sábado, 6 de noviembre de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 ÉPOCA MEDIEVAL

La Muralla Carlista, también llamada Murallas Guerras Carlistas, de Castellón, es como se denomina a los restos de la muralla que se elevaba en la ciudad de Castellón de la Plana, en la comarca de la Plana Alta, en la primera mitad del siglo XIX, posiblemente en 1837. Se encuentra ubicada en el centro de la ciudad, en la llamada de la Muralla Liberal.1

Está catalogada, por declaración genérica, como Bien de Interés Cultural, presentando anotación ministerial número: R-I-51-0008996 y fecha de anotación quince de diciembre de 1999, según consta en la Dirección General de Patrimonio Artístico de la Generalidad Valenciana.12

Descripción histórico-artística[editar]

Castellón de la Plana sufrió asedio por parte de las fuerzas carlistas durante julio de 1837, ya que durante las Guerras Carlistas Castellón se mantuvo fiel a Isabel II, por lo que fue sitiada en repetidas ocasiones por las tropas del general Cabrera. Este hecho obligó a sus habitantes a levantar unas nuevas las murallas. Una vez pasado el peligro fueron derribadas, hacia del año 1855, pero vueltas a levantar durante la Segunda Guerra Carlista (1873-1874).3

Actualmente solo quedan algunos restos de la muralla que se levantó en 1837, sin conexión con la muralla medieval y presentando foso, seis puertas, así como algunas batería.42

Muralla liberal de Castelló de la Plana.jpg

En concreto los restos que quedan en la Plaza de la Muralla Liberal, formaban parte de la Batería del Gas, la cual era un bastión de artillería.5​ Este nuevo muro se extendía por el oeste de la ciudad de Castellón, abarcando lo que actualmente se conoce como las rondas de la Magdalena y del Mijares, llegando hasta el conocido portal de San Francisco; mientras, por el este, el recinto amurallado se extendía por la calle Guitarrista Tárrega, la parte baja de la calle Gobernador y por último, la calle de les Moreres, llegando hasta el portal de San Roque.4

También hay otros restos documentados por excavaciones arqueológicas realizadas en la ciudad, unos se localizan en la llamada Plaza Dolçainer de Tales y otros entre las calles Prim y Marqués de la Ensenada. Las primeras han permitido documentar el tramo de foso de la muralla carlista, el cual recorre la plaza orientado de noreste a suroeste. También se ha conseguido documentar la existencia de una acequia, la denominada de Coscollosa, que puede datarse en el siglo XIVLa Muralla Carlista, también llamada Murallas Guerras Carlistas, de Castellón, es como se denomina a los restos de la muralla que se elevaba en la ciudad de Castellón de la Plana, en la comarca de la Plana Alta, en la primera mitad del siglo XIX, posiblemente en 1837. Se encuentra ubicada en el centro de la ciudad, en la llamada de la Muralla Liberal.1

Está catalogada, por declaración genérica, como Bien de Interés Cultural, presentando anotación ministerial número: R-I-51-0008996 y fecha de anotación quince de diciembre de 1999, según consta en la Dirección General de Patrimonio Artístico de la Generalidad Valenciana.12

Descripción histórico-artística[editar]

Castellón de la Plana sufrió asedio por parte de las fuerzas carlistas durante julio de 1837, ya que durante las Guerras Carlistas Castellón se mantuvo fiel a Isabel II, por lo que fue sitiada en repetidas ocasiones por las tropas del general Cabrera. Este hecho obligó a sus habitantes a levantar unas nuevas las murallas. Una vez pasado el peligro fueron derribadas, hacia del año 1855, pero vueltas a levantar durante la Segunda Guerra Carlista (1873-1874).3

Actualmente solo quedan algunos restos de la muralla que se levantó en 1837, sin conexión con la muralla medieval y presentando foso, seis puertas, así como algunas batería.42

Muralla liberal de Castelló de la Plana.jpg

En concreto los restos que quedan en la Plaza de la Muralla Liberal, formaban parte de la Batería del Gas, la cual era un bastión de artillería.5​ Este nuevo muro se extendía por el oeste de la ciudad de Castellón, abarcando lo que actualmente se conoce como las rondas de la Magdalena y del Mijares, llegando hasta el conocido portal de San Francisco; mientras, por el este, el recinto amurallado se extendía por la calle Guitarrista Tárrega, la parte baja de la calle Gobernador y por último, la calle de les Moreres, llegando hasta el portal de San Roque.4

También hay otros restos documentados por excavaciones arqueológicas realizadas en la ciudad, unos se localizan en la llamada Plaza Dolçainer de Tales y otros entre las calles Prim y Marqués de la Ensenada. Las primeras han permitido documentar el tramo de foso de la muralla carlista, el cual recorre la plaza orientado de noreste a suroeste. También se ha conseguido documentar la existencia de una acequia, la denominada de Coscollosa, que puede datarse en el siglo XIV.







La Muralla Carlista de Soneja está formada por los restos que quedan de la que fuera en tiempos de las Guerras Carlistas la muralla defensiva de la población de Soneja, sitos entre las calles de la Parra y Almedíjar, del núcleo poblacional, en la comarca del Alto Palancia. Están catalogadas, de manera genérica, como Bien de Interés Cultural, con código 12.07.106-007, y anotación ministerial número 28404, con fecha 18 de enero de 2012.

Muralla carlista de Soneja
Bien de Interés Cultural
Patrimonio histórico de España
Restes de la muralla carlista de Soneixa.JPG
Localización
UbicaciónSoneja, comarca del Alto PalanciaProvincia de Castellón

Historia[editar]

Durante la Primera Guerra Carlista, en concreto en julio de 1836José Miralles, “El Serrador” llevó a cabo una serie de saqueos desde el Maestrazgo hacia la costa, en pueblos como AlfaraAlgarSot de Ferrer y Soneja, donde entró el 17 de julio de ese mismo año, aprovechando que parte de la población y de los “hombres útiles” habían escapado y los nacionales estaban refugiados en la vecina población de Segorbe. Como fruto de su paso, la población fue saqueada e incendiada, asesinando a vecinos incluso fuera de la población, lo cual provocó, tras estos sucesos, la emigración de gran parte de la población a Valencia y Segorbe.12

La intervención del General Narváez permitió que los carlistas se alejaran de la zona, los cuales, pese a estar por los alrededores de la zona no consiguieron volver a invadir la población.2​Pese a todo, la población volvió a ser saqueada, según cuenta la historia popular, por lo que decidió amurallar a finales de 1839 la población para poder defenderse frente a nuevos ataques.1

Descripción[editar]

La muralla carlista que se levantó entre 1839 y 1840 cercaba lo que en aquel momento era el núcleo de la población y que hoy constituye el núcleo histórico de Soneja.1

La muralla consistía, en ocasiones, en utilizar paredes externas de las casas en las que se hacían modificaciones (como apertura de aspilleras), o la construcción de trincheras y muros para cerrar calles. Así nos encontramos por ejemplo que existían en el cerco amurallado trincheras, como la que tenía una puerta que cerraba la calle Mayor, o la que se apoyaba a ambos lados en las casas del pueblo (en esta caso concreto propiedad de Justo Martínez y Joaquín Miravete), y además existían zonas aspilleradas hasta la calle de San Roque o de la Venta que estaba cerrada mediante una barricada que presentaba banquete de fábrica de piedra seca.3

Se piensa que algunas casas, que daban al campo, tapiaban las puertas de los patios traseros para evitar el acceso al interior que podía dar paso a la parte del pueblo protegida por las casas utilizadas como muralla.13

De esta forma la muralla recorría la parte habitada del pueblo teniendo calles que se cerraban como la calle del Romano, donde una trinchera que comenzaba en el corral del vecino Ramón Piquer a otro corral, cerraba el paso, al igual que lo hacía la trinchera que hacía esquina entre el corral anterior y la calle de la Huerta, la cual se cerraba en la casa que en aquella época pertenecía al vecino de Soneja llamado Miguel Martínez.







El trazado originario del recinto amurallado de Alcira (provincia de Valencia), del que actualmente sólo subsisten restos de murallas y torreones, puede localizarse a través de los planos viarios de 1864 y 1870.

Muralla de Alcira
Bien de Interés Cultural
Patrimonio histórico de España
MuralladeAlzira001.JPG
Muralla de Alcira y parque de Arabia Saudí.
Localización
UbicaciónAlcira, (Valencia)

Recorrido[editar]

Frente a la bifurcación de los caminos que conducen a Algemesí y Alberique se alzaban las fortificaciones defensivas del puente de la Calzada o de San Gregorio que permitía el acceso a la Fortaleza Castellet de Sant Pere y a la población. Por su izquierda alcanzaba la salida de la calle Salinerías con muro y siete torreones. De allí a la calle D. Bernardo, con cuatro torreones. Pasada la calle de Carniceros se alcanza la calle Mayor y las obras defensivas del puente del Arrabal (San Agustín –San Bernardo); de este tramo subsisten dos torreones embebidos en viviendas y en la Ronda con un tramo de muralla, merlones y adarve recayente a la calle Mayor Santa María.

Desde el puente y paralelamente a la calle de la Lonja (actual Faustino Blasco) se alcanza la plaza del antiguo mercado, donde recientemente se ha urbanizado su espacio recuperando un tramo de muralla con tres torreones y un camino de ronda interior. Hasta la reciente riada de 1982 subsistían dos torreones.

A partir de la calle Saludador se mantiene el mayor sector perviviente de muralla con ocho torreones. Su construcción data originariamente de los primeros siglos islámicos estando construida con mampuesto de cantos rodados. Pese al terraplenado actual, presentan una altura los torreones de 7-10 metros y 6 metros para la muralla, siendo su espesor de 1,20 metros. La muralla se pierde a la altura de la casa cuartel de la Guardia Civil, existiendo un tramo de muro enterrado, uniéndose junto a la obra de la iglesia de Santa María con el «Castellet de Sant Pere».

La muralla prestó refugio a los habitantes de la villa en acciones bélicas (Alfonso el BatalladorCid Campeador, almohades, Rey Don Jaime, Comunidades, Germanías y contiendas civiles) y frente a los desbordamientos del río.

Perdida su valoración estratégica y autorizándose a lo largo de siglo XIX la construcción de viviendas sobre las almenas, culminó en 1899 con el acuerdo de derribo de las mismas para propiciar los ensanches.

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