ESCULTURAS DE ESPAÑA
La Escultura de Cristo Resucitado es una escultura, obra del Greco, considerado como uno de los escasos ejemplos de esta disciplina artística, realizados por este artista, que han llegado hasta la actualidad, y cuya autoría es totalmente aceptada por los especialistas.
Historia de la obra[editar]
Pedro de Salazar y Mendoza administrador del Hospital de Tavera, había contratado esta obra, en 1595, junto con un tabernáculo o custodia, para una capilla provisional de esta institución benéfica. Fue concluida por El Greco en 1598, según se desprende de la tasación realizada por los peritos nombrados respectivamente por el Greco y Pedro Salazar.1 Finalmente fue colocada formando parte del Tabernáculo del Hospital Tavera, situado delante del retablo mayor de los Retablos del Hospital Tavera, en la iglesia de dicha institución. 2
En principio, la estatua estaba suspendida en el aire en una linterna -actualmente perdida- en la parte superior del Tabernáculo. Quizás el Greco ideó esta forma de colocación a partir de una estatua colgante del rapto de Ganimedes, en la tribuna del Palazzo Grimani di Santa Maria Formosa, que debió haber visto en Venecia. 3

Análisis de la obra[editar]
- No existen motivos para dudar de que esta obra fuera realizada El Greco. Su autoría es aceptada por todos los especialistas en este artista, como Harold Wethey,4 José Gudiol,5 Álvarez Lopera 6 o Gregorio Marañón 7
- Escultura de madera tallada y policromada. Representa a Cristo resucitado; 45 cm. altura; Documentada entre 1595 y 1598. 2
Los tonos de las carnaciones son claros y el cabello y la barba son negros. La posición de Cristo es casi igual a la de La resurrección de Cristo (Retablo de María de Aragón) y de La resurrección de Cristo (Santo Domingo el Antiguo), pero en aquellos lienzos el cuerpo es bastante más alargado que el de esta escultura. Sin embargo, la posición de la mano izquierda de la escultura, sugiere que originariamente llevaba el estandarte de la Resurrección, tal y como lo lleva en aquellas pinturas. 8
Naturalismo del Cristo resucitado[editar]
El desnudo masculino no integral no estaba censurado en el arte en España del Siglo xvi. De hecho, según Gregorio Marañón, varias obras del Greco dan la impresión de una exagerada e innecesaria desnudez. 9 Sin embargo, el desnudo integral sí que era realmente excepcional. Quizás El Greco se hubiera inspirado en el heroico y muscular desnudo del Cristo de la Minerva de Miguel Ángel, de Santa María sobre Minerva, que pudo haber visto en Roma, aunque por lo demás no hay mucha relación entre aquella estatua y la sutil esbeltez de la estatuilla del maestro cretense. 10
Es posible que el Greco reservara la fidelidad al naturalismo a esta imagen del Salvador para dar una realidad irrefutable a la humanidad de Cristo, nunca más fuerte que en el momento de su victoria sobre la muerte. 11
Estado de conservación[editar]
Esta estatuilla tuvo que ser restaurada, puesto que fue dañada por milicias republicanas en 1936, durante la guerra civil española. Juan López Ayllón, uno de los miembros del Comité de Defensa del Patrimonio de Toledo, narraba así lo que encontraron al entrar en el Hospital Tavera el 14 de agosto de 1936, tras lograr el permiso para acceder al edificio que controlaba la CNT. 12 :
"Por fin entramos en el Hospital Tavera...Cuando nos íbamos a marchar de allí nos llamó la atención un montoncillo de trocitos de figura rota ... la recogimos cuidadosamente y Cecilio las fue uniendo como pudo hasta darse cuenta de que eran los trozos de la escultura de Cristo resucitado, la única hecha por el Greco, de muy pequeño tamaño, de la que Cecilio tenía noticia."
Cristo resucitado (El Greco) | ||
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Autor | El Greco | |
Creación | 1596 | |
Ubicación | Hospital de Tavera | |
Estilo | Manierismo | |
Material | Madera | |
Técnica | Madera tallada | |
Dimensiones | 45 centímetros de alto |
La Inmaculada Concepción es una talla de los siglos xvi o xvii atribuida a Gaspar Núñez Delgado y a Andrés de Castillejos. Está ubicada en la Iglesia de San Andrés, en Sevilla (Andalucía, España).
Atribución y datación[editar]
Actualmente existen dos posturas en lo relativo a la autoría de la imagen: numerosas fuentes asignan la Inmaculada directamente a Gaspar Núñez Delgado123456 mientras que otras la atribuyen a Andrés de Castillejos.78 Estas últimas tampoco descartan por completo la vinculación de Nuñez a la obra, pues en ellas se afirma que realizó un modelo en barro para que Castillejos lo trasladase a la madera,78 asegurándose a su vez que esto se debió a que este último tenía a cargo también la fabricación del retablo que iba a presidir la figura de la Inmaculada.9 La imagen se fecha comúnmente en 15878 (año en que el administrador parroquial Cristóbal Rodríguez Calvo y su esposa Leonor Nuño de Cabrera contrataron el retablo con Castillejos),10 aunque también se la ha datado en 15867 y en 1612,11 fechas que permitirían seguir atribuyendo la autoría de la pieza a ambos. Esta última datación quedaría reforzada frente a las demás debido a la mención de la obra en una disposición testamentaria de 1589, en la que se establecía que la escultura tenía que tomar como referencia a una Inmaculada emplazada en la Casa Profesa de los jesuitas.12
Descripción[editar]
La imagen, en madera policromada y estofada, es de bulto redondo y mide 1,78 metros de alto. La Virgen posee un rostro juvenil aunque no aniñado como muchas Inmaculadas posteriores. Las facciones poseen cierto grado de angulosidad y en ellas destacan una nariz prominente y unos ojos entrecerrados con la vista dirigida al suelo. El cabello, cuya disposición encaja con el estilo de Jerónimo Hernández (guarda a su vez similitudes con una obra suya, el Cristo Resucitado de la Iglesia de Santa María Magdalena de Sevilla),8 cae sobre los hombros formando pronunciados rizos, los cuales enmarcan tanto el cuello como la cara, girada a la derecha, y dejan a la vista la oreja izquierda. Los brazos están flexionados y las manos juntas en actitud orante, con ambas palmas tocándose y los dedos ligeramente doblados. En ambas extremidades se aprecia un desplazamiento hacia el lado opuesto al que gira la cabeza, gesto estrechamente vinculado a la tendencia artística que Martínez Montañés pondría en práctica por vez primera con la Inmaculada de El Pedroso y perfeccionaría hasta llegar a su obra maestra, La Cieguecita.
La talla, cuya policromía corresponde a Francisco Pacheco8 (aunque también se le atribuye a Alonso Vázquez, quien habría policromado la escultura en 1598),10 viste túnica con motivos florales y manto azul sin apenas adornos (tan solo unos ornamentos en el borde). Este manto, cuyo envés muestra delgadas franjas horizontales de color negro sobre un fondo dorado, presenta una serie de pliegues angulosos desde la doblez de la cintura hasta los pies, donde destaca una peana conformada por una media luna y dos cabezas aladas de serafines en el frente. La imagen, descrita como «arrogante y muy original»,12 posee fuertes lazos con el estilo artístico de Montañés, quien como discípulo de Núñez pudo haberse inspirado en ella para la creación de algunas de sus imágenes concepcionistas.
Inmaculada Concepción | ||
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Autor | atribuida a Gaspar Núñez Delgado y a Andrés de Castillejos | |
Creación | 1586, 1587 o 1612 | |
Ubicación | Iglesia de San Andrés, Sevilla (Andalucía, España) | |
Estilo | manierista | |
Material | madera policromada | |
Dimensiones | 178 cm |
Inmaculada Concepción (Iglesia de San Andrés)
Inmaculada Concepción | ||
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Autor | atribuida a Jerónimo Hernández, a Alonso Cano y a Juan Martínez Montañés | |
Creación | c. 1570 1580-1585 1620-1625 | |
Ubicación | Iglesia de San Andrés, Sevilla (Andalucía, España) | |
Estilo | barroco | |
Material | madera policromada | |
Dimensiones | 172 cm | |
La Inmaculada Concepción es una talla de los siglos xvi o xvii atribuida a Jerónimo Hernández, a Alonso Cano y a Juan Martínez Montañés. Está ubicada en la Iglesia de San Andrés, en Sevilla (Andalucía, España).
Atribución y datación[editar]
Actualmente existen tres posturas con respecto a la autoría de la imagen. Algunas fuentes afirman que la talla fue elaborada por Jerónimo Hernández,12 atribución fuertemente enfrentada a las demás, en las que figuran los nombres de dos de los escultores más destacados del barroco: Alonso Cano3 y Martínez Montañés. El nombre de este último fue aportado en 2002 por el historiador del arte Emilio Gómez Piñol, quien además sitúa la talla próxima al círculo escultórico de San Isidoro.4 Piñol atribuyó a Montañés no solo la talla de la Iglesia de San Andrés, sino también la Inmaculada de la Iglesia de San Julián, actualmente atribuida a Cano: «Concluimos que las dos imágenes [...] deben atribuirse a Martínez Montañés. Ambas nos parecen anteriores a la "Cieguecita" y probablemente cercanas al ciclo escultórico de S. Isidoro. Más antigua, la de S. Andrés, de rostro de formas plenas y lozanas».4
También hay conflicto en lo relativo a la datación de la imagen, encuadrándose la obra en hasta tres etapas distintas. La Inmaculada es comúnmente fechada hacia 1570;125 de ser este el periodo en el que se creó la imagen, Cano y Montañés tendrían que quedar descartados debido a que el primero nació en 1601 y el segundo era todavía un niño en aquel entonces. En 1981 el catedrático Jesús Miguel Palomero Páramo aportó los años 1580-1585;6 estas fechas, al igual que la anterior, permiten asignar la pieza a Hernández pero no a Montañés ni a Cano. Por su parte, también se ha propuesto como fecha aproximada el periodo comprendido entre 1620 y 1625,738 lo que permitiría atribuir la imagen a Cano o a Montañés y, al mismo tiempo, descartar a Hernández, quien supuestamente no habría tenido nada que ver con la talla según el historiador del arte Domingo Sánchez-Mesa Martín.3 La participación de la obra entre 2019 y 2020 en una exposición dedicada a Montañés4 parece indicar que la atribución al maestro jienense es la que prevalece en la actualidad.
Descripción[editar]

La imagen, en madera policromada y de bulto redondo, muestra a la Virgen con rostro sereno y facciones juveniles, aunque no aniñadas como muchas Inmaculadas del barroco. Destacan principalmente una boca pequeña, unos ojos casi cerrados y un mentón muy marcado, todo ello delimitado por una melena ondulada que cae sobre los hombros. Los brazos, flexionados y con ambas manos en actitud orante (tan juntas que las palmas llegan a tocarse), muestran un desplazamiento muy leve, casi imperceptible, hacia el lado izquierdo; posteriormente Montañés triunfaría con La Cieguecita al acentuar este desplazamiento.
La Virgen, de 1,72 metros de alto,7 viste una túnica apenas visible por un manto a modo de capa que la cubre casi por completo. Este manto, decorado con ricos estofados, presenta un esquema de pliegues en el que las dobleces enmarcan la figura con drapeados curvilíneos y permiten acentuar la zona del vientre, donde se forman claroscuros y se crea un pliegue de gran tamaño resaltado gracias al contrapposto originado por la flexión de la pierna derecha. Por su parte, la túnica luce drapeados en vertical los cuales confluyen al llegar a los pies en una serie de pliegues muy pronunciados, casi a modo de fruncido. La Inmaculada se apoya en una peana compuesta por una media luna presidida por la cabeza alada de un querubín y se corona con una aureola de doce estrellas en referencia a las doce tribus de Israel.
Esta obra posee grandes similitudes con la Inmaculada de El Pedroso, realizada por Montañés entre 1606 y 1608; de hecho, se considera que está influenciada por ella8 si se asume como periodo de ejecución los años 1620-1625. Por otro lado, según Emilio Gómez Piñol la disposición del manto guarda relación con la iconografía de las imágenes asuncionistas: «[El] raro efecto de virtuosismo en la talla ahuecada de la orla del manto, esa sugestión de movimiento agitado nos parece proviene de estampas o representaciones escultóricas de la Asunción. Montañés no se arredró ante la dificultad de traspasar a la madera ese audaz grafismo plástico».9
Legado[editar]
La Inmaculada de San Andrés, la cual preside el retablo mayor del templo y se considera el modelo que sirvió de base para la talla de San Julián,5 tuvo el honor de participar en la exposición Montañés. Maestro de maestros, celebrada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla del 29 de noviembre de 201910 al 14 de marzo de 2020. La exhibición tenía prevista su clausura para el 15 de marzo,1112 pero la declaración del estado de alarma con motivo de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 produjo su cierre un día antes, debiendo permanecer la imagen en el museo más tiempo del inicialmente previsto a causa del confinamiento decretado por la pandemia.
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