CONJUNTOS MONUMENTALES
Arco de Trajano | ||
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Ubicación | ||
País | ![]() | |
Comunidad | Extremadura | |
Municipio | Mérida | |
Ubicación | Mérida | |
Coordenadas | 38°55′03″N 6°20′47″O | |
Características | ||
Tipo | Arco monumental | |
Estilo | Arquitectura de la Antigua Roma | |
Anchura | 13 m | |
Altura | 15 m | |
Materiales | Granito | |
Protección | ||
Declaración | Bien de Interés Cultural desde 1912 | |
Mapa de localización | ||
Ubicación en España | ||
El conocido como Arco de Trajano de Mérida (España) es una puerta de acceso con arco monumental romano que recibe esta denominación debido a que en su momento se pensó que era un arco triunfal.1 El arco ha sido conocido tradicionalmente en la ciudad como «de Trajano», sin ningún fundamento que lo relacione con ese emperador.2 Desde el 13 de diciembre de 1912 está protegido como Bien de Interés Cultural3 y en 1993 la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad como parte del Conjunto arqueológico de Mérida.
Descripción
[editar]Es un arco de medio punto que tiene una altura de unos quince metros, incluyendo los dos metros de su base que ahora quedan enterrados bajo el pavimento. La luz de su arco es de casi nueve metros y de un extremo al otro de sus contrafuertes cuenta con trece metros. El material empleado para su construcción fue el granito, con el que se recortaron de manera regular grandes sillares y dovelas de 1,4 m de altura. En origen estas piedras estaban recubiertas ornamentalmente con mármol, como parece indicar la serie de orificios que se aprecian en dovelas y sillares.4
Interpretación
[editar]El propósito de su creación, aunque ha sido objeto de diversas interpretaciones, fue el de establecer un hito significativo en la trama urbana de la ciudad romana, aspecto que viene definido a través del contenido de la forma del arco y de la grandiosidad de la escala con la que se proyectó.4 El hecho de que se haya perdido su revestimiento, y con él las inscripciones que pudieran documentarlo, hace muy difícil concretar el momento de su realización.2
Según el trazado general de Mérida, desde el punto en que se encuentra el arco se puede seguir una alineación hasta el río Albarregas que marcaría el trazado del cardo máximo, una de las dos vías más importantes de la ciudad romana, lo cual parecen corroborar los restos de una importante cloaca localizados por el arqueólogo Manuel de Villena y Moziño en el siglo XVIII.4 Teniendo en cuenta esta situación, el arco de Trajano fue considerado como límite de esta vía,5 también como puerta monumental de entrada al supuesto primer recinto de la ciudad6 o posible arco triunfal,7 propuesta esta última que se ha repetido por la mayor similitud de este arco a los arcos de triunfo que a las puertas monumentales.8
En las excavaciones arqueológicas en el entorno del arco se han encontrado algunos bronces, restos de escultura ornamental e inscripciones que hacen suponer la existencia de un segundo foro en Augusta Emerita, aparte del foro municipal bien conocido y ubicado en la confluencia del cardo y el decumano. Tendría carácter de foro provincial, el de la Lusitania de la que era capital Mérida, con su templo de culto imperial y edificios monumentales. El Arco de Trajano quedaría inserto en este conjunto urbano, en el cual cumpliría la función de elemento delimitador de espacios con distinto significado, al tiempo que constituiría la entrada monumental del gran espacio cerrado que sería este segundo foro de la ciudad.
Museo Nacional de Arte Romano | ||
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Parte de un sitio Patrimonio de la Humanidad | ||
![]() Entrada principal al museo. | ||
Ubicación | ||
País | ![]() | |
Comunidad | ![]() | |
Provincia | ![]() | |
Localidad | Mérida | |
Dirección | C/ José Ramón Mélida, s/n | |
Coordenadas | 38°55′02″N 6°20′23″O | |
Tipo y colecciones | ||
Tipo | Público | |
Clase | Museo arqueológico | |
N.º de obras | 37 0001 | |
Historia y gestión | ||
Creación | 26 de marzo de 1838 (como Museo Arqueológico de Mérida) | |
Inauguración | 19 de septiembre de 1986 | |
Director | Trinidad Nogales Basarrate2 | |
Información del edificio | ||
Protección | ![]() | |
Construcción | 26 de marzo de 1838 (como Museo Arqueológico de Mérida) | |
Arquitecto | Rafael Moneo | |
Información para visitantes | ||
Visitantes | 238 776 (2019)3 | |
Mapa de localización | ||
Ubicación en Badajoz | ||
Sitio web oficial | ||
El Museo Nacional de Arte Romano de Mérida (España) (MNAR) fue inaugurado el 19 de septiembre de 1986 en su emplazamiento actual, obra del arquitecto Rafael Moneo. Se trata de un centro investigador y difusor de la cultura romana donde, además de acoger los hallazgos arqueológicos de la antigua ciudad romana Augusta Emerita, se celebran congresos, coloquios, conferencias, cursos, exposiciones y otras muchas actividades de ámbito nacional e internacional. Es uno de los edificios Patrimonio de la Humanidad de la Unesco como parte del Conjunto arqueológico de Mérida.
Es un Museo Nacional de España adscrito al Ministerio de Cultura y Deporte, es de gestión exclusiva de la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural.
Historia
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Los precedentes del Museo Nacional de Arte Romano se remontan al siglo XVI, cuando don Fernando de Vera y Vargas, señor don Tello y Sierra Brava, comenzó a formar una importante colección epigráfica en su palacio. Su hijo, el conde de la Roca, la mantuvo y aumentó, colocando algunas piezas en la fachada del edificio, que fue derribado a finales del siglo XIX. En el siglo XVIII vamos a asistir a la creación de dos colecciones de piezas arqueológicas, una en la Alcazaba de Mérida y otra en el Convento de Jesús Nazareno (actual Parador Nacional). Desde entonces, a raíz de varias excavaciones, así como de muchos hallazgos fortuitos, las colecciones antes citadas se van a incrementar notablemente.
En 1838, como consecuencia de la Desamortización, el Estado decidió ceder la Iglesia de Santa Clara (donde actualmente se encuentra el Museo Visigodo), con objeto de que en dicho edificio se instalaran las piezas arqueológicas emeritenses. El primer inventario, realizado en 1910, reflejó la existencia de un total de 557 objetos.
En ese mismo año, bajo la dirección del catedrático de Arqueología de la Universidad de Madrid José Ramón Mélida y del erudito local Maximiliano Macías, se iniciaron las primeras investigaciones arqueológicas con una metodología más o menos científica en diversos puntos de la ciudad: teatro, anfiteatro, circo, necrópolis... gracias a las cuales, cuando en 1929 Mélida y Macías dan al poco más que suntuoso almacén un formato museográfico, los fondos alcanzaban las 3.000 piezas.
Tras la Guerra Civil se reanudaron las excavaciones en la ciudad, que, de forma bastante regular, se siguieron realizando sistemáticamente. Siendo conscientes las autoridades de que la antigua Iglesia de Santa Clara no tenía espacio suficiente para albergar los nuevos descubrimientos, y con el decidido impulso del entonces director del Museo José Álvarez y Sáenz de Buruaga, se empezó a pensar en la creación de un nuevo edificio para mostrar y almacenar mejor la arqueología emeritense, hasta que por fin en 1975, con motivo del bimilenario de la ciudad, se decide la creación del Museo Nacional de Arte Romano (por R.D. de 7 de julio), el primero que, fuera de Madrid, tuvo el rango de nacional.
Pocos años más tarde, en 1979 el proyecto del edificio fue encargado al arquitecto Rafael Moneo Vallés quien lo llevó a cabo entre 1980 y 1986, siendo inaugurado el 19 de septiembre de 1986 por SS. MM los Reyes de España, en presencia del presidente de la República de Italia Francesco Cossiga, como una forma simbólica de renovar los antiguos vínculos. Actualmente el museo alberga más de 36.000 piezas, y acaba de festejar en 2011 su XXV aniversario, habiendo recibido en este tiempo unos cinco millones de visitantes, y actuado como el motor de la transformación radical del turismo de Mérida.
Arquitectura
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El edificio, proyectado por Moneo a partir del otoño de 1979, y construido entre 1980 y 1986, atrajo rápidamente el reconocimiento internacional, no sólo como una de las primeras obras maestras del arquitecto navarro, y la primera suya conocida y apreciada en el extranjero, sino también como la obra que marcó el principio de un periodo fructífero de la producción arquitectónica española, que pasó a captar la atención de arquitectos y críticos de todo el mundo. El principal objetivo del arquitecto en este proyecto fue que el museo tuviera el carácter y la presencia de un edificio romano. Toda la arquitectura se encuentra fuertemente ligada, en su materialidad, al contenido que expone y a la cultura que referencia. Aunque en una primera visión del museo esto puede parecer un objetivo sencillo, sin embargo, más allá de esta aparente simplicidad del esquema constructivo, se encuentra una compleja concepción arquitectónica, rica en asociaciones históricas y con sutiles articulaciones espaciales. El complejo consiste en dos volúmenes conectados por un puente, con un interior a base de arcos, diafragmas e iluminación central. Fue dedicado por Moneo a la memoria de su padre, quien falleció durante los trabajos.
Actividades paralelas
[editar]El MNAR mantiene una constante y cuidadosa programación cuatrimestral de actividades de muy diversos tipos y dirigidas a distintos públicos, entre las que destacan conferencias, seminarios, congresos, exposiciones, premios, talleres infantiles, excursiones, veladas musicales y poéticas, o las tradicionales visitas guiadas,4 además de un muy activo servicio de publicaciones, con su revista propia (Anas) y varias series temáticas.5 Está muy integrado en el tejido social de la ciudad.
Puede decirse además que es un centro puntero en la investigación arqueológica del mundo romano y visigodo, como también en su difusión, y el mejor relacionado internacionalmente. Cuenta con el mecenazgo de distintas empresas e instituciones, además del de la Asociación de Amigos del Museo.
Silo de Mérida | ||
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Datos generales | ||
Tipo | silo | |
Estilo | Tipo T | |
Parte de | Red Nacional de Silos y Graneros | |
Localización | Mérida (España) | |
Coordenadas | 38°55′06″N 6°20′01″O | |
Construcción | c. 1946-1950 | |
El silo de Mérida es un antiguo silo de grano construido en la ciudad española de Mérida, provincia de Badajoz (Extremadura). Se encuentra situado junto a las vías del tren y la estación de ferrocarril. Puesto en servicio en la década de 1950, constituyó uno de los primeros silos de la Red Nacional y también uno de los de mayor tamaño. Tiene una capacidad de almacenaje de 10.500 toneladas.1
Historia
[editar]Su construcción respondió a una premeditada organización para el almacenamiento de cereal, dentro de la política implementada por el régimen franquista a través del Servicio Nacional del Trigo (SNT). Para 1942 ya se habían diseñado algunos silos de tránsito: todos de gran tamaño y capacidad. Estos silos fueron singulares, no seriados como los que se hicieron posteriormente, y eran vitales en el esquema de la Red Nacional al estar ubicados en los importantes nudos ferroviarios que unían las zonas productoras. Entre estos primeros silos están los de Alcalá de Henares, Córdoba y Mérida. Los tres se concluyen hacia 1950, entrando el emeritense en funcionamiento ese mismo año.2
Estos silos de tránsito contaron con modernos sistemas de señalización y control a distancia, además de un complejo sistema de máquinas diseñadas para la manipulación y selección de semillas. El de Mérida fue construido junto a la infraestructura ferroviaria, respetando el tejido urbano de la villa de mediados del siglo XX, en un espacio en el que se situaban instalaciones militares y un grupo de casas adosadas para maestros de la Barriada de la República Argentina.
El silo emeritense pasó a formar parte del Servicio Nacional de Cereales en 1969 y, en 1971, del Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA). En 1983 se promulgó la Ley para la liberalización del Comercio del Trigo, dándose por concluida la política proteccionista española y, en consecuencia, muchos silos dejaron de recibir trigo. Sin embargo, la Política Agraria Común Europea (PAC) requería que, para la regulación de mercados, se conservasen algunos silos de referencia, por lo que el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) mantuvo el de Mérida dentro de su red. Durante el tiempo que estuvo operativo el silo conservaba trigo, cebada, avena y, en menor medida, maíz.
Características
[editar]El Silo de Mérida es un edificio que tiene 5.736 metros cuadrados de superficie construida y que está compuesto por cinco crujías de celdas de sección cuadrangular, de grandes dimensiones, formando filas en sentido longitudinal, dispuestas de forma paralela y de desarrollo vertical. Todas las filas de celdas, tanto las centrales como las laterales, se encuentran elevadas sobre el terreno, con el fin de evitar que la humedad afecte la estabilidad del cereal almacenado y para permitir las maniobras de recepción o evacuación del grano. La cimentación del edificio es convencional, realizada a base de zapatas aisladas como soportes de los pilares, en tanto que la sustentación de los muros perimetrales se realizaba a través de muros corridos. La fábrica de muros y celdas está realizada a base de bloques y ladrillos cerámicos armados.

Para este edificio, la respuesta estética se encuadra dentro de un estilo regional, si bien, no se atiene a ningún modelo de la zona y su resultado final tiende al eclecticismo. Como en otros silos similares, se deja entrever la distribución interior, de modo que quedan definidos al exterior la torre elevadora, las celdas de almacenamiento, la galería superior horizontal de reparto a las celdas y la inferior de recepción/reexpedición.
La torre elevadora es el elemento más destacado del edificio. La torre presenta idénticas soluciones estéticas a las del resto del edificio y, por tal motivo, su planta superior resuelve los vanos con ventanas y óculos, además de rematar cada esquina de su tejado, a cuatro aguas, en pináculos. En el silo emeritense, el cuerpo de maquinaria de manipulación de grano se adosa a las tres primeras plantas de la torre, restando protagonismo a la torre y perjudicando, en cierta manera, las proporciones y elegancia de la fachada.
Junto al edificio principal, y en la parcela, se alzan la nave anexa para el secado, selección de cereal y otras estructuras y edificaciones anexas como aseos, báscula, las casas del guarda y del jefe del silo, las oficinas de administración o el centro de transformación. Las viviendas del jefe del silo y del guarda, también las oficinas se integran dentro de la estética de la época, imitando el diseño regional que algunos arquitectos estaban realizando para el Instituto Nacional de Colonización o la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Se trata de inmuebles de corte andaluz en los que contrasta el blanco del enjalbegado con el rojo de la teja y en los que está presente la arquería de medio punto o de arcos rebajados en los porches.
Templo de Diana | ||
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Bien de interés cultural Parte de un sitio Patrimonio de la Humanidad | ||
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Ubicación | ||
País | España | |
Comunidad | Extremadura | |
Localidad | Mérida | |
Coordenadas | 38°54′59″N 6°20′39″O | |
Características | ||
Tipo | Templo romano | |
Estilo | Arquitectura de la Antigua Roma | |
Superficie | 1,08 ha | |
Historia | ||
Construcción | C. siglo I d. C. | |
Protección | ||
Declaración | Bien de Interés Cultural desde 19121 Patrimonio de la Humanidad desde 19932 | |
El denominado Templo de Diana es un templo romano construido en el siglo I d. C. en la ciudad de Augusta Emerita, capital de la provincia romana de Lusitania, actual Mérida (España). Se levantó en el foro municipal de la ciudad romana siguiendo la configuración habitual de los templos de la antigüedad clásica y es el único edificio religioso romano que ha perdurado en Mérida en un aceptable estado de conservación. En realidad estaba dedicado al culto imperial, no a la diosa Diana, y debió ser uno de los templos principales de la urbe, a juzgar por su dedicación y por el lugar preeminente que ocupaba en el espacio urbano.3 Desde 1993 está declarado Patrimonio de la Humanidad como parte del Conjunto arqueológico de Mérida.2
Descripción
[editar]El llamado templo de Diana estaba emplazado en lo que fue el foro central de Mérida, próximo al cruce de las dos vías principales de la ciudad, el cardo y el decumano, cuya línea sigue la actual calle de Santa Eulalia, y sería uno de los edificios monumentales que acotaron este espacio. Orientado de norte a sur, su fachada posterior sería paralela al decumano. Dentro del espacio amplio del foro, el templo se concibió con su propio recinto ajardinado, abierto al foro, mediante un pórtico de pilastras y con dos estanques frente a las fachadas mayores.3

La estructura de este templo es similar a la de otros como la Maison Carrée de Nimes o los templos dedicados a Augusto en Vienne y Barcelona.4 La construcción de planta rectangular se eleva sobre un podio alto de 3,23 m revestido de sillares bien recortados y dispuestos a soga y tizón, que remata con una cornisa moldurada. Sobre este podio se eleva una columnata de la que conservamos poco más de la mitad de las columnas, suficientes para ofrecer una visión general de su volumen original. Es un templo períptero —es decir, rodeado de columnas— con un pórtico hexástilo —seis columnas en su frente— y once columnas en los laterales mayores. Las proporciones de su planta son 32 × 18,5 m, mientras que las columnas tienen una altura de ocho metros.4
Las columnas se apoyan sobre basas áticas y tienen el fuste estriado. Sobre los capiteles de orden corintio en algunos tramos pervive la viga del arquitrabe, cuyo adorno original podemos adivinar por algunos fragmentos recuperados en las excavaciones. No queda ningún resto de la cubierta original del edificio más arriba de este arquitrabe, si bien el hallazgo de algunas piezas sueltas hace suponer que el frontón triangular contaba con un arco de medio punto de descarga, hoy reconstruido y bien visible, similar al del Templo de Augustobriga en Talavera la Vieja, Cáceres.4
Todos los elementos se elaboraron en piedra de granito, extraída de diversas canteras de los alrededores de Mérida, pero el acabado exterior que ahora presentan es muy distinto al original. Irían recubiertos de estuco, como se ha podido comprobar en algunos sillares donde todavía permanece adosado al granito, con lo cual se disimulaba la tosquedad de esta roca y se perfilaban con más refinamiento los adornos de las columnas y los capiteles. Es posible incluso que el basamento fuera también recubierto de este modo, como hace suponer algún fragmento de estuco localizado en su superficie.4
El interior del templo, la cella, por ahora no se puede reconstruir. Apenas quedan algunos basamentos internos que nos permiten entrever la división de este lugar sagrado mediante columnas y la prolongación de su espacio hasta el primer intercolumnio lateral, de modo que existió un pórtico de tamaño reducido en la parte delantera. Después del derribo de algunas casas adosadas al edificio romano, se ha constatado que la fachada principal estaba en el lado sur, donde se ha descubierto el arranque de la escalinata del templo.4 Como parte del conjunto religioso, a ambos lados de la fachada existían dos estanques con sus respectivos canales.5
Historia
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El momento en el que realizó esta obra sigue siendo motivo de consideración. Algunos aspectos formales, como los cánones de los capiteles y el desarrollo de la moldura del podio, o la utilización de un material como el granito, son rasgos de la arquitectura que se desarrolla a lo largo del siglo I d. C. desde la etapa de Augusto. Dentro de este período amplio, las últimas conclusiones apuntan al gobierno de Tiberio (14-37 d. C.), al que con gran probabilidad pertenecería una representación escultórica encontrada en las excavaciones del templo en el siglo XIX, como momento de construcción del templo. Existen algunos detalles que indican actividad constructiva en el mismo durante la posterior etapa de los Flavios (69-96 d. C.).6
En el siglo XVI se construyó en la cella, la sala interior del templo, el Palacio del Conde los Corbos, un inmueble que en parte ha asegurado la pervivencia de la obra romana.7 Este palacio tiene portada, ventanas y una doble galería de estilo renacentista para cuya construcción se aprovecharon materiales romanos y visigodos. En dos de sus ventanas se aprecian detalles decorativos de gusto mudéjar.8 En junio de 2018 se inauguró un centro de interpretación en el palacio de los Corbos, financiado gracias a las aportaciones de los socios Mecenas, que desarrolla su contenido en torno a la importancia del edificio en época romana y sus usos posteriores.910
Dedicación
[editar]El templo se llama «de Diana» desde que en el siglo XVII así lo identificara el historiador local Bernabé Moreno de Vargas.7 Sin embargo, en las excavaciones arqueológicas en el entorno del edificio se han encontrado en momentos diferentes varias imágenes escultóricas que han permitido discernir el sentido de su culto. A finales del siglo XIX apareció la escultura de un emperador de la dinastía Julio-Claudia, probablemente Tiberio o Claudio. Luego, relacionado también con la persona del emperador, se encontró el «Genius Augusti», símbolo de la divinización del emperador. Y completa este conjunto significativo un pequeño bronce de etapa antoniana (138-161 d. C.) que representa al Genio del Senado, representación del carácter divino del Senado romano. Además de todos estos significativos hallazgos, hay que considerar una inscripción que alude a un flamen, un sacerdote del culto imperial. Todo lleva a pensar que el templo en realidad estuvo dedicado al culto imperial, y como tal en su interior se veneraba tanto la imagen del emperador como la del Senado divinizado, un culto extensible también a la diosa Roma. La ubicación de este templo de culto oficial en el área preeminente del foro de esta colonia romana y en lugar elevado corrobora la finalidad del mismo.6
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