sábado, 18 de junio de 2022

HISTORIA DE ESPAÑA

MUJERES ÉPOCA MEDIEVAL

Onneca u Oneca Garcés de Pamplona (c.838 ¿Pamplona? - c.895 ¿Huesca?1​) fue una condesa consorte de Aragón. Hija de García Íñiguez de Pamplona y de su esposa Urraca, se casó con el conde de Aragón Aznar II Galíndez.2​Tuvieron la siguiente descendencia:









Urraca Garcés (n. c. 940)1​ fue una infanta del reino de Pamplona, condesa consorte de Castilla (959-970) y duquesa consorte de Gascuña.

Era hija de García Sánchez I de Pamplona y Andregoto Galíndez. Aparece en la documentación a partir de 953 cuando, junto con su padre, su abuela, Toda Aznárez de Pamplona y sus hermanos, Sancho y Ramiro, confirman al monasterio de San Martín de Albelda las villas de Bagibel. En 971 robora un privilegio de su hermano el rey Sancho al monasterio de San Millán de la Cogolla como Dompna Urraca, eisdem regis germana.

Matrimonios y descendencia[editar]

Contrajo un primer matrimonio con el conde de Castilla Fernán González, viudo de su primera mujer Sancha de Pamplona. De este matrimonio no tuvo hijos. Casó en segundas nupcias con Guillermo Sánchez, duque de Gascuña y conde de Burdeos, con quien tuvo a los siguientes hijos:









Gaudiosa es un personaje no verificado de la historia a quien se le atribuye ser la esposa del rey don Pelayo, y madre del rey Favila de Asturias. Su existencia no está atestiguada.
Gaudiosa en una litografía del siglo xix

El nombre[editar]

En la Crónica Rotense aparece este texto:

[…]Y en ese mismo lugar fueron muertos 124 000 de los musulmanes, y 63 000 que habían quedado subieron a la cima del monte Auseva, y por el lugar de Amuesa bajaron a la Liébana. Pero ni siquiera ésos escaparon a la venganza del Señor. Cuando marchaban por lo alto del monte que está sobre la ribera del río que se llama Deva, junto a la villa que llaman Cosgaya, ocurrió por sentencia de Dios que ese monte, revolviéndose desde sus fundamentos, lanzó al río a los 63 000 hombres, y allí los sepultó a todos el tal monte […]

En tales crónicas, escritas en latín, Cosgaya se escribe como Causecadia y se sitúa en la actual Cantabria.

El personaje[editar]

Es posible que la reina Gaudiosa sea el resultado de una interpolación del historiador del siglo xviAmbrosio de Morales. Siempre según Ambrosio de Morales, Gaudiosa procedía de Cosgaya (Causegadia), en la Liébana y que Pelayo la conoció mientras comerciaba con caballos en esa zona, sin aclarar este punto.

Tumba del rey don Pelayo y de su esposa en la Basílica de Covadonga.

Algunos artículos dicen que en la Crónica de Alfonso III (siglo ix - siglo x) aparece el siguiente párrafo: «Pelagius post nonum decimum regni sui annum completum, propria morte decessit et sepultus cum uxore sua Gaudiosa Regina territorio Cangas in Ecclesia Sanctae Eulaliae de Velanio fuit. Era DCCLXXV», traducido: «Pelayo, tras haber completado diecinueve años de reinado, falleció de muerte natural y fue enterrado, junto con su esposa la reina Gaudiosa, en el territorio de Cangas, en la iglesia de Santa Eulalia de Velanio. (Año 737)».[cita requerida]

Este párrafo efectivamente aparece en algunas transcripciones de la Crónica Ad Sebastianum pero son en aquellas que siguen la transcripción del propio Ambrosio de Morales y es muy posible que este párrafo fuera una adición del propio historiador. Por lo tanto no tienen validez historiográfica.[cita requerida]

Sepultura[editar]

La tradición asturiana cuenta que después de su defunción, su cadáver recibió sepultura en la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, situada en la localidad asturiana de Abamia en la que posteriormente recibiría sepultura su esposo, el rey don Pelayo.1​ En el lado del Evangelio de dicha iglesia, se conserva en la actualidad el sepulcro, vacío, que supuestamente contuvo los restos del rey y enfrente, colocado en el lado de la Epístola, se encuentra el que contuvo los restos de la esposa de don Pelayo. El cronista Ambrosio de Morales dejó constancia en su obra de que Alfonso X el Sabiorey de Castilla y León, ordenó trasladar los restos del rey don Pelayo y los de su esposa a la Santa Cueva de Covadonga.1

En una cavidad natural de la Santa Cueva de Covadonga, e introducidos en un túmulo de piedra, reposan en la actualidad los restos del rey don Pelayo, los de su esposa y los de Ermesinda, hermana del rey. En el sepulcro se encuentra esculpida la siguiente inscripción:2

"AQVI YACE EL SEÑOR REY DON PELAIO, ELLETO EL AÑO DE 716 QUE EN ESTA MILAGROSA CUEBA COMENZO LA RESTAVRACION DE ESPAÑA BENCIDOS LOS MOROS; FALLECIO AÑO 737 Y ACOMPAÑA SS M/gEr Y ErMANA"

No obstante lo anterior, numerosos historiadores han cuestionado la autenticidad del traslado de los restos del rey don Pelayo y de su esposa a Covadonga.3

Matrimonio y descendencia[editar]

Fruto de su matrimonio con el rey don Pelayo nacieron dos hijos:








Teresa Gil de Soverosa (m. ca1269), dama portuguesa hija de Gil Vázquez de Soverosa y de María Aires de Fornelos, y amante del rey Alfonso IX de León.

Biografía[editar]

Se desconoce su fecha de nacimiento. Fue hija de Gil Vázquez de Soverosa y de María Aires de Fornelos, amante del rey Sancho I de Portugal. Por parte paterna fueron sus abuelos Vasco Fernández de Soverosa y Teresa González de Sousa.1

La última vez que aparece en la documentación fue en 1269 y debió fallecer poco después.2

Descendencia[editar]

Fruto de su relación extramatrimonial con el rey Alfonso IX de León, hijo de Fernando II de León y de la reina Urraca de Portugal, nacieron cuatro hijos:







Urraca Gómez (m. c. 1039),a​ condesa de Castilla por su matrimonio con el conde Sancho García. Era hija del conde de SaldañaCarrión y LiébanaGómez Díaz, hijo de Diego Muñoz de Saldaña, y de Muniadona Fernández, hija del conde de Castilla, Fernán González.Urraca Gómez (m. c. 1039),a​ condesa de Castilla por su matrimonio con el conde Sancho García. Era hija del conde de SaldañaCarrión y LiébanaGómez Díaz, hijo de Diego Muñoz de Saldaña, y de Muniadona Fernández, hija del conde de Castilla, Fernán González.

Problemas de identificación[editar]

El patronímico de la condesa Urraca no ha sido consignado en ninguna crónica ni documento, en la documentación siempre que aparece junto con su marido Sancho García solo consta su nombre sin acompañamiento de patronímico, un ejemplo: Ego, igitur, Sancius comes, cum coniuge mea cometissa Urraca.4​ El historiador benedictino Fray Justo Pérez de Urbel asignaba el patrónimico Salvadores5​ a Urraca haciéndola miembro del linaje Salvadórez de gran influencia en el siglo XI pero inexistente en el siglo X.6​ Pérez de Urbel tomó como referencia un pasaje de la obra Antigüedades de España de Francisco de Berganza que emparentaba a Sancho García con una tal Urraca Salvadórez hija de Salvador Álvarez.

Más recientemente Jaime de Salazar y Acha propuso secuencialmente dos orígenes diferentes para Urraca. Primero sugirió que quizás era hija de Sancho Garcés II de Pamplona y de Urraca Fernández.7​ Rápidamente abandonó esta hipótesis y en su lugar basándose en los usos onomásticos de la época presentaba a la esposa de Sancho García como Urraca Gómez de la familia Banu Gómez, como hija del conde Gómez Díaz y su esposa Muniadona.38​ Esta segunda hipótesis es seguida por otros investigadores como Gonzalo Martínez Díez o Margarita Torres.69

Nupcias y descendientes[editar]

Se casó con su primo hermano Sancho García con el cual tuvo cinco hijos:10








Mafalda González de Lara (¿?-1244), hija de Gonzalo Pérez de Lara, tercer señor de Molina y Mesa, y de su esposa, Sancha Gómez de la Casa de Traba, bisnieta de Fernando Pérez de Traba1​ se convirtió en la IV señora del señorío a la muerte de su padre.Fue esposa del infante Alfonso de Molina, hijo de Alfonso IX de León.

Biografía[editar]

Hija de Gonzalo Pérez de Lara, tercer señor de Molina y Mesa, y de su esposa, Sancha Gómez, miembro de la casa de Traba, contrajo matrimonio en el año 1223 con el infante de León, y posteriormente infante de Castilla Alfonso de Molina, hijo de Alfonso IX de León, rey de León, y de Berenguela de Castilla, padres ambos también de Fernando III de Castilla el Santo.2

En 1222 Fernando III que se hallaba enemistado con Gonzalo Pérez de Lara, señor de Molina, a causa de los desmanes cometidos por este y por su apoyo a Alfonso IX, selló con este último un pacto, conocido como la "Concordia de Zafra", en el año 1223, en cuya negociación tomó parte activa la reina Berenguela de Castilla. El propósito de Gonzalo Pérez de Lara al cometer tales desmanes, devastando incluso algunas villas cercanas a Medinaceli, era conseguir el levantamiento de los nobles castellanos contra Fernando III y apoyar a su padre Alfonso IX de León.

Fotografía de la ciudad de Molina de Aragón, dominada por su fortaleza, cabeza del Real Señorío de Molina.

Ante tales acciones, el rey Fernando, que no veía con buenos ojos la excesiva autonomía de la que disfrutaban los señores de Molina de Aragón, pertenecientes a la familia Lara, una de las dos más poderosas del reino junto con la familia Haro, puso cerco a la fortaleza de Zafra, donde se había ocultado el conde Gonzalo y su séquito y familiares. Asediado el castillo, Gonzalo hubo de rendirse y aceptar las condiciones que se le imponían. La primera de ellas era que su hijo, Gonzalo Pérez de Lara "el Desheredado" no recibiría los dominios de su padre en herencia y el señorío de Molina pasaría a ser propiedad a la muerte de Gonzalo de su hija Mafalda, que contraería matrimonio con el infante Alfonso de Molina,3​ con lo que se conseguiría que la Corona pudiese tener un mayor control en los asuntos del polémico señorío molinés. La Concordia de Zafra fue el prólogo de la futura anexión del señorío de Molina por el Reino de Castilla.

Al contraer matrimonio en el año 1222 con Mafalda González de Lara, señora de Molina, y una vez fallecido el padre de su esposa, el conde Gonzalo Pérez de Lara, en el año 1239, el infante Alfonso pasó a llamarse señor de Molina y a ser conocido como Alfonso de Molina, gobernando de hecho el señorío durante el resto de sus días; al principio en colaboración con su esposa, pero una vez fallecida esta lo hizo solo, tal como estipulaban los acuerdos matrimoniales firmados con su esposa, en los que se recogía que el Real Señorío de Molina pasaría a Alfonso de Molina y sus sucesores. Durante el gobierno del infante Alfonso y de su esposa se amplió el Fuero de Molina en el año 1240, por estar desfasado en algunos aspectos, algo que volvió a realizarse en 1272 por su hija Blanca Alfonso de Molina que heredó el señorío a la muerte de su padre en 1272.4​ He aquí la descripción que de Blanca Alfonso de Molina realizó el historiador molinés Claro Abanades López: «Era de una belleza no común, valerosa, enérgica, amable, de alma grande y corazón magnánimo, cuidadosa del bienestar de sus súbditos y pendiente en el gobierno de su estado».

Sepultura[editar]

Mafalda, igual que su madre, recibió sepultura bajo las baldosas de la iglesia del monasterio de Santa María de Buenafuente del Sistal, en la provincia de Guadalajara. En el año 1765 fueron exhumados los restos de ambas y colocados en una caja. Posteriormente desaparecieron, hasta que en la pasada década fueron recuperados de nuevo los cadáveres de ambas señoras, y colocadas en una caja que se introdujo en un pequeño nicho ubicado en el muro lateral izquierdo del templo, junto a la puerta de entrada.

Matrimonio y descendencia[editar]

Fruto de su matrimonio con el infante Alfonso de Molina, hijo de Alfonso IX de León y de la reina Berenguela de Castilla, padres también de Fernando III, nacieron dos hijos:

 

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