli, Ruy Gómez, en Pastrana.134135 Mariano Azzaro tomó el nombre religioso de Ambrosio Mariano de San Benito y Juan Narduch el de Juan de la Miseria. Con ellos, Teresa fundó el Convento de San Pedro de este municipio el 9 de julio de 1569.136.Teresa regresó a Toledo el 21 de julio de 1569.132 En vida del esposo de Ana de Mendoza, Ruy Gómez, no hubo incidentes notorios e incluso las regiosas de Pastrana recibieron atenciones especiales. Sin embargo, Ruy Gómez murió el 29 de julio de 1573. Entonces Ana de Mendoza entró en el convento con el nombre de Ana de la Madre de Dios y, como monja y patrona, empezó a cometer una serie de transgresiones de las normas del convento. Cuando los personajes ilustres de la ciudad fueron a presentarle sus condolencias la priora les condujo al locutorio, pero ella decidió abrir las puertas del convento para que todo el mundo entrase. Aprovechaba cualquier oportunidad para demostrar que el convento era de su patronazgo.132 En vez de una celda, se instaló en un apartamento dentro del convento, donde era atendida por varias doncellas. Exigía que las monjas se pusieran de rodillas para hablarle.132 Además, estaba embarazada de cinco meses.132 Luego se instaló en otra dependencia y abrió una puerta en el muro que daba al exterior.132 Felipe II le dijo que se retirase a su palacio a cuidar de sus hijos y, tras marcharse, dejó de ayudar a las monjas. En 1574, Teresa le mandó a la priora que se marchase con todas las monjas al convento de carmelitas descalzas que Teresa había fundado en Segovia. Las monjas se fueron en cinco carros, en plena noche, el 1 de abril. Para vengarse, Ana de Mendoza denunció a Teresa ante la Inquisición.137
En 1570 el papa san Pío V nombró visitadores apostólicos de la reforma del carmelo a los dominicos Pedro Fernández y Francisco de Vargas.106138
El 15 de julio de 1570 el pirata hugonote Jacques de Sores asaltó un barco cerca de La Palma y mató a 40 misioneros jesuitas. Entre ellos estaba Francisco Pérez Godoy, que era sobrino de Teresa. El jesuita Baltasar Álvarez dijo que Teresa había informado haber contemplado a estos mártires en el Cielo.139
Teresa quiso fundar un convento de carmelitas descalzas en Salamanca, la gran ciudad universitaria de entonces, pensando que algún día estas podrían tener un colegio. El obispo Pedro González de Mendoza dio su autorización en septiembre de 1570. Teresa llegó a Salamanca con otra religiosa y dos frailes el 31 de octubre. De este convento se conservan algunos restos del cenobio y la Iglesia de Santa María del Monte Carmelo, del siglo XVII. En 1973 las monjas se trasladaron a otro edificio en Cabrerizos, provincia de Salamanca.140141
En 1567 el carmelita Francisco Espinet fundó el Colegio del Carmen en Alcalá de Henares. En 1570 los carmelitas se trasladaron a otro edificio y este pasó a ser usado por los descalzos. En 1571 San Juan de la Cruz fue nombrado rector del colegio, aunque se trasladó varias veces a Pastrana para ayudar en el noviciado del Convento de San Pedro.123 En 1581 pasó a llamarse Colegio de San Cirilo, porque un capítulo de la orden se celebró el día de ese santo. En el año 1598 el Colegio de San Cirilo se trasladó a otro edificio.142
El 21 de abril de 1571, después de comulgar, sintió que Jesús estaba a su lado y que le contaba como, después de resucitar, se apareció a la Virgen María y la estuvo consolando.143 Esto coincide con la doctrina expuesta por san Ignacio de Loyola en el número 299 de sus «Ejercicios espirituales».144
Teresa tuvo que ir al convento de Medina del Campo a solucionar dos problemas. El primero era con acerca de una monja, Isabel de los Ángeles, sobrina de un rico mercader llamado Simón Ruiz, que antes de entrar dijo que iba a entregarle al convento su herencia. Los padres se habían opuesto a que se hiciera monja y luego aceptaron a cambio de ser los patronos de la capilla del convento, con derecho a nombrar a los curas de la misma. Isabel se opuso pero el provincial, Ángel de Salazar, estaba a favor. Teresa de Ávila logró convencer a la familia de que renunciase a sus pretensiones. El segundo problema fue que Teresa pidió que fuese reelegida como priora Inés de Jesús y las monjas la reeligieron, pero el provincial quería que la priora fuese una carmelita calzada del Convento de la Encarnación. A principios de diciembre el provincial, disconforme, le dijo a Teresa que abandonase inmediatamente el Convento de Medina del Campo. Teresa, que entonces tenía 55 años, salió y viajó toda la noche en un borriquito hasta llegar al Convento de San José de Ávila.145
Pocos días después, salió de Ávila para fundar otro convento en Alba de Tormes. Esta fundación fue propiciada por Teresa Layz, esposa de Francisco Velázquez, que trabajaba para el duque de Alba. Este matrimonio no podía tener hijos. Cuando estaban viviendo en Salamanca, Teresa Layz tuvo un sueño en el que aparecía una casa, un jardín con un pozo y todo rodeado de flores blancas. Una voz le dijo : "Estos son los hijos que querías tener". Ella pensó que ese sueño significaba que tenía que fundar un convento. Cuando regresaron a vivir a Alba de Tormes y ella entró en su nueva casa y encontró un jardín con un pozo, pensó que era como el de su sueño, y que tenía que fundarlo allí. Un franciscano le habló de Teresa. Dos meses después de fundar el carmelo de Salamanca, la hermana de Teresa llamada Juana, esposa de Juan de Ovalle, que vivía con su familia en Alba de Tormes, le comunicó que querían fundar un convento de descalzas en aquel lugar. Teresa fue reticente, porque Alba era un lugar muy pequeño como para vivir de las limosnas y no le gustaba fundar conventos con rentas. El dominico Domingo Báñez le dijo que el Concilio de Trento permitía fundar conventos con rentas y que no por el hecho de ser pobres las religiosas serían perfectas. Teresa aceptó y el 3 de diciembre de 1570 acordó con los patronos las rentas del convento. El provincial carmelita dio su licencia el 20 de diciembre y el Convento de Nuestra Señora de la Anunciación se fundó el 24 de enero de 1571.146
El visitador apostólico Pedro Fernández depuso a la priora puesta por el provincial en el Convento de Medina del Campo y le encargó serlo a Teresa, que pasó a serlo en julio de 1571.147
Sin embargo, el provincial Ángel Salazar le dijo al visitador apostólico que el Convento de la Encarnación, de carmelitas calzadas, necesitaba de mejoras y le propuso que Teresa fuese la priora. El 8 de octubre de 1571 anunció en Medina del Campo que había nombrado a Teresa priora de la Encarnación. En la Encarnación no querían que ella fuese la priora y, cuando llegó, el 14 de octubre, una pequeña aglomeración con carmelitas seglares intentó prohibirle el acceso, además le dijeron "palabras muy feas". Fue preciso que interviniera el corregidor para apartar a los manifestantes.147
Teresa convocó a la comunidad en el coro alto y, en vez de sentarse ella en la silla prioral, colocó la imagen de la Virgen de la Clemencia y, entre sus manos, las llaves del convento. Finalmente, cada una de las monjas le rindió obediencia a la nueva priora. Teresa se sentó en el lugar que ocupaba antiguamente, cuando era una simple monja.147 Cada noche le entregaba las llaves de la portería a la Virgen de la Clemencia. Teresa escribió que la Virgen se le apareció en ese lugar el 19 de enero de 1572 y le dijo que había hecho bien en ponerla allí.148149
Lo más urgente era sanear la economía: la duquesa de Alba donó 100 ducados y Lorenzo, hermano de Teresa, le mandó dinero desde América.147
Teresa no quería en el Convento de la Encarnación a nadie que no llevase una vida conventual. Había una monja que vivía con su sobrina, María Juárez, pero esta no podía marcharse porque era huérfana. Entonces Teresa permitió que se quedase como asistente de su tía. Sin embargo, la monja no quería que se hiciera una excepción a su favor y logró conseguir una dote para su sobrina, que en adelante pasó a ser una monja más del convento.
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