sábado, 11 de junio de 2022

HISTORIA DE ESPAÑA

 MUJERES ÉPOCA MEDIEVAL

Germana de Foix (Foix, Francia, 1488 - LiriaValencia15 de octubre de 1536), esposa de Fernando II de Aragón, fue reina consorte de Aragón (1505-1516), tras enviudar se casó con Juan de Brandenburgo-Ansbach en 1519. Fue nombrada virreina de Valencia (1523-1536). Nuevamente viuda se casó con Fernando de Aragón, duque de Calabria en 1526.

Germana de Foix
Reina consorte de AragónValenciaMallorcaNápolesNavarraSiciliaCerdeña y Condesa consorte de Barcelona
Germaine de Foix1.jpg
Reina consorte de AragónValenciaMallorca y Condesa consorte de Barcelona
19 de octubre de 1505 - 23 de enero de 1516
PredecesorIsabel I de Castilla
SucesorIsabel de Portugal (como reina consorte de España)
Reina consorte de NápolesSicilia y Cerdeña
19 de octubre de 1505 - 23 de enero de 1516
PredecesorIsabel I de Castilla
SucesorIsabel de Portugal
Información personal
Otros títulosVirreina de Valencia
(1523-1536)
Nacimiento1488
FoixFrancia
Fallecimiento15 de octubre de 1536
(48 años)
LiriaAragón
SepulturaMonasterio de San Miguel de los Reyes
ReligiónCatolicismo
Familia
Casa realFoix1
PadreJuan de Foix
MadreMaría de Orleans
Cónyuge
HijosIsabel de Castilla; Juan de Aragón y Foix (n. 1509)
Coat of Arms of Germanie of Foix as Queen Consort of Aragon Sicily and Naples.svg
Escudo de Germana de Foix

Primeros años de vida[editar]

Era hija de Juan de Foix (conde de Etampes y vizconde de Narbona) y de María de Orleans, hermana de Luis XII de Francia.

Matrimonios e hijos[editar]

El 19 de octubre de 1505, a los 18 años de edad, se casó por poderes con Fernando II de Aragón, de 53 años, viudo de Isabel la Católica desde hacía casi un año, a través del segundo Tratado de Blois, celebrándose las velaciones de dicho matrimonio en la localidad palentina de Dueñas el 18 de marzo de 1506 en el palacio de los condes de Buendía, propiedad de su primo Juan de Acuña, III conde de Buendía.

La boda se celebró en cumplimiento de los acuerdos de paz firmados entre Luis XII de Francia y Fernando el Católico en el Tratado de Blois. En los pactos, el rey de Francia cedió a su sobrina los derechos dinásticos del Reino de Nápoles y le concedió el título de rey de Jerusalén, derechos que retornarían a Francia en caso de que el matrimonio no tuviese descendencia. A cambio de lo cual el Rey Católico se comprometió a nombrar heredero al posible hijo del matrimonio.[cita requerida] El matrimonio levantó las iras de los nobles de Castilla, ya que vieron que era una maniobra de Fernando el Católico para impedir que Felipe el Hermoso y Juana heredasen la Corona de Aragón.

El 3 de mayo de 1509 nace en Valladolid el único hijo de la pareja, Juan de Aragón y Foix, lo que suponía la separación de los reinos de Castilla y Aragón,[cita requerida] pero murió a las pocas horas de nacer.

El 23 de enero de 1516 muere su esposo, Fernando el Católico, tras dos años con problemas de salud, por tomar, según se decía, unas hierbas con la esperanza de lograr sucesión de Germana o según los investigadores falleció de una sobredosis de cantárida o mosca hispánica, considerados afrodisíacos, con tal fin de lograr la ansiada sucesión.[cita requerida] Fernando dejó en testamento a Germana unas rentas anuales de más de 50.000 florines, un usufructo de viudedad que quedaría anulado en caso de contraer matrimonio. En la última carta a su nieto Carlos, Fernando el Católico le encomienda que no abandone a su viuda, «pues no le queda, después de Dios, otro remedio sino sólo vos...» y le encarece que le sean satisfechas las rentas que le habían sido asignadas. Al enviudar, Germana se traslada a Castilla.

A su llegada a España en 1517, Carlos I, con 17 años, conoció a su abuelastra, Germana de Foix, de 29 años, una mujer discreta y afectuosa que aún no padecía los problemas de obesidad que tuvo más tarde. En la primera entrevista mantenida con la viuda en Valladolid se mostró muy afable con ella y comenzó a organizar torneos y banquetes en su honor. Pronto surgió entre los dos una apasionada relación amorosa, según Fernández Álvarez, de la que nació una hija, Isabel, y aunque nunca fue reconocida oficialmente, Germana de Foix se refiere a ella en su testamento como la «infanta Isabel» —título que no le podía corresponder— y a su padre como «el emperador». La niña residió y fue educada en la Corte de Castilla.

En 1519 Germana de Foix, acompaña a Carlos I de España y a la hermana de este, Leonor, a Zaragoza y Barcelona para celebrar Cortes y ser jurado como rey. Allí se decidió, para lavar la imagen del futuro emperador ante la opinión pública, el casamiento de Germana de Foix con Juan de Brandenburgo-Ansbach, del séquito personal de Carlos I, poniendo así fin a los amores con su abuelastra. Carlos I la nombró virreina y lugarteniente general de Valencia y al marqués de Brandeburgo, capitán general del reino.

Pero Germana quedó pronto viuda y el emperador ordenó un nuevo matrimonio con Fernando de Aragónduque de Calabria. Carlos I nombró al matrimonio virreyes y lugartenientes generales de Valencia, desde donde ejercieron un gobierno autoritario y represor. Tuvieron que hacer frente al bandolerismo y a las luchas internas, a la piratería ejercida desde el norte de África, al endeudamiento de los nobles y a la rebelión de los moriscos. Durante su mandato, impulsó una feroz persecución contra los agermanados, cuyos bienes fueron confiscados, y emprendió un proceso de refeudalización. Contó con la ayuda de los nobles para esta causa, que luchaban contra el envío de un memorial con reivindicaciones antinobiliarias por parte de la llamada Junta de los Trece.

Muerte[editar]

Germana de Foix murió en Liria, a los 48 años de edad. Probablemente la causa fue una hidropesía debido a su sobrepeso. Fue amortajada con un vestido de tisú de oro y con la cabeza apoyada en un almohadón revestido de armiño.

En una masía del término municipal de Liria, denominada «el Espinar», y que fue propiedad de los jerónimos, se conserva la reproducción exacta de la lápida original que recoge el fallecimiento y el traslado de los restos mortales de Germana de Foix, en ella reza: «En este histórico monasterio a la sazón de los monjes Jerónimos falleció 15 de octubre de 1536 siendo Reina Gobernadora de Valencia Germana de Foix esposa que fue del rey D. Fernando el Católico Marquesa de Brandemburgo y Duquesa de Calabria. Cien clérigos con antorchas acompañaron sus restos mortales hasta Valencia, donde reposan en el Monasterio de S. Miguel de los Reyes. In memoria scripsit (Crónica del Reino de Valencia) (Viciana)».

Testamento[editar]

El testamento lo hizo conjuntamente con su esposo, y en él se dejaban los bienes uno a otro en vida, pero a la muerte de ambos debían pasar a la Orden de los Jerónimos. Para cumplir la voluntad de su esposa, el duque de Calabria promovió la construcción del monasterio de San Miguel de los Reyes, en Valencia, cuyas obras comenzaron en 1548 y se prolongaron durante los siglos XVII y XVIII.

“Ittem, llegamos(legamos) y dexamos(dejamos) aquel hilo de perlas gruessas de nuestra persona, que es el mejor que tenemos, en el qual ay (hay) ciento y treynta y tres perlas, a la Serenissima doña Ysabel, Ynfanta de Castilla, hija de la Maj.del Emperador, mi señor e hijo, y esto por el sobrado amor que tenemos a su alteza”

La gran incógnita era saber quién era Isabel de Castilla y por qué Germana le dejaba en su testamento una joya tan valiosa. En el texto podemos observar que la propia Germana trata a Isabel de alteza y como hija de la majestad del emperador, refiriéndose a Carlos V.

El duque de Calabria, último esposo de Germana, escribió a la emperatriz Isabel cuatro días después de la muerte de Germana: “Con ésta irá la copia del dicho testamento auctenticada, porque por ella vea V. Mag. el legado de las perlas que dexa a la serma. infanta, doña Ysabel, su hija. V. Magd. Mandara screuirme si es servida que se le embien con hombre propio, o si será servida embiar por ellas, o lo que más fuere de su servicio”

Lo que podemos deducir, tanto del testamento de Germana de Foix como de la carta que el duque de Calabria envía a Isabel, es que esta última era hija de Carlos V, un gran secreto que ocultaba al haber tenido una hija con su abuelastra Germana.








Isabel de Portugal (Lisboa24 de octubre de 1503 - Toledo1 de mayo de 15391​) fue la única esposa de Carlos I de España, y por tanto emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico y reina de España. Actuó como gobernadora de los reinos españoles durante los viajes de su marido por Europa.

Isabel era la segunda hija del rey Manuel I de Portugal y de su segunda esposa, María de Aragón, siendo por tanto infanta de Portugal por nacimiento.1

Isabel era nieta de los Reyes Católicos, por tanto prima hermana de Carlos V. A lo largo de su vida, muchos la compararían con su abuela Isabel I de Castilla, por su carácter y su determinación en la política. Isabel fue sin duda el alma española de Carlos V que, debido a sus viajes por Europa, pasaba poco tiempo en España. De sus trece años de matrimonio, Carlos estuvo la mayor parte del tiempo fuera de España, alejado de sus problemas y devenires políticos. Fue gracias a las gobernaciones ejercidas por la reina Isabel (1529-1532, 1535-1536 y 1538-1539) que España pudo mantenerse independiente de las políticas imperiales.

Isabel de Portugal
Emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano GermánicoReina consorte de EspañaNápolesSicilia y CerdeñaDuquesa titular consorte de BorgoñaSeñora de Albacete
La emperatriz Isabel de Portugal, por Tiziano.jpg
Retrato de la emperatriz Isabel de Portugal por Tiziano (1548), Museo del PradoMadridEspaña.
Emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano Germánico
10 de marzo de 1526 – 1 de mayo de 1539
PredecesorBlanca María Sforza
SucesorMaría de Austria y Portugal
Reina consorte de España
Título de nueva creación
10 de marzo de 1526 – 1 de mayo de 1539
Predecesor
SucesorMaría I de Inglaterra
Información personal
Otros títulosInfanta de Portugal
Nacimiento24 de octubre de 1503
LisboaPortugal
Fallecimiento1 de mayo de 1539
(35 años)
Palacio de Fuensalida,
ToledoCastilla
SepulturaCripta Real del Monasterio de El Escorial
Familia
Casa realCasa de Avís
PadreManuel I de Portugal
MadreMaría de Aragón
CónyugeCarlos I de España
HijosVéase Descendencia

FirmaFirma de Isabel de Portugal
Coat of Arms of Isabella of Portugal, Holy Roman Empress and Queen Consort of Spain.svg
Aut Caesar aut nihil

Infancia y juventud: la Infanta que quería ser emperatriz[editar]

Llevaba el nombre de su abuela materna, Isabel I de Castilla, y su tía Isabel, princesa de Asturias, que había sido la primera esposa de su padre. En la línea genealógica de su padre, era nieta del infante Fernando, duque de Viseu (segundo hijo del rey Eduardo de Portugal y hermano del rey Alfonso V de Portugal), y de Beatriz de Portugal, hija de Juan de Portugal (hermano del rey Eduardo). A través de su madre, era nieta de los Reyes católicos.

Forma parte de la cultura popular el deseo inquebrantable de Isabel de Portugal de casarse con su primo, el rey de Castilla y Aragón. Para Manuel I de Portugal, que se había casado con tres infantas españolas (las hijas de los Reyes Católicos y la hermana de Carlos V, Leonor) la alianza entre Portugal y España era imprescindible para poder continuar la exploración de los océanos sin incurrir en enfrentamientos con Castilla. Sin embargo, eran los castellanos, representados en las levantiscas Cortes que hicieron frente a Carlos y sus consejeros flamencos, los principales partidarios de que el rey se casase con su prima portuguesa. Es evidente que Castilla necesitaba más a Portugal que al revés: en el devenir constante de Europa, ahora que Carlos era soberano de tantos reinos, Castilla necesitaba aliados. Era menester que Portugal quedase bajo la órbita de Castilla y no de la Francia (como sucedió en la guerra civil castellana de 1474 a 1479). Que Portugal fuera aliado de Castilla implicaba tener las espaldas cubiertas en la Península y en ultramar. Portugal era la única potencia naval que podría cuestionar la supremacía de Castilla en el Atlántico. Era, además, el reino más rico de la Cristiandad. El consentimiento portugués había permitido que Castilla cimentase su posición en las Canarias y sobre territorios del Reino de Fez (Melilla y Cazaza) y su apoyo era necesario para combatir a los infieles en Berbería. En conclusión, la alianza con Portugal era garantía de paz y estabilidad.

Sin embargo, los consejeros flamencos de Carlos, en especial el señor de Chièvres, le convencieron de relegar la alianza portuguesa a un segundo plano y sustituirla por una alianza con Inglaterra. Los motivos por los que Leonor casó con el rey Manuel y Catalina (la hija póstuma de Felipe el Hermoso y hermana menor de Carlos V) con Juan III, hermano de Isabel, estuvieron ligados al compromiso de Carlos con su otra prima, María Tudor, hija de Enrique VIII de Inglaterra y Catalina de Aragón. El compromiso entre Carlos y María buscaba deshacer una alianza entre Inglaterra y Francia, articulada por el ambicioso cardenal Thomas Wolsey y basada en el matrimonio entre María Tudor y el Delfín. El bien del Sacro Imperio Romano Germánico, del que Carlos consiguió ser elegido emperador en 1520, primaba por encima del bien de España. En Portugal muchos entendieron el rechazo de Isabel y su sustitución por Leonor y Catalina como una ofensa. Fue sin duda una maniobra poco inteligente la de Chièvres. Casar a Carlos con la hija mayor del soberano más rico de Europa tenía muchas más ventajas que casarlo con la princesa María que era muy pequeña. Enrique VIII se encontraba alejado de la política europea; la influencia del poderoso Wolsey, que era poderoso en Inglaterra, mermaba y sus relaciones con Francisco I de Francia habían enturbiado su nombre. Por el contrario, la dote que aportaría Isabel solucionaría muchos de los problemas económicos de Carlos.

El matrimonio con la inglesa era inconcebible: la diferencia de edad dejaría las relaciones entre Inglaterra, España y el Imperio pendientes de un hilo y el heredero que necesitaba Carlos para consolidar su poder tardaría en demasía.

Matrimonio[editar]

En 1521 murió Manuel I y le sucedió su hijo Juan III el Piadoso. Las negociaciones entre los dos reinos de la península ibérica dieron como resultado una doble unión hispano-lusa. En 1522 se acordó el matrimonio entre Juan III y Catalina de Austria, hermana menor de Carlos I. Tres años después, en 1525, es su hermana Isabel la que se uniría a Carlos I, el 11 de marzo de 1526,1​ teniendo ella 22 años y él 26. La boda se celebró en los Reales Alcázares de Sevilla, en el actual Salón de Embajadores.

Este acuerdo fue importante desde el punto de vista económico para la monarquía hispánica, ya que Isabel aportó una cuantiosa dote, 900.000 doblas de oro, mientras que Carlos otorgaba a su futura esposa todas las rentas del señorío de la ciudad de Alcaraz de La Mancha y la cercana villa de Albacete, así como en calidad de arras 300.000 doblas, para lo cual hubo de hipotecar las villas jienenses de ÚbedaBaeza y Andújar. A pesar de que el matrimonio se realizó por motivos políticos, se dice que fue una pareja feliz; el rey le fue fiel y estaba enamorado y la Reina le quería mucho (Carlos tuvo otros hijos, pero en su soltería y viudez)2​ y tras la muerte de Isabel, Carlos I no volvió a contraer matrimonio y estaba con frecuencia melancólico. Isabel era considerada una de las mujeres más bellas de su época,3​ y como tal fue retratada por artistas como Tiziano o Leone Leoni.

El matrimonio tuvo cinco hijos, siendo el mayor, el futuro Felipe II de España, el único varón en sobrevivir a la niñez. Isabel de Portugal también sufrió dos abortos y no sobrevivió al segundo, ya que murió dando a luz un prematuro séptimo hijo en uno de los aposentos del toledano palacio de Fuensalida, lugar que hoy alberga la Presidencia del Gobierno de Castilla-La Mancha.

Muerte y sepultura[editar]

A la muerte de Isabel, Carlos I se retiró dolorido por su fallecimiento, al monasterio de Santa María de la Sisla, encargando a su hijo Felipe la presidencia de la comitiva que trasladó el cadáver de la Emperatriz desde Toledo a Granada, para ser enterrada en la Capilla Real.1​ Carlos decidió cumplir los últimos deseos de Isabel y se ordenó que el cuerpo no se abriera, como era costumbre. Dirigió la comitiva Francisco de Borja, duque de Gandía, como caballerizo de la emperatriz. A la llegada a Granada, donde se debía depositar el cadáver, al serle pedido a los monteros de Espinosa abrir el ataúd en que la llevaban sin separarse nunca ni aún al sueño, y para dar fe del hecho al entregarlo a los monjes que debían sepultarla, y al verla tan alterada en descomposición avanzada por los días de marcha y el calor de la primavera, fue pedido a Francisco allí presente su testimonio también. En ese momento, al contemplar el descompuesto cuerpo de Isabel, Borja, entre lágrimas, pronunció la célebre frase: No puedo jurar que esta sea la emperatriz, pero sí juro que es su cadáver el que aquí ponemos ... juro también no más servir a señor que se me pueda morir. Tras esto, decidió optar por la vida religiosa y al enviudar de Leonor de Castro, dama portuguesa y amiga intima de la emperatriz, ingresó en la Compañía de Jesús, donde alcanzó la santidad.

Descendencia[editar]

La Emperatriz Isabel de Portugal con el Príncipe Felipe (futuro Felipe II de España), retrato a lo divino a la manera de la Virgen con el Niño. ¿Copia del original pintado en 1529 por Antonio de Holanda, en Toledo?

De su matrimonio con Carlos I tuvo los siguientes hijos:4

  • Felipe (21 de mayo de 1527-13 de septiembre de 1598), sucesor de su padre en el trono de España (juntamente con sus posesiones en América, los Países BajosMilánCerdeñaNápoles y Sicilia) con el nombre de Felipe II.
  • María (21 de junio de 1528-26 de febrero de 1603), quien en 1548 se casó con el emperador Maximiliano II de Habsburgo, su primo hermano.
  • Fernando (22 de noviembre de 1529-13 de julio de 1530).
  • 29 de junio de 1534 (primer aborto varón de la emperatriz).
  • Juana (24 de junio de 1535-7 de septiembre de 1573), quien en 1552 se casó con su primo hermano Juan Manuel de Portugal, infante heredero de Portugal.
  • Juan (25 de abril de 1539).

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