IGLESIAS DE ESPAÑA
La iglesia de San Pedro Mártir es un templo católico de la ciudad española de Madrid, obra del arquitecto Miguel Fisac. Forma parte del conjunto de edificios denominado convento, teologado e iglesia de San Pedro Mártir.
Descripción[editar]
La forma de la iglesia, como elemento principal del conjunto, deriva de la adaptación de su espacio a un programa específico como iglesia conventual para un coro de 300 frailes, pero también como iglesia pública con una zona para 700 fieles sentados. De la distribución lógica en planta de estos dos grupos de usuarios, frailes y cristianos seglares, surgen dos categorías que deben disponerse alrededor del altar, asumiendo los religiosos una situación noble, mientras que los fieles han de ubicarse en posición cercana al acceso público. Por tanto, el altar, como elemento principal del espacio al que se dirige la atención, debe ocupar una posición intermedia central como conciliación de la parte de iglesia conventual para recitar el solemne Oficio Divino, y la parte de iglesia pública para la asistencia de fieles. Surge así en planta un espacio definido por dos ramas de hipérbola que se cierran con dos segmentos circulares, por razones estructurales y de acústica.1
En sección, esta doble disposición con centro en el altar determina su ubicación en posición elevada respecto al plano de los fieles, el más bajo del conjunto. La tensión dinámica hacia el altar y ese protagonismo también místico se ve acentuada por el plano descendente del coro hacia el mismo. Además de la forma en la que el espacio se moldea a través de los paramentos en ladrillo, esta iglesia también está caracterizada por otros dos componentes esenciales en la arquitectura religiosa de Fisac: la luz y la división cromática de los espacios.1
La luz y el color se utilizan como materiales de proyecto. De este modo, la luz se dispone en una intensidad media en las estancias de coro y fieles, mientras que remarca la importancia del altar de forma vertical a través de su potente iluminación cenital. Cromáticamente, estos espacios se distinguen a través de diversas tonalidades que también adquieren un simbolismo: las vidrieras de los paramentos que cierran la zona de los fieles adquieren tonalidades azules, pasando a tonos dorados para fundirse con la luz cenital del altar arrojada a través de un lucernario. Desde el altar, la coloración de la luz continúa hacia una gama de rojos en la zona del coro, en el que se dispone una vidriera figurativa con escenas y simbología del Martirio. Los tonos azules representan la frialdad del fiel que se diluye a medida que se acerca al altar, para posteriormente volverse rojo, en una simbología del doble sacrificio que representa la zona de los coristas. Los vitrales superiores de la parte dedicada a los fieles que convergen en el lucernario central conforman la separación característica de las iglesias de Fisac en el altar, entre los paramentos de cierre y la cubierta superior, en una sensación de ingravidez que se acentúa por el acabado de madera del techo y los paramentos de ladrillo. De igual forma, en el sótano de la iglesia se sitúa la cripta, en la que se disponen vidrieras de colores en la parte superior de sus muros curvos. El acceso a la iglesia se ubica en un lateral para evitar la competencia directa de su direccionalidad con el dinamismo del conjunto hacia la posición central del altar, y lo mismo ocurre con la ubicación en el lateral norte de la capilla del Santísimo.1
Tanto la iglesia como la capilla atienden a una concepción de la arquitectura como unidad indisoluble en su integración perfecta con las artes plásticas. Destacan las obras notables que distintos artistas reconocidos del momento aportaron a esta iglesia de Fisac. De esta forma, las obras plásticas se integran en la arquitectura sin superponerse a la misma o predominar por encima de los elementos restantes, formando un todo unitario en el que la arquitectura en sí misma es parte esencial en la comprensión del espacio. Ejemplos de lo anterior son el gran relieve en el exterior de la iglesia realizado en piedra por la escultora Susana Polac sobre el tema del Martirio de los misioneros dominicos en Oriente, siendo también la autora del Crucifijo en bronce (hoy almacenado en las instalaciones del complejo) que se encontraba en la capilla del antiguo estudiantado. Pablo Serrano es el autor del gran crucifijo central en el interior de la iglesia, así como de un grupo escultórico en madera que se encuentra en la capilla del Santísimo Sacramento. La gran vidriera del fondo de la iglesia se ejecutó según cartones del pintor y vitralista Adolfo Winternitz. Por otra parte, las vidrieras laterales y de la entrada de la iglesia, así como la que representa la Cena en la Capilla del Santísimo, están realizadas de acuerdo a dibujos del pintor José María de Labra, mientras que Francisco Farreras es autor de la vidriera del techo de la capilla del Santísimo y las vidrieras de la cripta y la capilla del antiguo estudiantado, así como una virgen hoy almacenada en las instalaciones del complejo que estuvo instalada en origen en esta última. El espectacular lucernario sobre el altar, la vidriera de la cripta, imágenes de santos en los antiguos dormitorios del estudiantado y los dibujos de azulejerías del comedor del antiguo estudiantado son del escultor José Luis Sánchez.1
De todos los elementos del conjunto, el edificio de la iglesia es el único que no presenta cubierta plana y que se construye con una estructura metálica, conformando el cerramiento en ladrillo macizo visto con llaga acusada. En la fachada opuesta al coro, el paramento integra una disposición regular de moldeados de vidrio, y se remata superiormente con el friso de Polac. Destaca el énfasis en la direccionalidad hacia el acceso lateral derecho mediante una ligera pérgola de hormigón.
Iglesia de San Pedro Mártir | ||
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Datos generales | ||
Tipo | iglesia dominica | |
Parte de | Convento, teologado e iglesia de San Pedro Mártir | |
Calle | N-1 | |
Localización | Madrid (España) | |
Coordenadas | 40°30′09″N 3°39′30″O | |
Construcción | 1960 | |
Culto | catolicismo | |
Orden | Orden de Predicadores | |
Arquitecto | Miguel Fisac |
Iglesia de Santa Teresa y Santa Isabel | ||
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País | España | |
Ubicación | Trafalgar | |
Dirección | calle de Eloy Gonzalo y glorieta del Pintor Sorolla | |
Coordenadas | 40°26′06″N 3°41′58″O | |
Culto | Iglesia católica |
Historia[editar]
La construcción del edificio primitivo corrió a cargo del arquitecto José María Aguilar y Vela. Se inició el 22 de octubre de 1842,1 y no se concluiría hasta 1856.a2
Cuenta el cronista Pedro de Répide que el templo fue originalmente dedicado a la Concepción, como anexo a la parroquia de San José. Tuvo en sus altares pinturas de Luis Taberner y la popular imagen de la Virgen de Buenavista (o de los Castellanos),3 que lleva en su mano el pendón morado, cedida por el erudito Basilio Sebastián Castellanos mediado el siglo xix.4b5Otra anécdota recogida por Répide relata que, durante el dilatado proceso se construcción de la iglesia, el cura Merino (activista liberal, condenado por su atentado fallido contra la reina Isabel II en 1852), al pasar ante el edificio camino del patíbulo situado en el Campo de Guardias, «dijo con gran serenidad al contemplarle: "Efectivamente, está desnivelado".»4
El templo fue destruido en 1936 y reconstruido entre 1942 y 1950 por otro similar, de estilo neoclásico, obra de José María Garma Zubizarreta.6 Destaca el retablo mayor, trasladado de la iglesia de Villaumbrales (provincia de Palencia).
La iglesia del Espíritu Santo es una iglesia ubicada en la calle Serrano de Madrid (España) dirigida por sacerdotes del Opus Dei y construida entre 1942 y 1943 por el arquitecto español Miguel Fisac.
Iglesia del Espíritu Santo | ||
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Tipo | iglesia | |
Calle | calle de Serrano (125) | |
Localización | Madrid (España) | |
Coordenadas | 40°26′30″N 3°41′10″O | |
Construcción | 1942 | |
Culto | catolicismo | |
Nombrado por | Espíritu Santo | |
Arquitecto | Miguel Fisac, Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban |
Historia[editar]
La iglesia surgió de la adaptación del Auditorio de la Residencia de Estudiantes en capilla. Este auditorio fue construido por los arquitectos Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez entre 1931 y 1933. Estos dos arquitectos influidos por las ideas de la Institución Libre de Enseñanza trabajaron juntos hasta la guerra. El auditorio estaba formado por un salón de actos, sala de conferencias, biblioteca, salas de lectura y aulas especiales, ordenado el conjunto en torno a un patio-claustro con una fuente en el centro1 Era una construcción muy sencilla basada en las ideas racionalistas, de superficies y volúmenes limpios, edificada en ladrillo visto. Bajo este punto de vista práctico, funcional, libre de elementos decorativos superfluos, el Auditórium fue inaugurado en abril de 1933 y llegó a tener una rica vida cultural.
Después de la guerra, desaparecida la Junta de Ampliación de Estudios y la Residencia de Estudiantes como instituciones, y creado el nuevo Centro Superior de Investigaciones Científicas, el auditorio perdió su función cultural y fue destinado a ser convertido en una iglesia, la Capilla del Espíritu Santo.
Fisac visitó el edificio y cuenta que no le pareció que tuviera un gran valor arquitectónico. Sin embargo, junto a él había un claustro que junto a su sencillez le pareció precioso, realizado con gran sabiduría por el arquitecto Arniches. El claustro se abría por un patio descubierto a la calle de Serrano; a su alrededor se ubicaba la antigua biblioteca. Sobre ella se levantó una nueva planta y los espacios interiores fueron objeto de una nueva distribución. Tal como estaba previsto el salón de actos desapareció, convertido en iglesia. Las obras terminaron en octubre de 1946. Hoy día, el claustro pertenece al instituto colindante a la Capilla del Espíritu Santo, el actual Centro de Física Miguel Antonio Catalán.
Arquitectura[editar]
Como leemos en la placa en su fachada, muestra influencia de la arquitectura de Asplund, el arquitecto sueco cuya obra conoció Fisac en su viaje por Europa, pero también elementos tradicionales de la arquitectura española como el gran óculo, los arquillos ciegos y el tambor cilíndrico con una cúpula de media naranja.
Los muros del auditorio no pudieron aprovecharse pues eran demasiado delgados para sostener el peso de las bóvedas proyectadas por Fisac. Se levantaron unos pilares nuevos, aunque se conservaron los muros del auditorio rebajados rodeando la capilla. Fisac se inspiró en algunos templos mozárabes en los que no existe crucero y la bóveda o la cúpula se alza sobre el presbiterio en cuyo centro se sitúa el altar. La cubierta está dividida en tres tramos separada por arcos fajones con bóvedas vaídas decoradas con pinturas al fresco. Los frescos son obra del pintor Ramón Stolz Viciano.
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