ESCULURAS DE ESPAÑA
El monumento a Claudio Moyano es un ejemplar de arte público en Madrid. Diseñado por Agustín Querol y localizado en la plaza del Emperador Carlos V (junto al comienzo de la llamada Cuesta de Moyano), consta de una estatua de bronce de Claudio Moyano, destacado político decimonónico celebrado por la autoría de la Ley de Instrucción Pública de 1857, rematando un alto pedestal de piedra.
Historia y descripción[editar]

En 1894 Eduardo Vincenti (director general de Instrucción Pública) dio ímpetu a una iniciativa previa para levantar un monumento a Moyano, que había fracasado a la hora de recolectar suficiente financiación hasta ese momento.1 La suscripción popular (organizada por los maestros de la provincia de Zamora) procedió entonces a recoger fondos de los maestros de todas las provincias españolas.12 La comisión organizadora del monumento decidió adjudicar el diseño del monumento a Agustín Querol en 1896.1
Cada cara de la parte inferior del pedestal pétreo incorpora un relieve de bronce que intenta transmitir eventos de la vida de Moyano: un friso ilustra el momento en el que lee su proyecto de enseñanza desde la tribuna del Congreso de los Diputados; otro friso ilustra el momento en el que Isabel II refrenda su famosa ley de 1857; otro consiste en una alegoría de un «Ángel de las Escuelas»; el relieve de la cara frontal, concerniente a la inauguración, presenta una alegoría de la Fama sosteniendo una cartela que reza: «al sr. d. claudio moyano y samaniego, por los grandes servicios servicios prestados un la instrucción pública, el profesorado español. año 1900».34
La escultura de bronce que corona el alto pedestal representa a un solemne Moyano en actitud de leer sus leyes al pueblo.35
El monumento fue inaugurado en su ubicación en la plaza de Atocha el 11 de noviembre de 1900. Entre la comitiva institucional se encontraban Antonio García Alix (ministro de Instrucción Pública), Francisco Fernández y González (rector de la Universidad Central), Francisco Commelerán, Ricardo Becerro de Bengoa, Silverio Moyano (sobrino de Claudio Moyano), el alcalde de Madrid, el gobernador civil, concejales del Ayuntamiento de Madrid y diputados provinciales (de la Diputación Provincial de Madrid, pero había también representantes de la Diputación de Zamora), y una multitud de representantes de escuelas provenientes de todo el país.4 José Muro, Vital Aza y el doctor Tolosa Latour también fueron identificados entre los asistentes.4
El monumento soportó muchos traslados arriba y abajo de la ciudad a lo largo de los avatares del siglo xx (incluyendo un primer traslado a la plaza de Luca de Tena, y un segundo traslado a unos jardines frente a un colegio).6 El alcalde Enrique Tierno Galván determinó el regreso del monumento a su (aproximada) ubicación original en ocasión del 125.º aniversario de la Ley Moyano en 1982, culminando la reubicación el 28 de marzo de 1982.6 El arquitecto municipal Joaquín Roldán se encargó de dirigir las obras relativas al traslado.
Claudio Moyano | ||
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Datos generales | ||
Tipo | Monumento conmemorativo | |
Parte de | Paseo del Prado y el Buen Retiro, paisaje de las artes y las ciencias | |
Calle | Plaza del Emperador Carlos V | |
Localización | Madrid (España) | |
Coordenadas | 40°24′34″N 3°41′30″O | |
Construcción | 1899 | |
Inauguración | 11 de noviembre de 1900 | |
Autor | Agustín Querol |
El monumento a Cristóbal Colón de Madrid (España) se encuentra en la plaza del mismo nombre formando una isleta en el paseo de la Castellana, desde que fuera trasladada en 2009 de su anterior emplazamiento en el ángulo suroeste del espacio llamado Jardines del Descubrimiento. Es obra de Arturo Mélida (proyecto y pedestal) y de Jerónimo Suñol (estatua) y fue erigido entre 1881 y 1885.
Historia[editar]

Para conmemorar el matrimonio real entre Alfonso XII y María de las Mercedes de Orleans (23 de enero de 1878), en 1877 se convocó un concurso público al que se presentaron cuatro proyectos para erigir un monumento a Cristóbal Colón. El ganador fue el de Arturo Mélida, aunque la estatua que remata el proyecto, finalmente, la labró Jerónimo Suñol.
Las obras se iniciaron en 1881 y concluyeron en 1885, previéndose la inauguración para el 4 de enero de 1886, aniversario del retorno de Colón de su primer viaje. Sin embargo, la muerte del monarca (25 de noviembre de 1885) obligó a suspenderla, y finalmente, coincidiendo en fecha exacta con el cuarto centenario del Descubrimiento de América, el 12 de octubre de 1892 se hizo entrega de la obra, aunque sin ceremonia especial, al Ayuntamiento de Madrid.
Originariamente el monumento estaba ubicado en el centro de la plaza, pero en 1973, a causa de los trabajos de remodelación de la misma, se trasladó al extremo derecho de los Jardines del Descubrimiento, hasta el año 2009 en el que el Ayuntamiento de Madrid, dentro de las obras de remodelación del eje Prado-Recoletos devolvió la columna y la estatua del almirante a su ubicación original en el centro de la rotonda del paseo de la Castellana.
Descripción[editar]
Pedestal[editar]
El largo pedestal sobre el que asienta la estatua es de estilo neo-gótico isabelino y tiene una altura total de diecisiete metros. Se compone de cuatro cuerpos: el inferior, de planta cuadrada (4 x 4 metros); sobre este, uno troncopiramidal; el tercero, ochavado; y por último un pilar, también ochavado. Todo este conjunto, labrado en piedra, contiene elementos característicos del siglo xv (arcos conopiales y apuntados, pináculos, tracerías, cardinas, etc.) y diversos símbolos heráldicos.
En las cuatro caras de la base figuran los siguientes relieves:
- Oeste: la reina Isabel (centro) ofreciéndose a empeñar sus joyas en ayuda de la empresa de Colón (izquierda). A la derecha, un reclinatorio con un crucifijo. Sobre la escena, dos pequeñas cartelas angulares muestran los nombres de Luis de Santángel y Luis de Quintanilla.
- Sur: la Virgen del Pilar con el Niño entre dos ángeles. Debajo de ella, los nombres de las carabelas Pinta (izquierda) y Niña (derecha) y de la nao Santa María (centro). Más abajo los de los Pinzones, el del piloto Juan Costa y los ochenta y un tripulantes de la expedición.
- Este: Colón exponiendo sus proyectos a Diego de Deza. Dos pequeñas cartelas superiores con los nombres de fray Juan Pérez y Fray Antonio de Marchena.
- Norte: una carabela con el globo terráqueo y la leyenda «A CASTILLA Y A LEÓN / NUEVO MUNDO / DIÓ COLÓN». En el basamento, «1885».
En los cuatro ángulos de la mencionada base aparecen sendos heraldos bajo doseletes rematados por pináculos y cresterías. A continuación, el cuerpo troncopiramidal da paso al tramo octogonal corto (antes del pilar), en cuyos lados, y dentro de unos arquillos, hay relieves de los escudos de los reinos hispánicos de la época isabelina.
Estatua[editar]

La estatua de Colón, de tres metros de altura, fue tallada en mármol blanco de Italia. Viste sayo y manto propios de su tiempo. En la mano derecha porta una bandera de Castilla, que apoya sobre un globo terráqueo, al tiempo que tiende la izquierda en ademán de oferta, y dirige su mirada al cielo.
La Comisión neoyorquina para los festejos del IV centenario (1892) del Descubrimiento de América encargó a Suñol una estatua del Almirante, que fue una fundición en bronce de la que esculpió para Madrid. Actualmente se encuentra en Central Park (Manhattan).
El monumento a Mendizábal fue una pieza de arte público erigida en Madrid. Ubicado en la plaza del Progreso, el monumento consistía en una estatua de bronce de Juan Álvarez Mendizábal, arquitecto de las reformas liberales en España en la década de 1830, y de un sencillo pedestal pétreo. El monumento fue derribado en 1939 por las tropas franquistas entrantes en la ciudad.
Historia y descripción[editar]

Obra de José Gragera, el proyecto fue adjudicado tras el fallecimiento de Mendizábal en 1853; la escultura fue fundida en bronce por Eck y Durand en París.1 Llegó a Madrid en 1857.2 Tras una serie de dilaciones en relación con indecisiones por la ubicación del monumento, las obras para instalar el monumento en la plaza del Progreso comenzaron finalmente en 1868.3 El monumento fue inaugurado el 6 de junio de 1869,4 durante una ceremonia a la que asistió el general Serrano y un niño nieto de Mendizábal.5
La estatua del político vestía levita, pantalones y chaleco, ejecutando la tradicional pose decimonónica de introducirse la mano (en este caso la izquierda) bajo el chaleco a media altura.6 El austero pedestal prismático carecía de elementos ornamentales y llegó incluso a carecer de una inscripción haciendo referencia al nombre del político hasta 1904.45
Con la entrada de las tropas franquistas en Madrid en 1939 hacia el fin de Guerra Civil, el monumento fue derribado y retirado de su ubicación.78 El bronce de la estatua pudo haber sido refundido en otra escultura.7 La plaza del Progreso fue rebautizada como «plaza de Tirso de Molina» y una escultura representando a este último autor reemplazó al monumento original en 1943.
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