CONJUNTOS MONUMENTALES
Puerta de las Granadas | ||
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Bien de interés cultural | ||
Construcción a modo de arco triunfal romano | ||
Ubicación | ||
País | España | |
Ubicación | Cuesta de Gomérez, 40-44 Granada, España | |
Coordenadas | 37°10′33″N 3°35′35″O | |
Características | ||
Tipo | Puerta: Monumento fijo | |
Autor | Pedro Machuca | |
Arquitecto | Pedro Machuca | |
Estilo | Arquitectura del Renacimiento | |
Historia | ||
Construcción | Piedra labrada con aparejo almohadillado florentino sin desbastar | |
Inauguración | siglo XVI | |
Información general | ||
Administrador | Patronato de la Alhambra y el Generalife | |
Protección | ||
Declaración | Bien de interés cultural del patrimonio español el 10 de febrero de 1870 | |
Características | código RI-51-0000009 | |
La puerta de las Granadas o arco de las Granadas es la puerta histórica más popular para acceder a través del Bosque de la Alhambra al entorno del palacio nazarí que es la Alhambra, situada en la ciudad de Granada, comunidad autónoma de Andalucía, España.
Se inicia el recorrido partiendo del centro de la ciudad, Plaza Nueva y se continua en subida por la Cuesta de Gomérez, calle que desde la reordenación urbana efectuada en el siglo XVI cubre el antiguo barranco de correntías, hasta divisar el monumento.
Estilo
[editar]Construcción a modo de arco triunfal romano, con fachada delantera de un clasicismo muy puro, convirtiéndose en la entrada principal del recinto amurallado en detrimento de la Puerta de las Armas de origen islámico.
Es una puerta del renacimiento Español, edificada durante el mandato del emperador Carlos V, cuya fábrica es de piedra labrada con aparejo almohadillado florentino sin desbastar, resaltando los sillares de la construcción.
Breve historia
[editar]Su edificación se inicia para conmemorar la visita de Carlos I de España en 1526 a Granada con motivo de su reciente boda en Sevilla con Isabel de Portugal, según el programa imperial (Puerta de la Justicia, Pilar y Palacio de Carlos V) conjeturado por Luis Hurtado de Mendoza y Pacheco, III conde de Tendilla y II marqués de Mondejar en honor del Emperador, la ejecución se realizó por ordenanza de Íñigo López de Mendoza y Mendoza, III marqués y IV conde de Tendilla, bajo la dirección del arquitecto constructor del Palacio de Carlos V, Pedro Machuca, levantándose en sustitución de la puerta original islámica, la Bib al-Buxar o puerta de las alegres nuevas, conocida también como Bib al-Jaudaq o Puerta de los fosos, torreón defensivo que protegía el valle situado entre la colina de la Sabica y el Monte Mauror, pudiendo observarse en su costado derecho algunos restos arquitectónicos de la época árabe, y en su lado izquierdo, está ubicado el Palacio o Casa Señorial de los Marqueses de Cartagena, de mitad del siglo XVI, con portada barroca construida en piedra de cantería.1
Conocida como puerta de los Gomérez hasta el siglo XVIII, recibe su nombre de las tres grandes frutas de granadas semidesgajadas y abiertas que coronan el frontón triangular de herencia clásica que remata el arco principal, y acompañan al escudo imperial de Carlos I de España y V de Alemania que se encuentra esculpido en el tímpano, junto con las figuras alegóricas de la Paz y la Abundancia, caridades que el gobierno de Carlos I prometió aportar a las nuevas tierras conquistadas al al-Ándalus. Atravesando uno cualquiera de los tres arcos de medio punto la vista se incorpora a las frondosas y llamativas alamedas del Bosque de la Alhambra, cuyo carril derecho conduce hacia Torres Bermejas, el Auditorio Manuel de Falla y el Carmen de los Mártires, mientras que el lado izquierdo, antiguamente llamado Cuesta empedrada, en su inicio nos topamos con el monolito de una Cruz devocional de mármol realizada en 1641, pasaje que nos conduce al flanco sur de la muralla de la Alhambra donde se encuentran los diferentes accesos al monumento nazarí, las Puertas de la Justicia y de los Carros. El arco central de mayor tamaño, enmarcado por semicolumnas toscanas sobre pedestal, proporciona el acceso a un vial asfaltado peatonal que se utilizaba para el transporte público y privado, calzada que conduce hasta el Palacio de Carlos V, la iglesia de Santa María de la Alhambra y el antiguo Monasterio de San Francisco, hoy habilitado como el Parador Nacional de San Francisco.2
Está declarada Monumento Histórico Artístico Nacional del patrimonio español el 10 de febrero de 18703 al estar integrada en la muralla árabe. El Patronato de la Alhambra y el Generalife, gestiona administrativamente el monumento al encontrase incorporado al recinto amurallado de la Alhambra.
Sala de los Reyes | ||
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Tipo | sala | |
Localización | provincia de Granada (España) | |
Coordenadas | 37°10′37″N 3°35′20″O | |
La sala de los Reyes se encuentra en el gran espacio áulico y emblemático del Palacio de los Leones, lugar de reposo y tertulia, en La Alhambra de Granada. Se estructura en torno a un gran vestíbulo, de más de 30 metros de longitud, que servía de escenario para las más variadas recepciones y representaciones festivas.
Historia
[editar]En el siglo XIX sus cubiertas se reformaron dándole una forma individualizada no apropiada para la conservación de las pinturas, lo que provocó su deterioro, subsanado en la actualidad con la vuelta a la configuración original de las cubiertas. Las pinturas se consolidarón, para luego acomter la restauración en sí, empezando con la intervención en los reversos, cuero, de las pinturas, luego estas en si y por último, las bóvedas de mocárabes y zócalos.12
Descripción
[editar]La sala en cuestión ocupa todo el lado oriental del patio. Esta recibe su nombre por la pintura que ocupa la bóveda del cuarto central. Es la sala más larga del palacio, dividida en 3 cuartos iguales y dos pequeños que pudieran ser armarios, por su emplazamiento y falta de iluminación.
También se la llamó sala de la Justicia y del Tribunal a partir del siglo XVIII. Se accede a ella desde la cabecera del Patio de los Leones por tres pórticos con arcos triples de mocárabes y decorados con rombos calados sostenidos por finas columnas. Por su disposición, la sala queda dividida en siete partes: tres habitaciones cuadradas, separadas por dos tramos rectangulares y alcobas en los extremos. En las habitaciones cuadradas se observan cúpulas de mocárabes y se accede a los tramos rectangulares que las separan a través de arcos dobles, tramos que también poseen bóvedas de mocárabes, al igual que las alcobas. Toda esta distribución y decoración realzan la luz que penetra en la sala, en la que se contrasta la pesadez de los arcos con la delicada ornamentación de sus muros, compuesta por inscripciones, así como por un zócalo de alicatados que rodeaba la sala, del que solo quedan dos fragmentos.
Las pinturas de las bóvedas
[editar]Las pinturas que presenta la sala se encuentran en tres cúpulas de madera en forma de elipse y forradas de cuero. La pintura del centro podría estar representando a los diez reyes de la dinastía nazarí. Las de las bóvedas laterales nos muestran escenas caballerescas (de caza principalmente) y de temática amorosa y posiblemente cuentan leyendas o aventuras de reyes musulmanes. A pesar de esto, las pinturas son claramente cristianas, lo que queda patente en la representación de temas musulmanes, mucho más torpe e imprecisa que la de los cristianos.
El taller toledano en su proyección hacia Andalucía, nos ofrece uno de los ejemplos más singulares de la pintura gótica del siglo XV en las escenas sobre cuero que cubren las tres falsas bóvedas de la Sala de los Reyes de la Alhambra de Granada. Desde el punto de vista formal, dichas escenas resultan cercanas al gótico lineal, ya que predomina el dibujo y posee un modelado muy somero, aunque han desaparecido ya los convencionalismos de los pintores románicos y los escenarios arquitectónicos son análogos a los de los relieves. Con frecuencia, como en la miniatura del gótico lineal, los fondos son de oro, aplicado en panes. El estilo, con bastantes recuerdos del gótico lineal en el abundante empleo de la línea y el dorado, responde también a los caracteres del Trecento: en los rasgos de las figuras, la preocupación por el volumen, así como en algunas indumentarias que evidencian notas florentinas. El conjunto se debe sin duda a artistas cristianos conocedores del mundo musulmán, en donde se mezclan la estética italiana con la islámica, poniéndose de manifiesto la influencia del taller toledano como base de la amistad existente entre don Pedro I de Castilla y Muhammad V de Granada por esos años.
En las bóvedas vemos una rica iconografía de carácter profano. En este sentido, hemos de advertir que estas pinturas de las sala de los reyes son el mejor ejemplo de pintura gótica profana, de difícil interpretación por otra parte. De las tres bóvedas, la central presenta a varios reyes, que, por considerarse los de la dinastía nazarí, permiten fechar las pinturas entre 1396 y 1408. A primera vista la más atrayente puede resultar ser la pintura de los reyes aunque en ningún momento hemos de olvidar la importancia que poseen las dos bóvedas laterales, pues en ellas se representan escenas de caballería y de amor, probablemente inspiradas en algún texto literario novelesco aun no identificado. Cristianos casi la totalidad de los personajes y cristiana la arquitectura del fondo, el caballero moro que figura en lugar preeminente presta a la composición sabor de romance fronterizo. Volviendo a lo dicho, la obra cuenta con inspiración caballeresca en la literatura de la época, sin olvidar contactos con las artes decorativas en donde se combinan temas de amor cortés, caza y juego con elementos fantásticos y simbólicos, en los que se une la estética islámica con la cristiana.
Las pinturas tienen una técnica muy laboriosa. Se trata de planchas de madera de peralejo bien cepillada y formando una elipse. Sobre la superficie cóncava se extiende el cuero mojado, pegándolo con un baño de cola y claveteado con pequeños clavos de cabeza cuadrada cubiertos de estaño para evitar la oxidación. Sobre el cuero se dispone una capa de yeso, caña y cola de 2 cm de espesor ya tostada y pintada de rojo. Sobre esta capa y con un punzón se dibujan los temas.
Representaciones de las pinturas de la sala de los reyes
[editar]En el siglo XVIII se produjo el verdadero impulso de revalorización de temas árabes. Esto tuvo como punto de partida la iniciativa de la Real Academia que a mediados del siglo XVIII promovió la publicación de las antigüedades árabes de Granada y Córdoba. En esta publicación se llevaron a cabo copias de las obras musulmanas para su estudio y divulgación. Estas copias fueron realizadas por muchos autores, no obstante debemos destacar la labor emprendida por Sarabia que copió las obras de las bóvedas de la sala de los reyes en seis lienzos y las copias realizadas con posterioridad por otros autores como Joaquín Ballester (bóveda derecha) y Joseph Mugía, quienes pudieron realizar sus copias con mayor libertad. Este somero ejemplo nos da una idea de la importancia de estas pinturas y sobre todo de la importancia que tienen para el estudio múltiples representaciones de una misma obra. Todo esto prueba el valor y preocupación que por estas pinturas se ha mantenido desde el siglo XVIII hasta nuestros días. En la actualidad se siguen estudiando como uno de los mejores ejemplos de la pintura trecentista y gótica profana castellana.
Interpretaciones
[editar]La obra ofrece toda una serie de interrogantes, tanto en relación con la identidad del artista y del cliente como en torno a la interpretación iconográfica. En la bóveda central, dispuestos simétricamente en torno a su espacio oval y conversando entre sí, se sitúan diez figuras de Árabes, sentados sobre cojines, lujosamente ataviados, destacando sobre un fondo dorado, con una decoración de estrellas en su eje. En sus extremos se sitúan dos escudos de la Orden de la Banda con cabezas de sierpes y leones custodiándolos.
La identificación de los diez personajes ofrece diferentes interpretaciones: para unos será la representación de los reyes de la dinastía nazarí de Granada (Gómez Moreno); otros piensan que se trata de un consejo árabe (Contreras); una tercera postura apunta hacia personajes de la aristocracia granadina o fantásticos guerreros, sorprendidos en el momento en que son investidos de la Orden de la Banda. Una última posibilidad es que se trate de Muhammad V acompañado por sus cortesanos. Podríamos decantarnos por la primera interpretación, ya que probablemente es la que más se ajusta, tanto a la funcionalidad de la sala, como a la composición de la obra.
En las bóvedas laterales, parecen representarse las escenas secuenciales de un relato novelesco medieval, en el que unos caballeros, claramente identificados por sus ropas musulmanas y cristianas, realizan diversas pruebas para obtener los favores de una dama. La historia que comienza en la bóveda izquierda, puede tener su desenlace en la bóveda de la derecha, sucediéndose distintos episodios como la cacería de animales salvajes, el juego del ajedrez o la justa entre caballeros. Todas las escenas se desarrollan entre una extraordinaria representación de la naturaleza: aves y animales silvestres en movimiento entre una profusa vegetación y arboleda.
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