MUJERES ÉPOCA MEDIEVAL
Leonor Sánchez de Castilla (a.1374-1444). Hija de Sancho de Castilla, I conde de Alburquerque, y de una dama de nombre desconocido, fue priora del monasterio de Sancti Spiritus el Real de Toro.
Orígenes familiares[editar]
Fue hija del conde Sancho de Castilla y de una dama de nombre desconocido. Sus abuelos paternos fueron el rey Alfonso XI de Castilla y su amante, Leonor de Guzmán. Fue hermanastra de Leonor de Alburquerque, reina consorte de Aragón por su matrimonio con el rey Fernando I de Aragón.
Biografía[editar]
Leonor Sánchez de Castilla debió nacer antes de 1374, año en el que falleció su padre, el conde Sancho de Castilla. Contrajo un primer matrimonio con Sancho de Rojas, señor de Monzón de Campos, aunque no tuvo hijos con su primer marido. Su esposo, Sancho de Rojas, fue asesinado en 1393 por los criados del duque Fadrique de Castilla, hijo ilegítimo de Enrique II de Castilla. Algunos autores señalan la posibilidad de que Leonor Sánchez de Castilla hubiera mantenido una relación amorosa con el duque Fadrique de Castilla, y que por ello este último habría asesinado a Sancho de Rojas, a fin de poder casarse con su viuda.1
Después de enviudar de su primer marido, Leonor Sánchez de Castilla estuvo comprometida con el asesino de su marido, Fadrique de Castilla. Dicho matrimonio no llegó a celebrarse, ya que el duque Fadrique fue encarcelado en 1394 por orden del rey Enrique III de Castilla y recluido en el castillo de Almodóvar del Río donde falleció ese mismo año. Además, el matrimonio no se celebró porque Leonor Sánchez de Castilla profesó como religiosa en el convento de dominicas del Sancti Spiritus de Benavente, actualmente desaparecido.1
Tras haber permanecido varios años en el convento de dominicas del Sancti Spiritus de Benavente, Leonor Sánchez de Castilla se trasladó al monasterio de Sancti Spiritus el Real de Toro, a fin de reformarlo. Al llegar allí, cambió la primitiva advocación del convento y pasó a llamarse convento del Sancti Spiritus, a pesar de que la fundadora del convento, Teresa Gil, había dispuesto que se llamase de San Salvador. Además, Leonor Sánchez de Castilla impuso a la comunidad de monjas dominicas del convento la observancia de la regla de la Orden de Predicadores, y por ello es conocida como la primera priora de dicho convento, donde falleció en 1444.2
Sepultura[editar]
Leonor Sánchez de Castilla fue sepultada en el coro de la iglesia del convento del Sancti Spiritus de Toro.1 Su tumba está en el suelo y está cubierta por un rectángulo de azulejos policromados, y junto a ella está el sepulcro de la reina Beatriz de Portugal, esposa de Juan I de Castilla.
Matrimonio y descendencia[editar]
Contrajo un primer matrimonio con Sancho de Rojas, señor de Monzón de Campos, aunque no tuvieron descendencia. Posteriormente, mantuvo una relación amorosa con su primo hermano el duque Fadrique de Castilla y fruto de dicha relación nació una hija:
- Leonor de Castilla (1393-1470). Contrajo matrimonio con Pedro Manrique de Lara y Mendoza, VIII señor de Amusco, III señor de Treviño, Navarrete, Ocón, Redecilla y Paredes de Nava y adelantado mayor de Castilla. Después de enviudar profesó como religiosa en el monasterio de la Consolación de Calabazanos, que ella había fundado, y en el que fue sepultada.
Leonor López de Córdoba y Carrillo (Calatayud, 1362 o 1363 - Córdoba, entre el 3 y el 11 de julio de 1430) fue una noble castellana destacada como política por ser valida de Catalina de Lancáster entre 1406 y 1412, cuando ejercía la regencia del reino por su hijo Juan II de Castilla.
Es conocida en la literatura por haber escrito un relato en el que se recogen sus memorias, consideradas una de las primeras autobiografías en lengua castellana.
Biografía[editar]
Nació de paso en Calatayud, en la casa que habitaba en la ciudad el rey Pedro I de Castilla, a quien su padre servía. Fue hija de Martín López de Córdoba, maestre de las órdenes de Calatrava y Alcántara, y mayordomo del rey, y de Sancha Carrillo, sobrina de Alfonso XI de Castilla.1 No se sabe con exactitud el año de su nacimiento, hecho que tuvo lugar entre finales de 1362 y principios de 1363.
Cuando contaba siete años de edad su padre concertó su matrimonio con Ruy Gutiérrez de Hinestrosa, hijo de Juan Fernández de Hinestrosa, gran privado del rey don Pedro, con el fin de unir el poder de ambas familias petristas. La posición privilegiada de la familia se vio truncada al llegar al trono el rey Enrique II de Castilla, motivo por el que cayeron en desgracia la mayor parte de los familiares. El maestre Martín López de Córdoba fue ajusticiado por orden del rey en la plaza de San Francisco de Sevilla en 1371.2 Por su parte, Leonor y su marido fueron encarcelados en las Atarazanas Reales de Sevilla, donde permanecieron hasta 1379. Finalmente el rey levantó la condena y embargo de los bienes familiares, y Leonor se trasladó a Córdoba junto a su tía María García Carrillo. A pesar del perdón real, la nobleza continuó considerando ingrata a la familia, a la que hacía sufrir fuertes humillaciones. Una muestra de estos hechos es el relato de sus memorias en el momento en que su hijo Juan enfermó de peste, que terminó falleciendo en 1400:
Yo estaba tan traspasada de pesar, que no podía hablar del corrimiento que aquellos señores me hacían; y el triste de mi hijo dezia "decid a mi señora doña Theresa que no me haga echar, que agora saldrá mi ánima para el cielo". Y aquella noche falleció y se enterró en Santa Maria la Coronada, que es en la villa, porque doña Theresa me tenía mala intención y no savia por qué, y mandó que no lo soterrasen dentro de la villa, y así quando lo llevaban a enterrar fui yo con él, y quando iba por la calle con mi hijo las jentes salían dando alaridos, amancillados de mí, y decían: "Salid, señores, y veréis la más desventurada desamparada e más maldita muger del mundo", con los gritos que los cielos traspasaban, e como los de aquel lugar todos eran crianza y hechura del señor mi padre, y aunque sabían que les pesaba a sus señores, hicieron grande llanto conmigo como si fuera su señora.Memorias de Leonor
Sin embargo, desde Córdoba y siendo muerto el rey, consiguió el favor de su viuda Catalina de Lancáster, que tenía la regencia de Castilla durante la minoría de edad de su hijo Juan II de Castilla, llegando a ser su camarera mayor y su consejera, privada o valida a modo de Álvaro de Luna o Beltrán de la Cueva, desde el año 1406. La crónica de Juan II evidencia el poder e influencia de doña Leonor, y sostiene que su opinión en los asuntos políticos estaba por encima de la de los grandes nobles, prelados y universitarios de la corte. Esta privanza la permitió además amasar de nuevo una considerable fortuna, con la que fundó un mayorazgo en favor de su hija homónima Leonor.3
Su etapa como favorita de la reina terminó violentamente en 1412, con la llegada a la corte de una amiga de Leonor, llamada Inés de Torres, que debilitó la relación entre la reina y su valida, consiguiendo ocupar la posición de esta. También debió instigar en la causa el infante Fernando de Antequera, consciente del poder que Leonor había adquirido en la corte; Leonor le había pedido que intercediera por ella ante la reina, pero esta se negó y amenazó a Leonor para que permaneciera en Córdoba desterrada de la corte, bajo pena de muerte en la hoguera si volvía, retirando a la familia todos los cargos palatinos.3
En Córdoba vivió la última etapa de su vida. Tradicionalmente se ha considerado que falleció poco después de ser desterrada de la corte, pero se sabe que otorgó testamento en 1428, falleciendo entre el 3 y el 11 de julio de 1430.4 Fue enterrada en la capilla de Santo Tomás de Aquino (actual del Rosario) del convento de San Pablo de Córdoba, que ella misma había dotado en 1409 para destinarla a panteón familiar.5
Matrimonio y descendencia[editar]
Su padre le concertó matrimonio en 1369 con Ruy Gutiérrez de Hinestrosa, alcalde mayor de Córdoba, hijo de Juan Fernández de Hinestrosa, gran privado del rey Pedro I de Castilla, y de Sancha González de Villegas. Debido a la tierna edad de Leonor, el enlace hubo de retrasarse hasta alcanzar la mayoría, y finalmente el matrimonio se celebró en Carmona (Sevilla) entre 1374 y 1376, durante su cautiverio. Su matrimonio lo recuerda en sus memorias:
Me casó mi padre de siete años con Ruy Gutiérrez de Henestrosa, hijo de Juan Ferrández de Henestrosa, camarero mayor del señor rey don Pedro y su Chanziller mayor del sello de la puridad, y mayordomo mayor de la reyna doña Blanca su muger, el qual casó con doña María de Haro, señora de Haro y los Cameros; y a mi marido quedáronle muchos vienes de su padre y muchos lugares, y alcanzaba treszientos de a cavallo suyos, a quarenta madejas de aljófar, tan grueso como garvanzos, a quinientos moros e moras y dos mill marcos de plata en bajilla; y las joyas y preseas de su casa no las pudieran escrevir en dos pliegos de papel; y esto le cupo del dicho su padre y madre porque otro fijo y heredero non tenían: a mí me dio mi padre veinte mill doblas en casamiento y residíamos en Carmona con las fijas del señor rey don Pedro, mi marido y yo e mis cuñados, maridos de mis hermanas, y un hermano mío que se llamaba don Lope López de Córdoba CarrilloMemorias de Leonor1
Nacieron de este matrimonio cuatro hijos:
- Juan Fernández de Hinestrosa, primogénito, que murió a los 12 años.
- Gutierre Ruiz de Hinestrosa.
- Martín López de Hinestrosa, que primero fue religioso y después abandonó la religión para casar con Beatriz de Quesada, hija de Pedro Díaz de Quesada, señor de Garcíez, de quien tuvo sucesión.
- Leonor de Hinestrosa, casada con Juan Alonso Pérez de Guzmán y Castilla, el Póstumo, hijo de Juan Alfonso Pérez de Guzmán y Osorio, I conde de Niebla, siendo los progenitores de los condes del Menado.
Obra[editar]
Es autora de un escrito titulado Memorias de Leonor López de Córdoba donde narra los hechos de los que ella y su marido fueron testigos presenciales. El documento original, un relato corto de nueve páginas escrito ante un notario de Córdoba, se custodiaba en el convento de San Pablo, pero se ha perdido. El texto se dio a conocer a partir de una copia que se conserva en la Biblioteca Colombina de Sevilla. Por tanto se trata de una escritura notarial que comienza con la típica fórmula de "sepan cuantos esta escriptura vieren", escrito en primera persona, que aunque ella misma afirma ser autora del texto, la abundancia de términos legales y el tipo de documento inclina a los estudiosos a considerar que fue escrito por el propio notario.
Fue escrito tras su caída en desgracia en la corte, presuntamente como un acto de devoción que pretende mostrar la fuerza de la oración a la Virgen María. Sin embargo, es también una disculpa por su padre y sus propias acciones. Por tanto, lo que empieza como un acto de piedad se convierte en una defensa de su familia que recuerda al lector que es noble tanto por vía paterna como materna.
Aunque es considerada escritora, y se emiten juicios como que es uno de los escasos ejemplos de mujeres dedicadas a las letras en la Edad Media,6 nunca fue escritora ni se conoce otro escrito además de sus memorias.
Leonor en la literatura[editar]
- Es la protagonista de La valida, novela histórica de Vicenta María de Márquez de la Plata y Ferrandiz. Esta novela ganó el III premio Ateneo de Novela Histórica (2009, Sevilla).
Mencía López de Haro | ||
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Reina Consorte de Portugal | ||
![]() | ||
Reinado | ||
1239 - 1246 | ||
Predecesor | Urraca de Castilla | |
Sucesor | Matilde de Dammartín | |
Información personal | ||
Nacimiento | 1215 Vizcaya, Reino de Castilla | |
Fallecimiento | 1271 (56 años) Palencia, Reino de Castilla | |
Sepultura | Monasterio de Santa María la Real de Nájera | |
Familia | ||
Casa real | Haro | |
Padre | Lope Díaz II de Haro | |
Madre | Urraca Alfonso de León | |
Cónyuge |
Nacimiento[editar]
Mencía López de Haro nació en el seno de una familia noble. Su padre, Lope Díaz II de Haro, señor de Vizcaya, era hijo de Diego López II de Haro, señor de Vizcaya, y de su esposa María Manrique de Lara.
Su madre, Urraca Alfonso de León, era hija ilegítima de Alfonso IX de León y hermanastra de Fernando III el Santo, rey de Castilla y León, así como, entre otros, del infante Alfonso de Molina, padre de la reina María de Molina.
Primer matrimonio[editar]
Se desposó por primera vez, en el año 1234, con Álvaro Pérez de Castro el Castellano señor de la Casa de Castro, hijo de Pedro Fernández de Castro el Castellano, y bisnieto de Alfonso VII de León. Su esposo, cuyo matrimonio con la condesa Aurembiaix de Urgel había sido anulado en 1228, contrajo matrimonio con ella a raíz de una disputa entre su padre Lope Díaz II de Haro y Fernando III el Santo, ocurrida en el año 1234 y que se resolvió mediante la resolución arbitral concedida por las reinas Berenguela de Castilla y Beatriz de Suabia, madre y esposa respectivamente del rey Fernando.1
En 1237 Álvaro Pérez de Castro vendió a su segunda esposa, Mencía López de Haro, su villa de Paredes de Nava y toda su heredad en el reino de León por 15.000 maravedíes.2
Dos años después, el 15 de mayo de 1239 Álvaro Pérez de Castro vendió a la Orden de Calatrava y a su maestre Gonzalo Ibáñez la misma villa de Paredes de Nava por 7000 maravedíes, con la condición de mantener la tenencia vitalicia de la villa y la posibilidad de que sus hijos, que aún no había tenido, la recuperasen si devolvían esa cantidad al cumplir los 14 años de edad.2
En 1239, en el municipio toledano de Orgaz, falleció su esposo, Álvaro Pérez de Castro aunque algunas fuentes señalan que falleció en el año 1240, cuando se dirigía hacia Andalucía, después de haber conferenciado en el municipio segoviano de Ayllón con Fernando III el Santo.3
Segundo matrimonio[editar]
Mencía López de Haro se desposó de nuevo con el rey portugués Sancho II de Portugal, hijo de Alfonso II de Portugal y de su esposa, la infanta Castellana Urraca de Castilla. Los escritores e historiadores antiguos son unánimes en considerar a Mencía López de Haro la esposa legítima del rey Sancho de Portugal.45
Pero, la sacramentalización de este matrimonio fue impugnada por primera vez por Antonio Brandão, quien después fue seguido por otros pensadores. Sin embargo, hasta hoy, es un hecho indudable, el punto de vista de la bula Sua nobis del Papa Inocencio IV. La fecha y lugar del enlace son inciertos. No aparece en el trabajo de Rodrigo de Toledo, completado en marzo de 1243, pero también se omiten los matrimonios reales portugueses desde el año anterior, mientras que la bula papal la menciona en 1245, lo que sugiere que debería colocarse entre estas dos fechas.
Vida en la corte portuguesa[editar]
Mencía López de Haro fue rápida y francamente rechazada tanto por la nobleza como por el pueblo portugués en ese momento. Por otro lado, debido a la inferioridad jerárquica de la viuda de Álvaro Pérez de Castro, ya no tenía un interés directo con la Corona, ni para Portugal ni para Castilla, cuyo rey había abandonado a D.ª Mencía después de la muerte de su marido. Por otro lado, la nueva reina insistía en estar rodeada de criados castellanos, con excepción de algunos validos, un trastorno para los cortesanos, quienes no estaban autorizados para una aproximación con el rey a través de D.ª Mencía. Pruebas del descontento popular fue una frase corriente entre la gente, que decía que el rey iba «encantado con las artes de Dª Mencia de Haro».
Sin embargo la situación decrépita en la que Portugal se encontraba derivaba del período anterior a la venida de Mencía a la Corte noble. Después de varias guerras emprendidas contra los sarracenos y de varias conquistas cristianas, la monarquía tomó algunas ventajas, y el territorio gozó de paz durante algún tiempo y el monarca disfrutó de una aureola de gloria y de un brillo militar. Sin embargo, Sancho decidió cambiar a los consejeros del reino por sus compañeros durante la dictadura militar.
El cambio fue fatal y el consejo se enfrentó a momentos de grandes conflictos que mancharon la imagen del rey y también fue lo que llevó a algunos historiadores a describir a este período como una anarquía. En este estado D.ª Mencía encontró a la corte cuando se casó con Sancho.
Anulación del matrimonio con Sancho II de Portugal[editar]
El papa Inocencio IV se dirigió a Alfonso, demandante del trono portugués y hermano del rey, pidiendo tropas del condado de Boulogne para amparar a la Iglesia en Tierra Santa, ya que en ese momento estaban en guerra. Sin embargo, este llamado era solo un pretexto para que Alfonso pudiese aparecer con sus fuerzas armadas en Lisboa, y así servir los planes del clero portugués y del Papa.
Alfonso era el heredero de Sancho, pero esto podía cambiar en cualquier momento, si D.ª Mencía tenía hijos, lo que crearía graves problemas en la reclamación del trono por parte de Alfonso, la solución era la separación de los dos cónyuges.
El pretexto formulado era que D.ª Mencía y Sancho eran parientes, teniendo cuarto grado de endogamia, lo que ponía en peligro el matrimonio de los reyes y daba lugar a un único camino; el divorcio.67 En presencia de papado, Alfonso presentó su argumento de que D. Mencía y Sancho eran parientes, provocando un problema más grande. Sin embargo, este grado de la endogamia era común y aceptable. En un folleto dirigido a la capilla, el papa describía al país como uno terrible, estribado por las denuncias de los obispos portugueses, rematando con amenazas, y argumentando que por lo menos en el cumplimiento de sus deberes, tomaran las «decisiones correctas».7 Este folleto dio como resultado origen al Concilio de Lyon, en el cual Aires Vasques, segundo crónica de la época, fue el único defensor y monarca.89
Sin embargo, Sancho no repudió su esposa, como lo esperaban Alfonso y el Papa. Este último cumplió sus amenazas y anuló el matrimonio, invalidando por lo tanto la jerarquía social de los cónyuges, así como por los vínculos de sangre que los unían familiarmente.
Muerte en Palencia[editar]
Según Rui de Pina, el cronista de Sancho II,1011 D. Mencía fue llevada de Ourém hacia Galicia y nunca más hubo noticias suyas. Aunque es poco probable que ella haya ido a Galicia. Existe un documento que, a pesar de que falta la indicación de un lugar, muestra que ella vivía en esa época en un lugar cercano a Castilla; dicho documento, data del 24 de febrero de 1257.
En aquel lugar vivía el infante Fernando, el cual heredó todos los bienes de Mencía y además entró en disputa por las herencias de Sancho II. Mencía falleció en Palencia, según la tradición, lugar donde poseía sus tierras, y fue sepultada en la Capilla de la Cruz en el Monasterio de Santa María, Nájera. Sobre la tumba estaba un soporte con cuatro leones y con las armas de Portugal en el centro. Fernando insistió en que en seis capillas se hiciera una misa diaria por su muerte.
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