lunes, 7 de octubre de 2019

HISTORIA DE ESPAÑA

HISTORIA ANTIGUA DE ESPAÑA EN EL SIGLO IV - ARQUITECTURA

La villa romana de Almenara-Puras es un yacimiento y museo que se encuentra entre los términos municipales de Almenara de Adaja y Puras, en la provincia española de Valladolid, en la divisoria con la provincia de Segovia, en la comunidad autónoma de Castilla y LeónEspaña. Se trata de los restos de una villa romana del siglo IV, con una buena cantidad de mosaicos que han llegado intactos hasta el siglo XXI. Las instalaciones constan de los restos excavados de la villa, más la reproducción a tamaño natural de una supuesta casa de campo romana de la misma época y la exposición de un museo llamado Museo de las Villas Romanas. La Universidad de Valladolid y la Diputación de Valladolid son las responsables de su mantenimiento y puesta a punto.
En 1994 fue declarado Bien de Interés Cultural (máximo nivel de protección de los previstos en la Ley del Patrimonio Histórico Español).

El entorno geográfico[editar]

idealización de la zona geográfica en que se encuentra la villa.
La villa romana se encuentra en las tierras conocidas como pago de la Calzadilla, entre Almenara de Adaja y Puras. Se accede por la carretera N-601, en la desviación hacia Almenara de Adaja, en la que se señaliza la villa romana. El emplazamiento del pago está en la margen derecha del río Adaja, cuyo valle se abre en dirección S-N, en la segunda terraza de este río y al borde de la tercera, a 780 m de altitud. El entorno corresponde al típico paisaje de campiña con superficies a distintos niveles o terrazas fluviales.
En las proximidades hay —o había— agua abundante, con la laguna de Monduengo, la de la Vega y el lavajo más cercano que se alimenta del agua de El Arroyuelo. Fue ésta una de las buenas condiciones para que hubiera un primer asentamiento prehistórico y después una villa romana.

Historia y descripción de la villa[editar]

Estructura moderna que protege el yacimiento y el museo.
A través de las excavaciones se ha podido constatar que antes de esta villa del siglo IV hubo otra del siglo III de menores dimensiones y categoría —de esta villa más antigua se conservan los vestigios de unas termas—. No se conoce el nombre de los propietarios ni sus actividades pero a juzgar por las dimensiones, lujo de los mosaicos y objetos aparecidos, los historiadores han llegado a suponer que se trataba de una gran familia bastante rica que llegó a utilizar la casa como vivienda habitual para lo que se construyeron buenas estancias tanto para los propietarios como para invitados.
Maqueta y recreación de la villa, en el museo.
La casa, orientada al este, tiene una extensión de 2500 m2 que se articulan en torno a dos patios con columnas —peristilo—; en el terreno de alrededor había otras estancias para criados y colonos además de los edificios propios de una granja. La entrada principal la tiene por el lado que da al este; la planta está distribuida en dos zonas bien diferenciadas, una para la familia y otra para invitados, visitas sociales o de negocios. Las termas se hallan al oeste y definen claramente el alto estatus del dueño de la casa. En el ángulo nordeste están las habitaciones del servicio así como las cocinas y despensas.
Los muros fueron levantados con hormigón (opus cementicium)...
Los muros fueron levantados con hormigón (opus cementicium). Las paredes estaban pintadas al fresco, algunas con zócalo que imitaba el mármol. El suelo de todas las habitaciones estaba tapizado con mosaicos de diferente calidad y se cubría el edificio con teja curva llamada ímbrice.
La actividad de la villa debió durar todo el siglo IV y parte del V en que se detecta un paulatino abandono. La casa debió servir como refugio en algún momento y después como cantera para posibles edificios en algún otro lugar. En algunas habitaciones pueden descubrirse huellas de hogueras en el centro del mosaico en el que se ve perfectamente un deterioro parcial a causa de esas hogueras. Después del siglo V no hay más noticias sobre la propiedad. El espacio debió irse cubriendo de tierra como ocurre siempre hasta que llegado el siglo XIX se descubrió accidentalmente parte de un mosaico y se empezó a sospechar que bajo aquellas tierras de labor podía encontrarse una villa romana.

Los mosaicos[editar]

En toda la villa hay un total de 400 m² de mosaicos casi todos perfectamente conservados. Algunos presentan muestras de haber sufrido una hoguera para calentamiento o cocina en los tiempos en que la villa fue abandonada y opcionalmente ocupada quizás por pastores o por gente de paso. La calidad en la ejecución de estos mosaicos difiere de unos a otros; los hay de una calidad extrema y otros son más corrientes. Los temas desarrollados son los comunes en casi todos los mosaicos hallados en otras villas siendo los geométricos los más abundantes con dibujos de círculos enlazados, nudos, sogueado, cruz gamadaflor de lis, peces y otras figuras. En la estancia que se supone era el triclinio o comedor de invitados, en la parte del ábside, está representada una gran crátera que simboliza la invitación a comer, ya que en estos casos era indispensable esta vasija donde mezclaban el vino con agua y algunas especias. En la estancia considerada como el salón de la familia está el mosaico más notable de todo el conjunto. Es el mosaico llamado de Pegaso.

Mosaico de Pegaso[editar]

En el centro se ve la escena de Pegaso y la fuente Hipocrene.
Se encuentra en el salón de la parte sur, correspondiente a la zona familiar. Es una estancia que comprende una parte menor en rectángulo y otra mayor formando un octógono. Todo el espacio tiene una decoración de mosaico con figuras geométricas que imitan las peltas o escudos griegos. En el centro se ve la escena de Pegaso y la fuente Hipocrene, hecho de modo que parece una alfombra sobre el pavimento. La escena en sí está delimitada por una tanda de 6 cenefas de diferente dibujo y representa la historia de Pegaso, cuando llega a los pies del monte Helicón, enviado por Poseidón para solucionar el crecimiento desmesurado del monte que había empezado a hincharse de complacencia al escuchar los cánticos de las Piérides y las Musas. Pegaso (en este caso sin alas) opta por dar una patada en el suelo e inmediatamente surge un manantial o fuente, al mismo tiempo que el monte se va deshinchando paulatinamente. En el mosaico se ve a Pegaso ayudado de dos ninfas y al fondo a la izquierda, la fuente representada por una joven con una vasija de la que mana el agua y tocada con corona de algas, mientras que a la derecha se ve el monte Helicón, morada de las musas.

Las termas[editar]

Recreación in situ del caldario, por donde iba el aire caliente; a la derecha, el suelo.
Son unas termas importantes en cuanto a edificación y servicio y demuestran la categoría de sus propietarios. En su origen eran mucho más pequeñas pero hay constancia de obras y reajustes para agrandarlas, seguramente en momentos de prosperidad. Se encuentran al oeste del conjunto y se accede a ellas a través de un pasillo que conduce a la primera habitación o vestíbulo llamado apoditerio; desde allí se pasa al ambiente frío —frigidario—, la mayor de las estancias, donde se daban masajes y se hacían ejercicios gimnásticos. Al fondo se encuentra una piscina que tendría el agua fría. Desde el frigidario se pasa al ambiente templado —tepidario—, con otra piscina esta vez de agua caliente. La última habitación era un caldario que tenía calefacción por aire caliente que se distribuía por debajo del suelo. Una gran caldera de agua alimentaba la bañera. Junto al ambiente frío se encuentran las letrinas.

Simulación de creación de mosaicos[editar]

Escenas figuradas de obreros y ayudantes trabajando en la confección de los mosaicos.
En la parte norte del complejo y debajo de la estructura de protección se aprovecharon unos espacios para colocar unas escenas figuradas de obreros y ayudantes trabajando en la confección de los mosaicos. Pueden verse los utensilios empleados así como la materia prima, pigmentos y teselas ya preparadas para su colocación.

Prospecciones arqueológicas[editar]

En 1887 se tuvo noticia de la posible existencia de una villa romana bajo el terreno que en aquellos años eran tierras de labranza2​ pero no hubo más intervenciones hasta llegar al año 1942 en que empezaron los primeros trabajos dirigidos por el profesor de la Universidad de Valladolid Gratiniano Nieto Gallo. Fue entonces cuando se descubrieron los 400 m² de mosaico en un espacio de 1.500 m².
En 1969 la Diputación de Valladolid compró los terrenos donde se suponía enterrada la villa romana y como consecuencia, pudiendo actuar con más seguridad y calma, los departamentos de Prehistoria y de Arqueología de la Universidad de Valladolid iniciaron una serie de trabajos descubriendo poco a poco nuevas estancias de la villa. En 1996, la Diputación y la Universidad de Valladolid llegaron a un acuerdo y firmaron un contrato a largo plazo que ha favorecido mucho las excavaciones que se siguieron haciendo, su estudio, el mantenimiento y la puesta en marcha de un museo de villas romanas.
Lo más conflictivo en una excavación de estas características es su conservación y mantenimiento. En este caso se consiguió hacer todo un montaje de protección con los materiales más adecuados y con un diseño vanguardista y práctico que se pone a la cabeza de las protecciones del mundo de la arqueología.

El museo[editar]

Dentro del complejo del yacimiento se instaló un museo dedicado a las villas romanas en el que se recoge toda clase de información, desde las maquetas que reconstruyen una villa tipo con su entorno geográfico, pasando por temas interesantes como la artesanía, agricultura y sus aperos, productos del campo, transporte, pesas y medidas, actividad textil, etc. Las reproducciones de muchos de los objetos hallados en esta excavación y otros pertenecientes a otras villas están recogidos en vitrinas con carteles que explican de manera didáctica cada tema. Se hizo también una maqueta con la idealización de la villa de Almenara en que pueden verse todos los aposentos con el alzado de paredes, columnas y bóvedas. Como ayuda didáctica el museo ofrece también un audiovisual sobre la Hispania romana, el siglo IV y la decadencia del Imperio.

Idealización de una casa de villa romana[editar]

Muy cerca de la estructura del museo y yacimiento arqueológico se construyó a tamaño natural la casa de una villa ideal para mejor comprensión de los visitantes. La casa no representa una villa grande sino mediana, como correspondería a una de tantas como hubo en todas las provincias romanas de los siglos III, IV y V. Las distintas estancias se articulan alrededor de un patio con columnas y todas ellas están equipadas con muebles y objetos que imitan los muebles y objetos romanos de aquellos siglos, basándose en literatura, dibujos, estampación en cerámicas, escultura, etc. También se ha cuidado mucho el colorido de las paredes y zócalos.

Asentamientos prehistóricos[editar]

Al hacer los trabajos de limitación de lo que fuera el perímetro de la villa romana, tanto de la casa como de los terrenos que la pertenecían, se descubrieron en la parte sur, en el sector llamado por los arqueólogos C III, las primeras manifestaciones de un asentamiento prehistórico que consistían en un conjunto de cerámicas rotas y realizadas a mano que fueron estudiadas por Germán Delibes y Alfonso Moure bajo la dirección del profesor Pedro de Palol. Aquellos fragmentos fueron considerados de la I Edad de Hierro.
Entre 1979 y 1982 se hicieron excavaciones de 5 catas de 3 por 2 metros. En la campaña de 1982 se hicieron 2 catas a unos 200 m al suroeste de las anteriores junto al lavajo de El Arroyuelo. El estado de las piezas encontradas era fragmentario; al parecer todas las piezas estaban hechas a mano y correspondían a cuencos, algún vaso carenado y algún fragmento de pie de copa. El enclave no sorprendió a los historiadores pues las condiciones físico-geográficas eran propicias para suponer un asentamiento primitivo, aunque seguramente no tuvo continuidad histórica hasta la llegada de los romanos y la construcción de la villa de Almenara.









La Villa romana de Baños de Valdearados, también conocida como Villa de Santa Cruz, se encuentra en el oficialmente denominado "Yacimiento arqueológico de la Villa Romana de Santa Cruz", situado en Baños de Valdearados, en la comarca burgalesa de Ribera del Duero, en Castilla y León (España).
Los restos de la villa romana bajoimperial (siglos IV y V) se localizan a unos 300 m al sur de Baños, por la carretera de Aranda de Duero a Caleruega, en las proximidades del río Bañuelos y a la vía romana que discurría entre Caesaraugusta (actual Zaragoza), Asturica Augusta (actual Astorga) y Bracara Augusta (actual Braga), la villa de Santa Cruz se ubica en el territorium de Clunia Sulpicia (capital de un Convento Jurídico de la Hispania Citerior) de la que dista pocos kilómetros.
El yacimiento está considerado BIC con fecha 11 de marzo de 1994.

Descubrimiento y origen[editar]

El descubrimiento del yacimiento se produjo de manera fortuita al encontrase restos de mosaicos y cerámica al trabajar con una excavadora para nivelar los terrenos en la zona llamada de Santa Cruz. En una primera observación por expertos, se detectaron además restos de imbrexfustes de columnas y estuco decorativo.
Como resultado de las primeras campañas de excavación por José Luis Argente, durante los años 19731974 y 1978 salió a la luz una villa romana de grandes dimensiones, típica de la época bajoimperial, de diez habitaciones y cuatro pasillos, que reflejan el gusto estético, riqueza y esplendor de sus ilustrados propietarios de finales del siglo IV y principios del V.
El área excavada, de algo más de 1000 m², muestra tan sólo una parte de la extensión total que ocuparía la villa. De la cerámica y otros cimientos y restos encontrados, se deduce que ya existía un edificio anterior, del siglo I al II del que se reutilizarían partes para la villa de Santa Cruz de finales del siglo IV.
También se han se ha encontrado una necrópolis altomedieval con varias tumbas que se pueden fechar entre los siglos IX y XI.

La villa[editar]

En la villa existe una compleja red de abastecimiento, almacenaje y evacuación del agua que se distribuye radialmente por galerías desde un pozo, que estuvo activo hasta el siglo V. Algunas habitaciones disponen de hipocausto como sistema de calefacción mediante galerías de aire caliente.
Sin embargo, lo más característico de esta villa son los mosaicos hallados en tres de sus estancias:
  • En el oecus o salón principal de la villa se encuentra un espectacular mosaico de 66 m² de gran originalidad y excelentemente conservado excepto por una pequeña laguna (mosaico perdido). La escena central, formada por dos paneles superpuestos están dedicados a la pompa triunfal de Dionisos/Baco al regresar triunfante de la India. En el panel superior aparece el cortejo dionisíaco con Dionisios, ebrio, junto a su compañero Ampelos y Ariadna, rodeados de otros siete personajes. En el panel inferior, se representa a Dionisos, junto a Ariadna y Pan, montado en un carro tirado por panteras. El mosaico está enmarcado por una cenefa de meandros de esvásticas interrumpida por seis espacios rectangulares con escenas de animales, de los que cuatro llevan inscripción latina con los nombres de los dioses de los vientos. En las esquinas, cuatro espacios cuadrangulares con bustos masculinos.
  • En el triclinio o comedor, en forma de T, mosaico bastante deteriorado, decorado con diferentes motivos como una crátera inscrita en escudo, esvásticas con nudo de Salomón, ajedrezadosrombos, roseta,...
  • Habitación con mosaico figurado, de esquema octogonal estrellado de ocho puntas con representaciones de las diosas Ceres y Fortuna, cuatro escenas con animales y con cuatro bustos femeninos en las esquinas.

Robo[editar]

Probablemente, durante la noche del 27 al 28 de diciembre de 2011, unos ladrones entraron en el yacimiento y con métodos rudimentarios extrajeron tres piezas del mosaico de la primera mitad del siglo V existentes en la estancia del oecus:1
  • La primera, probablemente partida, formaba la parte inferior central del oecus, de unos 2,30 por 2,50 metros, representando la llegada triunfal (pompa triumphalis) del dios Baco de su retorno victorioso de la India portando sus atributos de divinidad, un tirso en su mano izquierda y una crátera en su derecha, montado sobre un carro tirado por panteras. Va acompañado por el dios Pan y Ariadna. Por su tema, calidad y por ser uno de los mosaicos mejor conservados de la Península Ibérica, se trata de una pieza única.
  • Las otras dos, en los extremos, de 1,30 metros por unos 70 centímetros, que contenía los nombres de los dioses del viento Euro (EVRVS) con perro persiguiendo a una liebre y Céfiro (ZEFYRVS) con perro acosando a una gacela.


Villa Romana de Santa Cruz 09.jpg












La villa romana del Palmeral es una vivienda señorial del siglo IV que se hallaba en el Portus Illicitanus, en el término municipal de Santa Pola (Provincia de AlicanteEspaña).
Esta vivienda disponía de un gran patio con peristilo, rodeado por un corredor pavimentado con mosaicos. Los mosaicos están realizados con teselas de piedra caliza de un centímetro. La decoración la componen una serie de motivos geométricos a base de grecas negras sobre fondo blanco, composiciones en boga en el siglo IV y nudos de Salomón sencillos dobles en color rojo, negro, ocre, blanco y motivos florales.
Se trata de una villa de lujo, un modelo de construcción que responde a las preferencias de la clase aristocrática terrateniente para sus residencias privadas, durante el Bajo Imperio.
Los materiales extraídos en la excavación sitúan la mansión a principios del siglo IV d. C., las monedas ofrecen una datación a partir del 321.
El conjunto arqueológico descrito no se erigió sobre terreno virgen, sino que se asentó sobre construcciones precedentes, concretamente de los siglos I y II d. C.
Restos-romanos-el-Palmeral.jpg

HISTORIA DE ESPAÑA

HISTORIA ANTIGUA DE ESPAÑA EN EL SIGLO IV - ARQUITECTURA

El monumento subterráneobaptisterio o criptopórtico de Gabia la Grande es una estructura subterránea que forma parte del conjunto arqueológico de la Villa Romana de Las Gabias, que contiene otras edificaciones aún sin excavar. Se piensa que data de mediados del siglo IV d. C. a tenor de la rica decoración que albergaba, desaparecida en su mayor parte hoy día.
Descubierto en 1920 por Francisco Serrano Rodríguez, terrateniente de esta localidad de la provincia de Granada, fue declarado Monumento Nacional en 1931.

Descripción[editar]

Del monumento se conserva una cámara cuadrada precedida por una larga galería hecha de mampostería también construida bajo tierra. Esta galería, de 2,1 m de ancho por 2,8 m de alto, y con una longitud conservada de 30,5 m, tiene una cubierta con bóveda de cañón y siete tragaluces situados a un metro de altura del suelo.
A través de una puerta de 1,6 m de vano por 1,9 m de profundo, se accede a la cámara, que también conecta directamente con la superficie por medio de una escalera de caracol, situada en el ángulo noreste, de la que se conservan diecinueve peldaños hechos de piedra arenisca. La cámara presenta una planta de 4,2 por 3,8 m, con ábside rectangular en la pared opuesta a la escalera. El ábside sobre-elevado mide 2,7 por 1,35 m y tiene una altura de 2,80 m, con cubierta abovedada. La cámara presenta una ventana abocinada en la parte alta de cada una de las paredes y, al parecer, se cubría mediante cúpula, aunque ésta no se ha conservado. En el centro de la cámara existía una pequeña pileta octogonal a la que llegaba mediante una tubería de plomo una conducción de agua procedente de la superficie y empotrada en la pared del ábside.
En la cámara se desarrollaba una decoración mixta combinando mosaico opus sectile de la que se ha perdido la mayor parte. De esta decoración, según los resultados de la excavación llevada a cabo por Juan Cabré Aguiló en 1922, aún podía verse parte del zócalo, construido por una franja de placas de mármol blanco lisas, de 3 dm de altura para la cámara y algo menos para el ábside. Sobre este zócalo se localizaron en algunos lugares placas de serpentina y otros mármoles de colores distintos, de unos 4 cm de anchura. También se sabe que en el arranque de la bóveda del ábside aparecieron restos de un mosaico policromo con profusión de teselas de pasta vítrea, y que en la pared del fondo del mismo existían dos hornacinas.

Resultado de imagen de Monumento subterráneo de Gabia la Grande
Resultado de imagen de Monumento subterráneo de Gabia la Grande









La Necrópolis de San Antón, referida en ocasiones como la Necrópolis paleocristiana de Cartagena, es una necrópolis tardorromana situada en el barrio de San Antonio Abad (Cartagena), coincidente con el periodo de expansión del cristianismo en el territorio del Imperio, entre los siglos IV y VI.

La necrópolis[editar]

El yacimiento fue descubierto en unas obras en 1967 y excavada totalmente, de forma que Pedro San Martín, director del Museo Arqueológico Municipal, solicitó que el edificio del museo fuera edificado sobre la necrópolis a fin de que fuera protegida así de las inclemencias del tiempo y fuera visitable. De esta forma, el yacimiento compone desde 1982 la sala central de las instalaciones.
Los enterramientos se encuentran a 1,5 km del casco antiguo (donde se encontraba el recinto urbano de Carthago Nova), junto a la calzada romana que conectaba con las ciudades de Complutum y Segóbriga.12​ La mayoría de ellos consiste en túmulos con recubrimiento de mampostería o sencillas fosas, si bien destacan dos grandes panteones familiares y varios enterramientos infantiles en ánforas.1
Los primeros investigadores dataron el uso de la necrópolis entre los siglos IV y V, pero investigaciones más recientes han podido fechar su abandono en el siglo VI por la tipología de las sepulturas y la cerámica.










El puente de Colloto está situado en el concejo asturiano de Siero, concretamente en el lugar de Colloto, perteneciente a la parroquia de Granda.
Constituye un paso elevado sobre el río Nora y se ubica en la margen derecha de la carretera N-634, a la altura del punto kilométrico 400, próximo al límite entre Siero y Oviedo.
Denominado tradicionalmente «Puente Romano de Colloto», es considerado una obra de ingeniería civil cuya exacta cronología es incierta y se encuentra en fase de revisión y estudio, en espera de los resultados de las prospecciones arqueológicas que han sido realizadas en él, paralelamente a su restauración realizada en 1998.
Su probable construcción en época romana estaría avalada por el tesoro de monedas de los siglos IV y V hallado en el arco de descarga del puente durante la guerra civil. La noticia del hallazgo se debe a Don Manuel Aquilino Fernández García, testigo ocular de los hechos y propietario de siete monedas procedentes de ese tesoro.
Se inscribe en el recorrido de la vía romana que una las tierras de Cantabria con Gallaecia y que posiblemente enviara un ramal a Lucus Asturum.
Documentalmente, las primeras referencias escritas sobre el puente son de época medieval; asimismo, desde el siglo XVI, se tiene noticia de las diferentes obras de remozamiento acometidas en el mismo, no documentándose grandes intervenciones.
El puente de Colloto marcaba, históricamente, la divisoria entre los concejos de Oviedo y Siero. Asociado al paso del Nora por este puente, se encuentra el Camino de Santiago por la costa, camino del que el puente de Colloto constituye un hito significativo.
Su trazado corresponde al del «Camino del Puente Romano», habiendo sido suplantado, al norte, por la carretera.
Junto al puente se levantaba un pontón, hoy desaparecido. Asimismo, adosada a su esribo, al lado de la carretera, hubo una casa o capilla. En sus inmediaciones, en la margen derecha del Nora estuvo también emplazado un molino. Para desagüe del mismo se construyó en 1844-455 un puente de dos arcos, aún en pie y visible bajo el camino, aguas abajo del puente.
El puente mide 36,6 m de largo y presenta un ancho de 3,5 m, siendo su altura máxima de 8 m. Cimentado sobre afloramientos calizos y antiguos niveles fluviales, presenta un perfil alomado y está formado por dos arcos de medio punto, aunque uno de ellas aguas abajo parece adoptar una forma apuntada, sobre cuya interpretación no hay acuerdo entre los investigadores.
Tres mechinales se abren a ambos lados del intradós de los dos arcos del puente. Sobre la pila del puente se sitúa un arco de descarga y desagüe de medio punto, muy peraltado. A la pila se adosan dos tajamares triangulares, siendo más pequeño el espolón situado aguas abajo. Tiene, asimismo, un contrafuerte en el lado izquierdo.
Las bases de los estribos, las bóvedas, los arcos, los tajamares y el contrafuerte del puente están realizadas con sillares de piedra arenisca, muy bien escuadrados y de tamaños regulares. Sus paramentos están construidos con sillarejo y mampuestos, que evidencian diferentes intervenciones. Los pretiles del puente, del que tan sólo restaba el de aguas arriba, han sido reconstruidos. Es igualmente nuevo el pavimento de la calzada del puente (canto rodado del tipo opus signinum romano). El pavimento hasta ahora conocido del puente no era el original; bajo el mismo ha aparecido un relleno del tipo opus caementicium, probablemente original.

Puente romano de Colloto 01 by-dpc.jpg

HISTORIA DE ESPAÑA

HISTORIA ANTIGUA DE ESPAÑA EN EL SIGLO IV - ARQUITECTURA

La Ermita Mausoleo de Llanes en el municipio de Albendea (provincia de CuencaEspaña) fue un mausoleo romano de mediados o finales del siglo IV que con posterioridad adquiere distintos usos: cabecera de la ermita construida posteriormente, hábitat ocasional de transeúntes, pesebre y, en último lugar, refugio de pastores.
El edificio conserva un ábside y restos de un muro, construidos en cal y canto, donde aparecen algunos sillares y una bóveda de ladrillo. Carece actualmente de tejas o cubrición, quedando visible el material de relleno usado en las bóvedas.
Se conserva en pie lo que fue la cabecera de este edificio, compuesto en planta por tres ábsides semicirculares en torno a un espacio central de planta cuadrada. El cuarto lado se ocupaba por la nave, de la que hoy día sólo quedan ligeras referencias en planta. Debajo de esta estructura se encuentra una cripta, la única detectada en este ámbito geográfico.
El material de construcción utilizado y más dominante es el ladrillo al interior, y al exterior es la piedra de toba. Cada uno de los ábsides, al interior, se cubre con una bóveda de cañón ligeramente apuntada; mientras que el tramo central se cubre con bóveda de aristas, que descansan en conos truncados a modo de ménsulas. El paso de cada uno de los ábsides al tramo central se realiza mediante un arco de ladrillo ligeramente apuntado.
Llama la atención la existencia del arranque de un cuerpo semicircular que parte del ábside situado al sur. No tiene una explicación ni estructural ni funcional clara, aunque podría haber sido la parte inferior de una antigua torre.
La cripta bajo la estructura de la cabecera presenta planta de cruz griega, cubriéndose los brazos mediante bóvedas de cañón de ladrillo revocado.










El Martyrium de La Alberca es un mausoleo romano situado en la pedanía murciana de La Alberca, en la Región de Murcia (España). Sus restos han sido datados en torno a la primera mitad del siglo IV, siendo uno de los monumentos tardorromanos más importantes de la Península Ibérica, lo que mereció su declaración como Monumento Nacional en 1931.
Se encuentra situado a unos 5 kilómetros al sur de la ciudad de Murcia, en el piedemonte del conjunto montañoso que conforman las sierras de Carrascoy y El Valle, en el antiguo Llano de la Mora, actualmente Calle de la Paz de La Alberca.
Está dentro de una zona de alto interés arqueológico por encontrarse en las cercanías la Basílica del Llano del Olivar o la fortaleza tardorromana de Los Garres, ejemplos de la alta romanización de la denominada Cordillera Sur, además de la presencia de asentamientos anteriores (Santuario Ibérico de la Luz, Cabecico del Tesoro, el Puntarrón Chico, etc.).

Descubrimiento del yacimiento[editar]

En 1832 se produjeron los primeros hallazgos en la zona, al construir estanques para el aprovechamiento de agua y el escalonamiento del terreno. Fue entonces cuando se documentaron los primeros restos arquitectónicos.
En 1890 se constituyó una asociación para su explotación que casi significó la ruina del yacimiento, pues su labor esencial era la depredación y la búsqueda de «tesoros» que se suponían ocultos en el lugar.
Las primeros estudios sobre el Martyrium fueron los informes de Fuentes y Ponte y de A. Engel de fines del siglo XIX. A los que se sumó, a principios del siglo XX, el de Manuel González Simancas. Víctima de los expolios iniciales fue un mosaico del que sólo queda una descripción de Fuentes y Ponte. Los intentos de proteger el recinto llevados a cabo por el arquitecto Torres Balbás llegaron cuando ya habían sucedido los expolios.
La primera aproximación verdaderamente arqueológica al edificio y la necrópolis se produjo en 1947, cuando Cayetano de Mergelina y Luna llevó a cabo sus investigaciones sobre el conjunto.1
Fruto de estas excavaciones, pueden contemplarse diversas piezas provenientes del Martyrium en el Museo Arqueológico de Murcia.

Descripción[editar]

El martyrium, denominación que deriva de mártir, es un monumento funerario paleocristiano de planta rectangular cuyas dimensiones son 12 metros de largo por 7,60 metros de ancho, con orientación E-W.
Tiene 5 contrafuertes en cada una de las paredes exteriores así como otros 5 contrafuertes en el lado menor occidental. Bajo el edificio hay una cripta rectangular a la que se accedía por una escalera. En la cripta aparecieron cuatro tumbas hechas de piedra caliza junto a un ábside, separado de la cripta por un muro que pudo tener una ventanilla (fenestrella confesionis) para ver el sarcófago del mártir situado dentro del mismo.
El suelo de la cripta habría tenido un mosaico polícromo de tema geométrico del que en la actualidad no se ha conservado. El muro de este espacio subterráneo está construido con mampostería trabada con mortero, utilizando una técnica constructiva romana denominada opus spicatum o aparejo en espiga. La cubierta de la cámara inferior pudo ser una bóveda rebajada.
Junto al mausoleo se excavó una necrópolis; mientras algunas de las inhumaciones están pegadas a los muros, entre los contrafuertes, otras están emplazadas paralela o transversalmente al muro sur del edificio. Estos enterramientos son cronológicamente contemporáneos al martyrium.
Según los datos obtenidos de los trabajos arqueológicos realizados en este importante conjunto y en sus alrededores, el monumento funerario de La Alberca junto con su necrópolis formaría parte de una villa romana de la misma época cuyos límites no se saben con certeza.2
El Martyrium de La Alberca se usaría por tanto para un culto privado de veneración de reliquias, construido por miembros de la aristocracia provincial y rural que vivían en extensas villas, emplazando edificios religiosos dentro de sus propiedades.

Cronología[editar]

La técnica constructiva, los materiales empleados y la tipología del martyrium han permitido datar el conjunto en la primera mitad del siglo IV d.C., aunque en un primer momento se pensó que sería de época bizantina, teoría que se apoyaba, entre otras cosas, en la proximidad de la basílica de Algezares del siglo VI.
La tipología remite a otros paralelismos conocidos de época paleocristiana como son los martyrium de Pecs (Hungría) y Marusinac (Croacia).
Los dos ejemplos de fuera de la Península Ibérica tendrían una planta rectangular y dos pisos, con una sola entrada en el piso superior y desde aquí se accedería a la cripta por una escalera. En su lado menor tendrían un ábside, comunicado con la cripta por la fenestrella confesionis. La Cámara Santa tendría dos plantas abovedadas y en el exterior del edificio tendría contrafuertes rodeando el edificio, todo ello con el referente de las construcciones funerarias rectangulares del Bajo Imperio romano.

Columna algezares.JPG










El Mausoleo tardorromano de Punta del Moral (Isla CanelaAyamonte) es una edificación funeraria romana, que parece tratarse de un panteón o sepulcro familiar. Formaría parte de un vasto complejo en el que se incluiría una factoría de conservación de pescado.

El Mausoleo tardorromano de Punta del Moral (Isla CanelaAyamonte) es una edificación funeraria romana, que parece tratarse de un panteón o sepulcro familiar. Formaría parte de un vasto complejo en el que se incluiría una factoría de conservación de pescado.

Datación[editar]

La edificación está datada en el siglo IV. En prospecciones efectuadas en el entorno inmediato al mausoleo se han detectado numerosos restos pertenecientes a un importante poblamiento, con dos áreas bien definidas, cronológica y espacialmente, una de ellas altoimperial, y otra datada en los siglos IV y V d.C. A su alrededor aparecieron, entre otros objetos, numerosas monedas de la época de Constantino I el Grande, emperador romano entre los años 306 y 337.
Los restos arqueológicos encontrados en Isla Canela demuestran la existencia de un poblado tardo-romano en la zona, datado en unos trescientos años después de Cristo, dedicado principalmente a la explotación de la pesca y a la fabricación de salazones de la misma.

Descubrimiento del yacimiento[editar]

Los restos de este emplazamiento fueron hallados en el año 1981 como consecuencia de la actuación en las inmediaciones de una pala mecánica durante unas obras en las que se realizaban movimientos de arena perteneciente a una duna que ocultaba los restos. Esta pala mecánica dañó el vértice S.E. de la estructura.

Descripción de la edificación y los restos[editar]

Pequeño mausoleo de planta rectangular con una sola estancia, muros de mampostería, sillares mal escuadrados, suelo de ladrillo y cubierta a dos vertientes. Posee una sola puerta y dos ventanas. La cubierta estaba revestida con tejas planas y, entre ellas, otras tejas curvas (o tejas árabes como se conocen actualmente) cubriendo las ranuras. La cubierta estuvo en su origen soportada por una estructura de madera, totalmente desaparecida. Según el arqueólogo Mariano del Amo, en el momento de su descubrimiento, era el único yacimiento romano en España en el que se conservan las tejas.
En su interior contenía cuatro fosas de inhumación cubiertas por losas de mármol o ladrillos: dos de adultos y dos infantiles:
  • Un niño (de unos ocho a diez años)
  • Un hombre adulto
  • Una mujer adulta
  • Un joven
Las lápidas carecían de inscripciones. Entre las tumbas se encontraron clavos que eran colocados, según la costumbre de la época, para ahuyentar a los malos espíritus. El material encontrado tras la primera intervención y excavación de este yacimiento realizadas por Mariano del Amo, y que no fue sustraído por las personas que invadieron el lugar en los días posteriores a su descubrimiento, están depositados en el Museo Provincial de Huelva.

Fases de las excavaciones, obras y restauraciones realizadas sobre el yacimiento[editar]

  • Primera Excavación (1981 - ?). Mariano del Amo y de la Hera. Cortes en el exterior y en el interior del yacimiento. Excavación de las cuatro tumbas y el pavimento. Los resultados de esta excavación no han sido publicados. Los restos encontrados están depositados en el Museo provincial de Huelva.
  • Fase de abandono. El yacimiento sufre la expoliación de sus restos después de finalizar la excavación arqueológica anterior, y cae en el olvido hasta 1986.
  • Trabajos de limpieza, consolidación y cerramiento (1986). Delegación provincial de Huelva de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Trabajos realizados por José A. Teba. Se realiza una prospección superficial por la zona circundante al yacimiento donde se recogen principalmente fragmentos de cerámica romana y moderna, fragmentos de tegulae y ladrillos.
  • Inspección superficial de las inmediaciones dentro del proyecto "Tierra Llana". 1993. Encontrados y catalogados diversos fragmentos de materiales de construcción, cerámica y vidrio. La mayoría del material anfórico encontrado corresponde a los siglos IV-V. Sólo aparece un fragmento del siglo VI. Se excluye en esta intervención la zona vallada alrededor del mausoleo.
  • Restauración promovida por el ayuntamiento (2004-2005). El Ayuntamiento de Ayamonte llevó a cabo obras de restauración en esta estructura durante el año 2004 y 2005, con financiación de la Junta de Andalucía. Según el responsable técnico de las obras en ese momento, Manuel González, se pretendía devolver al recinto a su estado primitivo, y debido al estado de ruinosidad que sufría, se precisó la incorporación de nuevos elementos estructurales para crear una "reproducción" lo más parecida posible a la original. Durante esta intervención se comprobó que para la construcción original de este mausoleo se había utilizado piedra procedente de CádizPortugal y del propio Ayamonte. El enlosado que rodea a la estructura y el muro que la protege de la carretera cercana no existían tampoco antes de esta intervención.
Imágenes del estado de la estructura tras la restauración por parte del Ayuntamiento de Ayamonte en el año 2004.

Emplazamiento[editar]

37º12'N - 7º2'W.1​ Se sitúa dentro del Paraje Natural de las Marismas de Isla Cristina, en Isla Canela (Ayamonte). La mayor parte del yacimiento, situado en la orilla izquierda de la ctra. que enlaza Ayamonte con Punta del Moral, en el Km. 6,200, permanece enterrado bajo la arena, y oculto así su emplazamiento real, sin que todavía se haya hecho un estudio arqueológico en profundidad de la zona.

Catalogación[editar]

Está clasificado en la Base de Datos de Patrimonio Inmueble de Andalucía (BDI) con el código 210100003, descrito como mausoleo de época del bajo imperio romano, bajo la denominación: Mausoleo del Campo de Canela. Otras denominaciones: Cabezo de las Piedras. Sólo existe un proyecto de estudio de la zona por parte de la Delegación Provincial de Cultura.

Mausoleo Romano Ayamonte 01.jpg